Sarahi Lee Walker, es una estudiante de segundo año de preparatoria cuando una maestra de literatura les pide a cada uno de los chicos de su clase incluida ella escribir una carta a un soldado, la maestra pasa una urna con papelitos en los que se en...
Sabia, sabia que yo no era suficiente, sabia que yo no era lo que el quería, era una egoísta, pero no podía soportar la idea de el dejándome, lo amaba, lo amo, deje caer la caja donde tenia su regalo y salí corriendo, no pense en lo que podía pasar, estaba destrozada, no me había esforzado lo suficiente, quería darle buenos recuerdos, y aquí estaba yo, corriendo como una niña tonta.
Cruce la calle sin fijarme, ojala lo hubiera, hecho un carro venia a toda velocidad, caí al suelo y golpee mi cabeza y todo se vuelve negro.
[...]
Bip...bip..bip, ese maldito ruidito, pero esperen hay algo mas.
— Pequeña, lo siento, lo siento tanto, te falle, soy un idiota, no te merezco, te falle no una sino dos veces — dice esa voz, mi corazón se aprieta, mientras lo escucho confesarme que me ha fallado, que se acostó con una chica mientras estaba borracho, por que no podía perdonarse por hacerme daño, odio esto, odio haberme enamorado, pero lo sigo amando, lo se, mi corazón, no me mentiría y mucho menos mi razón.
Una pequeña lagrima se escapa de mis ojos y recorre mi rostro, aprieto la sabana, quiero abrir mis ojos y decirle que todo esta bien, pero la oscuridad se siente muy bien, estoy segura aquí adentro, nadie puede hacerme daño, y yo no lo haré a nadie, así que me dejo llevar en la oscuridad.
— Mi niña, ven con papa — veo a mi padre en el jardín de nuestra antigua casa y corro hacia el — Papa, papa, ¿eres tu? — digo aferrándome a el — Sarahi, ¿que te he dicho sobre huir de las cosas? — dice llamándome la atención — Lo se, papa que debo ser valiente y enfrentarlas, peo tengo miedo — digo — El valor, Sara, no es no tener miedo, el valor es que a pesar del miedo te enfrentes a la vida y a las circunstancias que la acompañan — dice abrazándome con fuerza
— Pero, Ken, el tal vez no me ama, yo.. yo no soy suficiente para el — digo y el sonríe — Ese chico te ama, sino no estaría aquí diciéndote lo que paso — Es un verdadero soldado, tiene mucho valor aun cuando piensa que puede perderte por el error que cometió — dice mi padre — Ese, hija mía, mi pequeña comelona de galletas, es el tipo de hombre que quiero para ti — dice mi padre
— ¿Que hago entonces? — pregunto y papa se encoge de hombros — ¿Lo amas? — pregunta — Lo hago, papa, lo hago, entonces ¿a que esperas? ve con el — dice y empezamos a correr, corro y cuando lo hago, veo a papa a lo lejos diciéndome adiós.
Mi ojos comienzan a parpadear y luz se filtra en ellos, mientras escucho que Ken, sigue hablando — ... Prometo vivir el resto de mi vida, recompensandote por el error que cometí, lo juro — dice y yo sonrío, no me importa lo que paso, ya quedo atrás, me quito la mascara de oxigeno y me giro hacia el.
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— No importa, Ken, aun así te amo, y mi amor, es suficiente por los dos — digo y el sonríe, lleva puesto una cazadora de cuero y su cabello esta despeinado, es la misma ropa que tenia ayer, claro lo que me ha confesado pesa en mi corazón, pero no por eso le voy a negar una oportunidad — Estas bien, estas bien, Oh, Dios mio, gracias — dice levantándose del sillón y dando vueltas de un lado a otro.
— Estoy bien, Ken, no pasa nada, cálmate — dice y se detiene — No quiero volver a perder a nadie — dice — No perderás a nadie, aquí estoy — digo y vuelvo a sonreír.
[...]
— Mi niña, estas bien, estas bien — dice mama entrando por la puerta junto con Ken y mis hermanos mayores, Rob entra un poco después y sonrío.
Hablamos un rato de todo un poco y luego Claribelle entra junto con Ian, Kyan y Keath, el medico dice que me darán de alta esta misma tarde y creo que podre terminar lo que deje iniciado.
