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Las cosas no eran tan esclarecedoras, incluso después de llevar tanto tiempo en la época, le resultaba difícil adaptarse. Los estereotipos la estaban matando lentamente. Se sentía inútil y sin beneficio la mayor parte del tiempo, la máxima aspiración de una mujer era conseguir un buen marido, ni siquiera tenía que ser un matrimonio por amor– amar a su pareja resultaba ser opciconal– incluso se consideraba una especie de bono de Navidad o algo por el estilo. ¿Por que las personas estaban tan satisfechas con tan poco en sus vidas?.
El ser una estudiante de universidad becada era algo que añoraba tener de vuelta últimamente, a decir verdad, por más rebuscado que sonara las peleas con su hermana ya representaban un vacío.
Y enterando en el tema del listado de costumbre imposibles de aceptar, era el nivel de higiene de la época, si bien no era tan desagradable como se relataba en los antiguos libros, no significaba que la los estándares de salud fueran los mas óptimos, era realmente un problema para ella.
La personas ya se bañaban más seguido sin duda, y los servicios ya se encontraban en funcionamiento– pero el usar un trozo de tela para sus días de mestruación, rayos que era incómodo– no podía aún con eso.
— Que asqueroso — Repitió recordando los días que tuvo que soportar con un pedazo de tela atravesando en...Tocaron la puerta, interrumpido sus pocos agradables pensamientos.
— Adelante— Dió autorización sentándose en la cama.— Hola, ¿Puedo hablar contigo? — Babel asintió. Harmony entró cerrando la puerta, tomando asiento en la orilla de la cama junto a ella — ¿Cómo estás?
La chica morena jugó con sus cejas haciendo un arco gracioso con ellas, detonando cierta falta de entendimiento a la cuestión de Harmony.
— Si... y... supongo — Se encojio de hombros. — Aún que intuyo que esa pregunta llevaba un trasfondo que no logro desifrar.— Bueno, tengo días sin llevar una buena conversación contigo y hace un momento en la estancia, parecias algo...descontenta.
—Todo esta bien Harmony. Te lo prometo.
Los ojos de Harmony extendieron una duda.
—¿Tratas de evadirme?, vamos Babel puedes hacerlo mejor.— No es nada Harmony. Es solo que... bueno, sigo aquí tratando de llenar un molde que no me pertenece, y todos insisten en que lo intente y me meta a la fuerza. Yo no pertenezco aquí.
— Babel, claro que eso no es ni remotamente verdadero — Recogió sus manos entré las de ella — Eres extraordinaria, solo que aun no lo sabes.
— Acaso no leíste el periódico, soy un desastre, esta vida no es para mi. Por Dios santo ni siquiera se como hacen esos bailes extravagantes y coordinados. Jamás sería capaz de codear con esa gente tan pomposa
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En la edad del tiempo ©
RomantizmBabel Esparza es una joven curiosa e impetuosa chica de 19 años que cursa apenas su primer año de nivel superior, vive en Inglaterra con su hermana mayor Hasta que un día le ocurre lo más inesperado, que la obliga a correr a un refugio el cual enc...