Babel Esparza es una joven curiosa e impetuosa chica de 19 años que cursa apenas su primer año de nivel superior, vive en Inglaterra con su hermana mayor
Hasta que un día le ocurre lo más inesperado, que la obliga a correr a un refugio el cual enc...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
┉┅┄•◦ೋ•◦❥•◦ೋ••◦ೋ•◦❥•◦ೋ•┈┄
Las manos le temblaban de impaciencia. La boca de la señora Brown aun no se movía, esperando con paciencia a que Babel disimulará más su nerviosismo.
— Por favor... dígame...no lo toleró más...— Suplico, sus ojos se llenaban de lágrimas que se negaban a desplazarse por las mejillas — Creeré todo lo que me diga...se lo prometo —Dijo estas palabras, sin la certeza de que pudiera cumplirlas.
Pero Brawn optó por creerle y sus labios se separaron para pronunciar.
—No tengo toda la información, aun es inexplicable para mí. Pero...— Dió un sorbo a su té, alargando la agonía de Babel. — Esto que tu estás viviendo ya ha pasado en dos ocasiones más.
— ¿Lo que éstoy viviendo ? — Sus ojos se entonaron — Quiere decír... ¿que hay más personas en mí misma situación aqui?.— Pronunció con más emocion de lo que esperaba.
Pero esta desapareció cuando su acompañante negó como la cabeza .
— No linda, me temo que no.
La joven se hundió más en el sillón.
—Pero si las he visto...y las he conocido. La primera joven...
—¿También era mujer?
— No me interrumpas querída. —Era como oir a su hermana, en una clase de piano. Aun asi obedeció y calló el resto de su explicación —La primera jóven, apareció hace poco más de cinco años... sin embargo no fue en aquel obscuro callejón.
— ¿Ha no?— La había vuelto interrumpir, Babel lo noto asi que apretó los labios, para dejarle continuar. Brown hizo caso omiso.
— No, apenas teníamos unos poco años de establecernos aquí. Casi nada en realidad. Nos trasladamos para que nuestras hijas pudieran entrar en la temporada en Londres y encontrar buenos prospectos — Babel ladeó un poco la cabeza, tensando ligeramente la mandíbula, sabía que debía ser paciente, pero esos comentarios triviales que poco importancia la exasperaba un poco. Agitó la cabeza y mostró mas decoro, no pretendía ofender a su la mujer que la había ayudado.— Margo sin duda encontró un prospecto muy acaudalado, un Barón, que aun que se la ha llevado lejos, me alegro por ella, solo falta mis dos hijas, una apenas entrará...— Calló un segundo. Estudio la cara de Babel y prosiguió —Bueno, como decía. Teníamos muy poco de aver nos establecido. — Apoyo sus manos en el regazo. — Una mañana como cualquiera, salí con mi hija, la mayor. Íbamos en camino con una modista para que nos confecciónara nuevos vestidos para la temporada que entraría —Se dibujó una lijera sonrisa en su rostro. —Vaya, de eso ya tanto...— Perdió un poco la mirada en el horizonte. Sacudió la cabeza —Estábamos realmente distraídas cuándo sucedió. Doblamos una esquina y vimos que personas se unían en un grupo, formando un círculo. Oí a varios caballeros decir cosas como "loca", "hereje", "chiflada"... Nos acercamos para visualizar, lo que tenía tan inquietos a todo el mundo, en parte por que de igual manera tendríamos que pasar por e rumbo para llegar con la modista.