Capítulo 15

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-Mónica- le limpió las lágrimas- tú eres la mujer que yo amo ahora- la tomó de la mano- tú eres con quien quiero estar lo que me resta de vida, te amo- la besó- cásate conmigo...

-¿¡QUÉ!? - Mónica abrió los ojos de par en par.

-¿Que si te quieres casar conmigo? - le repitió sonriendo.

-Camilo yo te amo y lo sabes pero por ahora no puedo aceptar. Tienes que terminar tu matrimonio con Diana. Acepto pero cuando te divorcies.

-No te había hablé con el abogado y ya comenzaremos con los trámites.

-¿Seguro? - Mónica entre cerró  los ojos incrédula.

-Sí mi amor, es más, te lo juro- se puso la mano en el corazón. 

Mónica asintió y lo abrazo.

-Ya sabes cómo soy Camilo. De un momento a otro me entró el miedo de perderte cuando al fin te tengo.

-No me perderás mi amor- le tomó la mano y la besó.

(...)

-¿Ya tienes todo listo Juan?- dijo mientras caminaba feliz por su habitación.

-Ya.- respondió cortante.

-Perfecto. Aunque para nada te escuchas convencido.

-No lo estoy Diana, esto va en contra de mi ética. Pero por tantos años de amistad y porque entiendo el amor, es que te estoy ayudando.

-Ay Juan, no cabe duda de que eres un gran amigo.

-Sí, claro, un gran amigo... 


(...) HORAS MÁS TARDE (...) 

-Moni, ya me voy, las cosas en casa con los niños no están muy bien. Te amo- le dio un beso- nos vemos mañana en la oficina. 

-Sí Camilo. Te amo también. 

-¡CUANTO AMOR!-Dijo Ximena cuando Camilo salió del departamento. 

-Me propuso matrimonio- le soltó Mónica sin más. 

-¡¿QUÉ?! - Abrió los ojos tan grandes que se veían casi blancos- ¿Qué le dijiste Alberta? 

-Que primero se divorciara y después veríamos... 

-Pero si serás tonta Alberta... - le pegó leve en la  nuca. 

-AYYYY- se quejó Mónica- Me vuelves a pegar Rafaela y te la regreso. 

-No me digas Rafaela maldita.- Mónica sonrió. 

-Ya. Le dije a Camilo que no por lo que me dijo Rafael. ¿Qué seguridad tengo que me confirme que Camilo se separará de Diana? Ninguna. 

-Ay amiga, pero si Camilo está idiota por ti, se le nota. 

-Pero no Ximena, sabes, yo siento algo muy en el fondo que me dice que algo no anda bien.

-¿Ya vas a empezar con tus sextos sentidos?

-No puedo evitarlo- se levantó del sofá y comenzó a caminar de un lado a otro- Hay algo que me dice que Diana trama algo, no es normal que esté tan tranquila. 

-No te apresures a sacar conclusiones, apuesto que es tu histeria por lo que te dijo Rafael. Rafael también te quiere bien y quizá sólo lo hizo para que pienses bien las cosas... 

-Ximena, Camilo tiene cinco hijos, cinco hijos que lo necesitan y yo les estoy quitando a su padre. 

-No mamacita, no estás quitándole nada a nadie. Tiene cinco hijos sí, de los cuales únicamente Nico lo necesita. Rafel acaba de llegar a su vida- se levantó y comenzó a caminar tras ella- La flacucha que vino ayer, es una mujer muy conservadora y no se da cuenta su padre ya no ama a su mamá, la escritorcita, ahora, Cristóbal también ya es mayor de edad y Regina, la güereja, ya está grande también- se paró frente a ella y la tomó de los hombros- tranquila, todo saldrá bien, Camilo te ama. 

Mónica asintió y se sentó a pensar un poco las cosas. Aunque las palabras de Ximena lograron tranquilizarla un poco, dentro de ella existía una punzada que la hacía pensar cada vez más, sabía que no todo estaba seguro con Camilo, que aunque tuviera su amor, podría perderlo en cualquier momento. 

...A LA MAÑANA SIGUIENTE... 

-Camilo- entró Diana a la habitación- ¿Recuerdas que Juan nos pidió vernos hoy? 

-Lo había olvidado. Ya voy a estar listo. - Se ató las cintas de los zapatos- Diana- le llamó. 

-¿Sí? 

-El abogado ya está con los trámites del divorcio, yo te avisaré cuando estos estén listos y hoy mismo me salgo de la casa. 

-No hay necesidad de que vayas de la casa- le dijo Diana tratando de contener su ira. 

-No, yo quiero empezar de cero, esta casa es tuya y de nuestros hijos. - Diana asintió. 

-¿Nos vamos ya? 

-Sí. 

(...)

-Que bueno que vinieron ambos y juntos- les dijo Juan mientras extendía la mano ofreciéndoles que tomaran asiento. 

-¿Qué pasa Juan?- preguntó Camilo-¿Por qué la urgencia de vernos a los dos y juntos? 

-Tengo que darles una noticia que no es buena.

-¿Qué pasa?- preguntó Diana fingiendo preocupación. 

-Diana los análisis de la biopsia que te hicimos indican que tienes un tumor cancerígeno en la mama izquierda. 

-¿QUÉ?- Preguntó escandalizada- ¿Tumor cancerígeno? 

Camilo se le quedó viendo y la tomó de la mano. 

-Así es, revisamos a detalle el estado del tumor y por desgracia está avanzado, no se detectó a tiempo y no sabemos bien en qué etapa puedas estar y qué tan deteriorado esté. Necesitas tomar radiación lo antes posible y también necesitamos remover las glándulas mamarias para que no se expanda y cree una metástasis. 

-Diana, ¿No habías sentido molestia? - preguntó Camilo extrañado. 

-Muy poca, de pronto sentía punzadas en el seno, pero no le tomé importancia, pensé que era por mi ciclo menstrual. 

-Ay Diana- Camilo le soltó la mano y caminó de un lado a otro- ¿Cómo no te diste cuenta de lo que era? 

-Camilo no me reproches, yo no sabía que podría ser cáncer, no hay padecimientos antes en la familia de cáncer. 

-Diana,en el 5% de las mujeres con cáncer de mama no hay un algún caso de cáncer en su familia. ¿Desde cuándo no te hacías los chequeos anuales? - preguntó furioso. 

-Hace tres años. 

-Por Dios Diana. 

-Camilo calma- le dijo Juan- Diana tiene una predisposición genética de desarrollar un cáncer, por la calidad de sus células. Ahora necesito que le muestres tu apoyo más que nunca. Tú y tus hijos tienen que estar a su lado. - Camilo asintió. 

-¿Juan, cuándo comienzo con radiación? - preguntó. 

-Mañana ven para detallar tu calendario de tratamiento- Diana asintió. 

(...) 

-Camilo- dijo Diana- Necesito me prometas algo. 

-Dime. 

-Es mi última voluntad. Quiero que estés a mi lado estos meses de tratamiento. Si me salvo del cáncer, te doy la libertad de estar con quien tú quieras, pero por el bien de los niños y el mío, quiero que estés a mi lado- comenzó a sollozar. 

-Diana.. - la miró a los ojos

-Por favor Camilo- lloró con más fuerza- te suplico estés a mi lado. 

-Está bien- asintió Camilo.

Peligroso amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora