Dear Soldier (Querido Soldado) Soldier's Lover Series ®

*Capitulo 37*

" Las palabras son ahora para ti Christine, ya no es una niña, tienes que dejarla ir, es una mujer, una que ya encontró a alguien que la ame"

Christine POV

Ser madre es todo un reto, dímelo a mi, soy madre de una adolescente, dos gemelos en pleno desarrollo y el o la que viene en camino, por supuesto me consagre madre de los gemelos mayores de Robert y créanme que no me arrepiento,  pero al ver ahora a mi niña sentada en esa silla de ruedas sudando frío pero un así sonriendo, me provoca levantarme de esta silla y cortarle las bolas al padre de su bebe.

— Chris, cielo, nena, todo estará bien, parece que tu parto se hubiera adelantad, me estas dejando la mano sin circulación — dice Rob a mi lado, sonrío y aflojo el agarre que tengo de su mano y el hace lo mismo.

— Lo se, Rob, lo se, es solo que realmente me siento nerviosa, es mi niña sabes, parece ayer que la veía jugar  a las muñecas y pedir que le hiciera coletitas o le leyera un cuento — digo — Y mírala, mírala ahora, tan orgullosa de su bebe, tan enamorada, NUNCA pense que este momento llegaría tan pronto — digo dejando caer la mano con la que estaba indicando a mi hija.

—Chris, amo a Sara, es como mi hija, sabes que jamas voy a ocupar el lugar de Josh, pero se que el estaría orgulloso de ella — dice mi esposo acariciando mi vientre — Lo se, ¿no es hermosa? — pregunto mirándola.

— ¿Quieres ir a tomar algo de aire? — pregunta mi esposo sujetando mi mano y yo simplemente asiento dejando a Sara con sus amigos y novio.

[...]

— Chris, ese chico ama a Sara, lo he comprobado, pero tu aun pareces dudarlo, y lo entiendo, eres su madre quieres lo mejor para ella, pero créeme, cielo ella ya lo encontró — dice mi esposo mirándome fijamente una vez estamos fuera 

— Estoy espantada Rob, sabes que quiere ir a la universidad y ser alguien ¿como lo hará? — pregunto desesperada — Nena, Sara es una chica inteligente, ella lo lograra, debes darle un poco mas de crédito, confía en ella, te sorprenderá — dice mi esposo acariciando mi mejilla.

— Rob, confío en mi hija, ¿crees que no lo hago? — pregunto intentando lucir ofendida — Lo se, lo se, se que confías en ella, y ya se lo que dirás — dice  — DE QUIEN NO ME FÍO ES DE EL — decimos al tiempo riéndonos.

— Que va, lo se, ni siquiera yo aun confío por completo, pero hay que darles su oportunidad — dice mi esposo al ver que he comenzado a calmarme y entonces entramos de nuevo a la instalación del Hospital.

Todos están reunidos, Sara esta siendo llevada pro un par de enfermeras, a una nueva sección del ala de Urgencias, Kenneth va siguiéndolos de cerca con su frente igual de sudada que la de mi hija, se ve muy tierno, siendo un hombre de 1.93 de estatura ancho y musculoso, teniente del ejercito en operaciones especiales, vaya, si no lo conociera pensaría que esta apunto de darle un infarto.

— Ken, ven acá amor, te necesito — dice mi hija y lanza una mirada hacia su novio y luego a mi, indicándome que vaya con ellos, Kenneth entonces con una sonrisa corre hacia ella y déjenme decirles que... Sin duda mi hija heredo sus buenos gustos de mi, por que que buen culo el que tiene su novio.

Agarro el trasero de Rob y este solo sonríe ante mi reacción y comenzamos a caminara  su encuentro, hace un mes que Jude y Brenda tuvieron a su bebita, Kennifer , como decidieron llamarla y justo hoy conoceré a mi primer nieto.

Kayden, Gretta su novia, Philip y Jess quienes también esperan un bebe, Becca y un tal Kerns con el que ha empezado a conocerse, Brenda, Jude y la pequeña Kennifer, están junto a nosotros en la sala de espera solo para tener noticias de mi hija y su bebe, lo que me hace pensar en lo solitaria que era mi hija antes de este muchacho y ahora parece rodeada de amigos.

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— Familiares de Sarahi Lee Walker, buenas noches, soy la doctora Savannah Cavanaugh — dice una mujer rubia de cabello corto — Su pequeño esta bien y su amiga y familiar fuera de peligro — dice la doctora.

— Si desean, verlos, podrán hacerlo en un par de minutos, cuando se les ubique en su habitación — dice la mujer dando media vuelta y regresando pro el pasillo por el que había entrado.

— Bueno, ¿a que esperan, quieren ir a conocer a Corocito? — pregunta Rob llamando al bebe por el apodo que nuestra hija le había dado, se levanta de mi lado, sacude polvo invisible de sus pantalones y ayudándome a levantarme, echamos a andar.