*Capitulo 4*

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Capitulo 4

El día había llegado, mis 30 sobres habían sido entregados a mi maestra quien recolectaba en una canasta las cartas y obsequios que enviaríamos a los héroes de la patria,  yo había adjuntado fotos de Ian y su abuela y algunas conmigo, el fin de semana había estado visitándolos y mama me había pedido que los invitara a almorzar algún día a casa, tenia miedo de que mis cartas no fueran contestadas y a la vez tenia miedo de que fueran contestadas con algún comentario malo sobre las fotos o mi acercamiento a la familia Cox, era extraño pero quería que el desconocido sargento pensara solamente cosas buenas acerca de mi.

— Bien, me alegra que todos hallan cumplido con el compromiso para el día de hoy, con estas cartas probare su espíritu de entendimiento y empatia para con nuestros héroes, claro no voy a leerlas, así que si alguno o alguna se confeso tranquilos todo sera un secreto hasta que la carta sea abierta por su destinatario — la maestra habla sobre como calificara y deja de tarea escribir una historia basada en la respuesta que nos den y en la experiencia que hemos tenido.

Define que el plazo sera hasta final de semestre y entonces recogerá los manuscritos de manos de nosotros, dijo que el final podía ser el que deseáramos, siempre y cuando todo llevara un hilo conductual y con mucho sentido, yo quizá ya tenia una historia formándose en mi cabeza, para el momento en que permití que mi mirada se perdiera en la blanca nieve que comenzaba a formarse en el suelo, y quizá fuera algo de drama, acción y romance dándole a mi héroe un final feliz...

Era extraño, desde que había empezado a escribir aquellas cartas me sentía mas cerca de mi padre, alguien que me había enseñado el valor del sacrificio y el valor,  las clases eran cálidas incluso las matemáticas que aunque no me disgustaban y tenia buenas notas, siempre me habían parecido frívolas y aburridas, quizá alguien diría "Es el poder del amor", pero lo cierto es que no estaba enamorada, bueno, no todavía.

— Así que la raíz cuadrada de... ( seguro que si siguen siendo lo mismo, la suma de dos mitades da como resultado un todo) y así es en todo, es la razón de las partes unidas y las razones complejas y compuestas, la división, sustracción y adición de una o mas partes, la matemática de algún modo siempre regresa a la misma conclusión, señorita Jenkins — esa es gran parte de la clase de matemáticas para el día.

Pronto llega el receso y yo camino a  mi sitio acostumbrado, justo bajo el árbol grande, en la mesa que esta completamente llena de nieve y escarcha, pero no me importa mientras este bien abrigada todo esta bien, saco mi cuaderno de notas inspiracionales y me permito escribir todo aquello en lo que pienso, y entre todo ello, esta el sargento alguien en quien pienso mucho últimamente y eso me pilla con la guardia baja y llena de incógnitas sobre el por que de todo esto nuevo.

Parece que todo lo que últimamente siento es nuevo, es comienzo de invierno y pronto sera vacaciones, pero a pesar de ello me siento cálida y entusiasmada, cuando solía pasar mis días en soledad y pensar en lo lúgubre que era aquello, y no, vuelvo y repito, aun no estaba enamorada, pero podía darle otra explicación, supongo que NO podía estar en paz hasta que entendiera que papa ya no estaba y que lo que el hubiera querido era que su hija estuviera en paz y feliz.

El me había dado todo, desde allí ese lugar en el recuerdo de mi mente y mi corazón el aun me hablaba y me decía que el quería la felicidad de mama y la mía y vaya, que una manera de ayudarme a entender todo aquello había sido poniéndome a un soldado de nuevo en mi vida, uno al que escribirle cartas y esperar por las respuestas con anhelo y esperanza, justo como hacia con el, solo que no deseaba esperar en vano.

Comía mi almuerzo y sonreía al sentir la húmeda y fría nieve caer en mi rostro acompañada de unos leves rayos de sol que no calentaban lo suficiente  aun como para hacer que me quitara mi abrigo, y entonces pensé :"¿Sera tarde donde esta el sargento?, ¿Es ya de noche?, ¿Hace frío allí?, ¿estarán comiendo bien el y sus hombres?", esboce una sonrisa y camine adentro del edificio justo cuando sonaba la campana del final del receso y si, comprendí que ya debía dejar de preocuparme por mama, ella ya había encontrado lo que quería y le agradecía por ello a Robert, ahora era el momento de que pensara en mi y me preocupara por alguien mas...

— Así que la historia ha hecho posible que la sociedad sepa de donde viene y adonde va, ¿cual es su propósito en esta tierra? y ¿como cumplirlo?, no importa a que nación, a que continente o a que grupo político, social o ideológico pertenezcamos, TODOS sin excepción compartimos una historia, la historia que nos hace humanos, que nos hace ser lo que somos... En fin, chicos no olviden escribir el ensayo sobre ¿por que han sido fundamentales en la construcción de la sociedad y la historia las fuerzas del caos y el orden? — así es como termino la ultima clase del día, incluyendo una yo que recogía su mochila y poniéndola en mis hombros, aun no quería llegar a casa, así que me pase por casa de los Cox.

La señora Cox, estaba afuera limpiando el jardín, por lo que simplemente tuve que llamar a través de la verja — Señora, Cox... quiero decir Claribelle — dije con vergüenza recordando lo que me había dicho de que no estaba tan vieja, hasta donde sabia tenia 52 años y tenia un espíritu bastante joven.

— Niña, ¿como estas?, llegaste justo a tiempo, espero que no te moleste que este aquí en el jardín, pero estaba preparando un pie de mango y quería invitarte a comer con Ian y conmigo, el problema es que cuando fui a llamarte recordé que aun no tengo tu numero — dice pasando un mechón de su cabello corto detrás de su oreja.

Sonreí ante la buena intención de la madre del sargento Cox, y entonces le dicte mi numero de teléfono para que pudiera llamarme cuando necesitara algo de mi parte...


Dear Soldier (Querido Soldado) Soldier's Lover Series  ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora