Peligroso amor

Capítulo 21

Después de varios minutos, ambos llegaron al clímax, Mónica paró el ritmo, se abrazó del cuello de Camilo y comenzó a sollozar sobre el mismo.

-Mónica ¿Qué pasa? -Le preguntó separándola de su cuello.

Mónica no decía nada, únicamente lloraba, su nariz ahora era roja y una vez más se abrazo con fuerza al cuello de Camilo y él le correspondió el abrazo. Ella soltó un suspiro pesado. Camilo cerró los ojos deseando no separarse nunca de la mujer a la que ama.

-Te amo-soltó Mónica al fin, mientras seguía llorando.

Camilo la levantó de su regazo y la llevó sobre sus brazos a recostar en la cama. Con sus dedos quitó las lágrimas que aún rodaban por sus mejillas.

-Te amo- le dijo Camilo.

-Camilo- suspiró Mónica- esta será la última vez que nos veamos. Yo ya estoy planeando mi futuro y tú futuro seguirá siendo tu presente.

-No Mónica,yo quiero un futuro a tu lado.

-Camilo- se sentó y comenzó a vestirse- tú y yo no estamos destinados a estar juntos- se levantó- que seas feliz, que tengas una larga vida y la mejor. Te amo.

Mónica se puso los zapatos y salió de la habitación para ir por Ximena. Al subir al elevador recordó el momento que acaba de pasar con Camilo y su mundo se vino abajo, cayó poco a poco al piso, llorando sin consolación alguna.
Camilo sentado al borde de la cama, llorando de una manera en la que nunca lo había hecho, se prometió no buscar más a Mónica para no hacerla sufrir, así se estuviera muriendo de ganas de estar a su lado, no lo haría más.

-Ximena ¿Dónde estás?- le llamó por teléfono.

-Estoy en Macy's

-Voy para allá.

Mónica estacionó el coche, bajó el espejo y miró que sus ojos se hallaban rojos e hinchados, era evidente que lloró de una manera inigualable.

-Ya llegué- dijo Mónica al ver a Ximena.

-Dios bendito ¿Qué te pasó?- le preguntó al verla.

-Ximena...- lanzó un suspiro bofo- hicimos el amor de una manera en la que jamás yo había sentido lo que sentí.

-¿¡QUÉ!? - Gritó y la gente se le quedó viendo- Mónica ¿Por qué lo hiciste?

-Porque lo amo Ximena- sus ojos comenzaron a verse llorosos- porque es el gran amor de mi vida- y fue ahí cuando se hizo presente un nudo en su garganta- no pude resistirme. Cuando terminamos, no pude más, me derrumbé y lloré como nunca- las primeras lágrimas rodaron por sus mejillas y cayeron en su pecho- no quería separarme de él, lo amo Ximena, lo amo como nunca he amado en la vida- Ximena la abrazó.

-Ay Moni- acarició su cabello- me duele tanto verte así. Pero ¿Te das cuenta que Camilo te hace mal?- Mónica se separó y se le quedó viendo a la cara- sí amiga, hoy cuando pasaste por mí eras otra, te veías feliz por tu embarazo, contenta de estar con Rafael. Miraste a Camilo y todo se vino abajo.

-Le dije a Camilo que no me buscara más. No quiero saber más de él- se limpió las lágrimas con el torso de la mano- tienes razón, a su lado sufro, cuando éramos sólo jefe y empleada yo era feliz viviendo mia fantasías a su lado, este mes sin él, aunque lo pensaba me sentía bien, me sentía tranquila. Camilo y yo nunca debimos estar juntos.

-Si él fuera hombre libre amiguita,otro gallo cantaría. -Mónica sonrió- ahora entrégate a Rafael, date la oportunidad de amarlo, ese hombre es más maduro que su padre, ese niño te ama Mónica.

-Me da miedo...- se encogió de hombros.

-¿Qué te da miedo?

-Soy más grande que él,me da miedo enamorarme y que se harte de mí.

-No Mónica, eso no pasará. Además no eres una viejita, vas a cumplir 40 años... él te ama.

(...)

-Ximena qué gusto- dijo Rafael al entrar a la casa y verla sentada en el sofá- gracias por venir a hacerle compañía a esta mujer hermosa- se acercó a Mónica y le plantó un beso en los labios.

Rafael fue a saludar y a abrazar a Ximena y al sentarse observó la nariz de Mónica un poco roja, los ojos rojos e hinchados.

-¿Lloraste amor? - se fue sentar junto a Mónica.

-N...no, no ¿cómo crees?

-Conozco esta naricita- la tocó lentamente con el índice- y estos ojitos- se le quedó viendo con ternura y le abrió los brazos, referencia que tomó de inmediato Mónica y se incorporó al abrazo que le ofreció Rafael- ¿Por qué lloraste?

-Yo los dejo, para que platiquen- dijo Ximena.

-Cuéntame amor ¿qué pasó?

-Ay Rafa- se separó para verlo a los ojos- yo quiero comenzar una vida nueva a tu lado, te adoro.-hizo una pausa y suspiró hondo- hoy vi a tu papá. 

-¿A mi papá? ¿Camilo estuvo aquí?- se levantó y Caminó de un lado a otro.

-Cuando fui por Ximena llegamos a juice and java, tú sabes que amo el pan francés de ahí- Rafael asintió- y nos pusimos a hacer fila de manera tradicional, yo no me di  cuenta que era Camilo hasta que volteó y me insistió que hablaramos...

-¿Y? ¿qué más pasó? -Preguntó relajado.

-Hablamos, pero me movió mucho verlo. Sentí de nuevo ese dolor terrible que ya casi erradicaba por completo al vivir aquí contigo.

-¿Le contaste del bebé Mónica? -se sentó a su lado.

-No, él no va a saber de este bebé. De nuevo siento miedo se intentarlo contigo Rafael, él es tu papá y por mi culpa te alejaste de él.

-No Moni mi amor, no es tu culpa. Si mi papá te hubiera hablado de frente desde un principio , si él hubiera hecho bien las cosas yo no me hubiera alejado de él. Si algo me enseñó mi papá Iñaki es que siempre hay que ser sincero con los demás y hacer las cosas bien, cuando ya haya algo concreto y Camilo no hizo nada de ello. -Rafael la tomó de la mano- ¿Lo sigues amando?

Ella se limitó a responder, le apretó la mano y se encogió de hombros.

-Sí- le respondió llorando.

-Bien- dijo él- yo me encargaré de que olvides, te voy a enamorar Mónica, te voy a hacer la mujer más feliz del mundo, tú y mi hijo serán los más felices del mundo.

Mónica al escuchar que Rafael dijo "mi hijo" se le ablandó el corazón y ahora más que nunca estaba decidida a entregar todo por Rafael.