12.3 ~ Cólera.

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💫🌸Voten porfis, lo valoró muchísimo.💫🌸
🌺 Gracias por tanto amor a mí novela. Las quiero

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Al entrar a la cocina Sofía sacó pan, mantequilla, jalea y jugo. Le preparó un bocadillo; el cuál Babel a penas probó.
Aún sentía el estómago revuelto, y su cuerpo luchaba por no devolver lo poco que con mucha voluntad había ingerido.

— El duque de Essex ha sido muy amable. — Comentó la chica pelirroja.

La muchacha morena apreció el intento de su dama de tocar el tema, para su amiga había sido evidente el interés que Babel demostraba al hombre de cabellos cobrizos.
Sofía se dejó llevar por la confianza que Babel le ofrecía e insinuaba repetidas veces lo amable y guapo que era y que había oído rumores de que Lady Catherine se hospedaba con el duque para elegir una esposa adecuada para él.

A Babel se le contrajo el corazón.

— ¿En serio? — Dijo decepcionada pero disimuló bien este sentir; o almenos eso creyó — ¿Cree...que encuentre una esposa... pronto?

— Bueno, es...probable señorita. Ahora que la posibilidad está al alcance supongo que muchas madres casameteras se pondrán en marcha.— Babel alzó una sonrisa desganada. Sofía enarcó una ceja. — ¿Es posible que la señorita tenga especial atención en los asuntos de ese caballero?.

— No — Negó con voz aguda restándole credibilidad a su respuesta.

Mordió el pan mandandose a callar.

La dama estudió la renuencia de Babel de aceptar los sentimientos que empezaba a albergar por el duque.

— Sería una gran duquesa. — Ánimo con una brillante sonrisa.

La muchacha morena levantó la vista sobresaltandose por el comentario de Sofía.

— ¿Yo? — Niega con la cabeza agitando los caireles que caían de su peinado. — No, no tengo madera de noble. — Se rió aun que en el interior le afligía un poco el pensamiento de ver al imponente Alexander de Asher casado... sí, solo era eso. Ella no deseaba casarse aún, por el amor de Dios ¡Tan solo tenía la escasa edad de diecinueve! Tendría que estar completamente deschabetada de la cabeza para considerar en un matrimonio con...

Pero y sí...

« !No¡, Apenas lo conoces Babel ¿qué demonios piensas?»
Ahí no existían los noviazgos prolongados y duraderos que daban la oportunidad de conocer a fondo su pareja.

— De cualquier manera, no hay forma que él piense en mí cómo un prospecto. Se lo que piensa de mí y no soy exactamente la imagen ideal para él.

En la edad del tiempo © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora