Capítulo 35

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-Papá, por favor, tienes que cuidar de Mónica. Quiero que tú y ella vivan felices junto a su hijo.

-No Rafael, tú vivirás y estarás junto a tu familia.

-Papá, Daniel es tu hijo.

-No digas tonterías Rafael, él es tu hijo.

-No papá, Mónica ya estaba embarazada cuando nos fuimos a Miami.

Camilo se quedó impresionado con lo que Rafael acababa de decir.

-Tarde o temprano te lo iba a decir. Mónica no estaba bien con ocultártelo- hizo una pausa para descansar- Papá, Mónica aún te ama. Lo sé por la forma en la que te miró ayer.

-Hijo, te amo, vas a salir de ésta y pronto estaremos juntos acordándonos de esta situación.

Camilo se acercó y le besó la frente.

-Papá, te quiero.

-Yo más- le dijo y lo abrazó con mucha cautela.

-Papá ¿puedes decirle al doctor que traiga a Mónica por favor? - imploró.

Camilo sólo asintió, pues el nudo que cada vez crecía más en su garganta, le impedía sacar la voz y su lengua estaba inmóvil.  Al salir se recargó sobre la puerta, se cubrió el rostro y comenzó a llorar de una manera que nunca había experimentado. La incertidumbre de no saber si su hijo vivirá o no lo tiene despesperado. Además de sentir impotencia. Por un momento deseó ser él quien se estuviese muriendo y no su hijo.

Camilo fue a recepción en busca del doctor.

-Señorita ¿El doctor Sánchez dónde está?

-Le llamaré , espere un momento.

Camilo volteó y miró a Almudena como nunca la había visto. Su mirada estaba apagada, estaba ida.

-Almu, ¿Por qué no te vas a casa a descansar? - se acercó Camilo a ella- son las 10 de la mañana y no has dormido casi nada. Vete y cualquier cosa yo te digo. 

-No, no me voy a despegar de mi hijo Camilo.

-¡Abuelo!- gritaron.

Camilo volteó y miro a Daniel correr hacia él con una gran sonrisa y se le lanzó a los brazos de inmediato.

-¿Cómo está Mónica? - preguntó Ximena.

-Ella está bien- respondió Almudena- tiene fracturadas dos costillas y un poco lastimado el cuello.

-¡Gracias a Dios!, ¿Y mi Rafita?- preguntó.

-Él- Almudena comenzó a llorar.

-¿Qué pasa, qué tiene? - preguntó Ximena.

Camilo se alejó un poco con Daniel en brazos para que él no escuchara nada.  Se le quedó viendo y entendió porqué fue que sintió una conexión especial con Daniel.

-¿Y mi mami?- preguntó Daniel.

-Está enfermita mi amor.

-¿Qué tene?

-Le duele aquí- le tocó las costillas - porque se lastimó y también le duele aquí un poquito- le tocó el cuello. 

-¿Y mi papi?- preguntó angustiado.

-Tu papi también está enfermito, pero a él lo que le pasa es que su corazón, en lugar de latir fuerte, le late despacito. Así- Camilo palpó el pecho de Daniel con movimientos repetitivos pero lentos y Daniel sólo asintió. 

Almudena y Ximena platicaban, mientras Camilo caminaba con Daniel.

-Ay, él está muy grave Ximena- sollozó Almudena- tiene fallo renal y una insuficiencia cardíaca, su corazón está débil y está fallando.

Peligroso amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora