*Capitulo 15*

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*Capitulo 15*

Los días habían pasado y Ken y yo pasábamos mas y mas tiempo juntos, Ian estaba cada vez mas apegado a mi y había llegado a llamarme mame en dos ocasiones, no voy a negar que me gusto la emoción, pero no pretendía ocupar un lugar   que no me correspondía, los besos y las caricias eran temas mas frecuentes en nuestra relación, ademas de que eramos mas abiertos el uno con el otro, me había contado de sus pesadillas y me había hablado de la madre de Ian y de como desapareció como si nada.

Hoy es una tarde de esas en las que estamos juntos, sentados en el sofá de su casa, Claribelle ha salido de compras con mi madre en cuanto a Ian, hace poco cayo dormido en los brazos des u padre y no se ha movido de allí, tomo una foto de la imagen con mi teléfono y la guardo como un recuerdo, cada momento que paso con Ken se vuelva mas y mas valioso para mi y se, se que el tendrá que volver a marcharse y debo prepararme para ese momento.

— Algo anda en tu cabeza, pequeña, ¿que es? —pregunta , sonrío y me acomodo en el hueco de su cuello y su fuerte brazo — Solo pienso en lo mucho que disfruto estando contigo — digo con una sonrisa  — pero hay algo que muero por preguntarte — digo llamando su atención, el me mira y sonríe.

 — Puedes decirme lo que quieras, tratare de responder de la mejor manera — dice acariciando mi cabello — Hmm, Ken, en ocasiones soy un poco insegura de mi misma y no quiero que eso te moleste, amo a Ian casi como si fuera tuyo y mio, y lo amo,por el solo hecho de ser tuyo y de que se a ganado una parte de mi — digo — Pero temo.. temo, ¿que tal si su madre regresa? — digo 

— Pequeña, ella es mi pasado y ella no soporto tener un novio que podía morir en cualquier momento, ya has visto mis tatuajes y son solo para ocultar las cicatrices de cada enfrentamiento en el que he estado y en caso de que tu tampoco puedas con ello, me esforzare por dejarte ir,peor es la primera vez que deseo que eso no te importe, por que soy lo que soy, es una parte de mi — dice y yo lo abrazo, Ian queda en un lado del sofá tranquilamente dormido y yo subo al regazo de Ken

— Ken, jamas te pediré que cambies lo que eres y no te dejare por que lo seas, no quería enamorarme de un soldado, sabia a lo que tenia que renunciar, por que ya lo viví, peor sino fuera por eso, no estaría aquí contigo, seguro estaría encerrada con una serie de NETFLIX en mi habitación — digo tomando su rostro en mis manos, la barba de tres días que cubre su barbilla me hace cosquillas — NO cambiaría estos días, ni nada de esto, así que no puedo cambiarte, es solo que no quiero que ella te aleje de mi — admito con lagrimas rodando por mis mejillas.

Ken me atrae a su cuerpo y me deja llorar mientras mojo su camisa blanca con mis lagrimas, intentando de no despertar a Ian, una vez me calmo, Ken toma en brazos a Ian y caminamos para dejarlo dormir en su cama-cuna.

Entonces, se que hay cosas que tendrán que pasar, Ken me besa y es una de las pocas veces en las que realmente nos hemos besado tan apasionadamente, recuerdo que la primera vez que paso tuvo que decirme que parara y lo dejara marcar el ritmo y luego me uniera, ahora podía competir con el para ver quien demandaba mas, chocamos contra una puerta y reímos, pero nada nos detiene  el aviven de nuestros labios es lo que importa ahora.

Un calor se extiende por mi cuerpo, mi corazón late como sino pudiera detenerse, su mano se desliza por mi blusa y millones de voltios eléctricos recorren mi cuerpo, hasta que llegan a la barrera de mi sostén de encaje azul celeste, sus ojos chocan con los míos y la oscuridad de ellos me absorbe.

— Eres hermosa pequeña, y quiero esto contigo, pero no hoy, no ahora, quiero que hoy todo sea sobre ti — dice y sus labios van a mi cuello, succiona y se que dejara marca

— Ken, yo.. yo.. no se — digo y el simplemente me calla con un beso, mi blusa y mis sostén desaparecen como por arte de magia, pero Ken sigue completamente vestido, mis manos vuelan a los botones de su camisa blanca con manchas de mis lagrimas aun en ellas, pero el me detiene.

— Ya dije que hoy se trata de ti, no te presiones, pequeña, poco a poco — dice y entonces sonrío sosteniendo mis pechos y me escapo de sus brazos — A que no me atrapas Ken, bleh — digo enseñándole mi lengua, el ríe — No puedes huir de mi pequeña — dice y corre, damos vueltas alrededor y se, se que esto ya lo viví, pero en algún momento lo olvide.

Al final me atrapa y me pone sobre su cama, una realmente muy gigantesca para mi, perfecta para su gran tamaño y altura, sus ojos miran los míos, sus manos toman mis pechos que siendo pequeños son perfectos para que los tome en sus manos y a la vez los acaricie, el aire deja mis labios con un quejido cuando uno de mis pezones reposa en sus labios.

Succiona, muerde, lame y repite, su lengua se mueve genial y entonces ....

Dear Soldier (Querido Soldado) Soldier's Lover Series  ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora