Sarahi Lee Walker, es una estudiante de segundo año de preparatoria cuando una maestra de literatura les pide a cada uno de los chicos de su clase incluida ella escribir una carta a un soldado, la maestra pasa una urna con papelitos en los que se en...
"Recuerda los nombres, de aquellos que baten sus armas, para mantenerte a salvo y ama cada cosa que recibes de ellos"
Sarahi POV
Estaba realmente lista llevaba un montón de prendas estilo militar, y mi entrepierna dolía mucho, pero era solo un recordatorio de lo bello que había pasado, al llegar a casa la mirada de mama fue diferente, fue una mirada de aprobación y a la vez de que había perdido algo, pero bueno, incluso yo había perdido algo, solo para ganar algo mas.
No sabia lo que era un entrenamiento del calibre de misiones especiales, pero si de algo estaba segura es que me haría entender una parte mas de Kenneth, ademas pensaba en mi también, en mi futuro, en lo que haría al dejar la preparatoria o lo que haría ya, si de algo estaba segura es que quiero ser madre de los hijos de Kenneth... y ¿que? ¿que pasa con la edad?... Nada, la edad es un numero, solo eso.
Mama, entra a mi habitación y decide sentarse en mi cama y preguntarme sobre lo ocurrido, pero lo cierto es que no se con que cara contarle la mágica noche que pase en cama de Kenneth y de mis razones para marchar con el, pero, es mi madre, es mi confidente y mi mejor amiga y aunque se que no todo le agradara al contárselo, se que me apoyara mientras pueda, por que eso es lo que hacen las madres.
— Cielo, ¿lo pasaste bien? — pregunta mama con una sonrisa algo triste — Ahhh, fue maravilloso mama, eramos solo el y yo, fue como un pequeño universo, y se que lo amo — digo sentándome junto a ella y escondiendo mi rostro en su hombro.
— Cariño, es solo una parte de ser mujer y créeme, tengo algo de miedo, por que ese chico puede alejarte de mi — dice tiernamente — Vamos, mama, nadie va a alejarme de ti, siempre y por siempre seras mi mama y mi amiga, la mejor — digo y nos abrazamos.
— Entonces, ¿es muy grande? — pregunta — Mama, ¿que rayos preguntas? — digo cubriendo mi rostro, mientras ella ríe — Aunque debo admitirlo, era muy bien proporcionado, te juro que pense que no iba a caber — digo y ambas nos reímos.
— ¿Que tal su cuerpo?, ¿es mejor que como lo muestra la ropa? — pregunta una vez mas, muerdo mi labio inferior y sonrío — Mas que mejor, es sexy, sexy como el infierno y aun así tierno y dulce como el cielo — digo .
— Aww, mi pequeña esta enamorada — dice y se cruza de brazos — dile a tu novio que si te hace llorar, lo pateare en las bolas — dice y se levanta para terminar de dejarme empacar .
[...]
Unas horas mas tarde recibo una inesperada llamada de Jessica Summers.
— Hola, ¿diga? — contesto — Hola, Sara, soy yo Jess, ¿ como estas? — pregunta con voz cantarina y me hace recordar a los días, en que jugábamos juntas a las muñecas — Oh, Jess, lo lamento, he estado algo ocupado y no pude atenderte ayer lo lamento — digo y ella ríe — No te preocupes entiendo, tu novio debe haberte mantenido muy ocupada — dice y yo solo me sonrojo.
— Oh, Jess no digas eso, aunque no esta muy lejos de la realidad — digo lanzándome en mi cama, sin duda se siente bien recuperar a mi mejor amiga — Bueno, solo puedo decirte que, no te culpo, todos nos quedamos sorprendidos cuando se fueron y pues, yo he sido invitada a Atlanta — dice soltando con rapidez — No puede ser, empezaste a salir con Philip — digo, no lo conozco mucho pero es bastante divertido y muy formal — Bueno, algo así, estoy nerviosa, y bueno, supongo que también iras, tenia miedo de ir sola, ¿sabes? y buen, pense que tal vez juntas haríamos un mejor equipo — dice y yo solo sonrío con lagrimas en mis ojos.
— Jess, lo lamento, lamento tanto haberme alejado de ti cuando mas me necesitabas — digo y ella comienza a llorar y al final terminamos llorando juntas — Sara, soy yo quien lo siente, millones de veces desee tener tu suerte, pero la vida no lo quiso así, y se que no quiero dejar ir esta oportunidad — dice — quiero recuperarte — añade y yo solo río con lagrimas — Igual yo.
Luego de un rato de charla decidimos, que ella vendrá a mi casa y que Durant, Ken y yo salgamos juntos de aquí, estoy nerviosa, es la primera vez que viajare a otro estado sin mama, y esta vez lo hago con el soldado que es mi novio.
— ¡Papa! — exclamo, al ver a Rob entrar en mi habitación, el sonríe con mi expresión y me abraza — Sara, siempre me has importado mucho, mi niña, eres como la niña que nunca tuve y se que a lo mejor llegaste a pensar que vine a quitarte a tu madre, pero lo único que quería y siempre he querido es ser parte de sus vidas — dice y no puedo creer lo que estoy viendo, Rob llorando.
— Oh, papa, no llores, todo esta bien — digo acercándome y le doy un abrazo — volveré, y saldremos a comer algo por allí — digo con una sonrisa — ¿Lo prometes? — dice y yo asiento — Palabra de honor — digo repitiendo las palabras de Kenneth en la mañana — Bien, me alegro, cuídate en todo sentido mientras no estoy allí, para cuidarte, y dile a tu chico que en caso de hacerte llorar le cortare sus pelotas — dice secando sus lagrimas — Ah, y no le digas a tu madre que me viste llorar, que sea nuestro secreto —dice saliendo de mi habitación.
De nuevo sola en la habitación, me doy una ducha y me pongo cómoda.
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Una vez lista, Jess, llega a mi casa, ella también lleva un atuendo similar al mio, lo que nos hace reír, saco mi maleta con ayuda de Rob y unos minutos después, dos autos aparecen en la entrada de mi casa dos Jeep , Jess y yo nos miramos, y sonreímos al ver bajar de los autos a dos soldados de gorra verde.
— Nena, nos vamos, tus maletas ¿preciosa? — pregunta Ken acercándose a mi, mientras se quita sus Wayfarer.
"Mama, eso fue jodidamente caliente"
— Aquí están sus maletas — dice papa y se las entrega — cuida bien de mi hija y no la hagas llorar, no quiero tener que dejar a su novio eunuco — añade papa.
— La cuidare con mi vida señor, prometo traerla a salvo a casa — dice Ken haciendo un saludo militar.
Somos interrumpidos al ver que Philip y Jess se están ¿besando?, vaya, si Ken y yo fuimos rápidos, Philip y Jess, son veloces, Jess quita la mirada de los ojos de Philip avergonzada y me mira con una disculpa en sus ojos y yo solo le guiño con dos pulgares en alto.
— Adiós, Sara — dicen papa y mama, Kayden y Jude no están así que no logre despedirme de ellos, pero Kyan y Keath si, pues van en brazos de papa y mama.
Ken, abre la puerta del auto negro, y Jess sube en el otro auto junto con Philip, Ken sube y entonces comienza nuestro viaje.
