Capítulo 19

245 21 6
                                    

-¿Familiar de la señorita Mónica Rojas? - preguntó el doctor.

-Yo- se levantó Rafael del asiento- hola Doctor, soy Rafael de la Maza y Mónica es mi pareja.

-La señorita sólo sufrió un desmayo por su causa de seis semanas de gestación.

-Espere- abrió la boca- ¿Qué?- preguntó.

-La señorita Mónica tiene seis semanas de embarazo. ¿No sabían?

Rafael no habló y negó con la cabeza. Comenzó a contar y hace cuentas y él había tenido relaciones con Mónica justamente hace más de un mes. Sus ojos se iluminaron al pensar que el bebé era suyo, sin embargo recordó la noche y que utilizaron preservativos, por lo que el bebé no podía ser de él, sino de su papá y por lo tanto era su hermano. Un sentimiento abrumador lo atacó.

-Felicidades, va a ser papá- le dijo el doctor interrumpiéndolo de sus pensamientos- ya puede pasar a ver a la señorita Rojas. Le administramos una unidad de suero ya que le hace falta. Aún no le decimos a qué se debió su desmayo. 

Rafael asintió y siguió al Doctor a la habitación en la que estaba Mónica.

-Mónica ¿Cómo te sientes?- le preguntó el doctor- aquí viene conmigo tu ... pareja.

-Me siento bien doctor gracias. Con un poco de hambre y mareada- sonrió.

Rafael se acercó y le tomó la mano y se la besó.

-Amor... me asustaste. -le dijo Rafael.

-Estoy bien Rafa- le dedicó una sonrisa.

Rafael estaba preocupado de cómo pudiera reaccionar Mónica al enterarse de su embarazo. Le daba miedo que buscase a Camilo para criar juntos al bebé y que ella terminara con esta relación.

-¿Doctor qué me pasó? ¿Por qué me desmayé? ¿Es grave? ¿Me voy a morir? - preguntó exaltada y el doctor rió.

-Son muchas preguntas... En primera no te vas a morir, te pasó que te descompensaste un poco porque no te has vitaminizado bien, no ds grave y por último felicidades...

-¿Felicidades?- arrugó la nariz extrañada.

-Estás embarazada, tienes seis semanas de embarazo.

Mónica abrió tanto la boca que su quijada casi cae al suelo. Llevó sus manos a su abdomen. No sabía lo que sentía al respecto. Ella quería un hijo pero no en estas circunstancias. Está embarazada de Camilo, el amor de su vida y de quien está separada por ahora.  La invadió la tristeza pero en segundo, al pensar en que se convertirá en madre, sonrió de oreja a oreja.

-¿Embarazada yo? ¿A esta edad?

Rafael únicamente escuchaba atento.

-Estás joven Mónica. Está todo en perfecto estado pero tienes que empezar a tomar vitaminas y ácido fólico.

Ella asintió. El doctor le explicó un par de cosas más y se retiró.

-Mónica sé que ese bebé no es mío-Mónica se encogió de hombros- hice cuentas y memoricé, nosotros nos cuidamos. Ese bebé es mi hermano- ella asintió- pero si tú me permites, según lo que decidas le doy mi apellido y lo crió como mi hijo.

Mónica una vez más dejó caer su quijada al suelo por la sorpresa que le causó la propuesta de Rafael.

-¿Estás seguro? Estás muy joven Rafa. No sé si quiero darte esta responsabilidad tan grande.

-Mónica, te amo-le dijo- y daría lo que fuera por ti. Yo siento que quiero estar a tu lado toda la vida. Desde que te conocí caí rendido a tus pies. Nunca me había enamorado de esta manera-se sentó frente a ella, la tomó de la barbilla y la vio a los ojos- quiero una familia a tu lado, te amo. -Mónica comenzó a llorar y sonreía- ¿Te casarías conmigo?

-¿¡QUÉ!? - Preguntó asombrada.

-¿Te pasarías conmigo?- le repitió.

- Sí- asintió Mónica.

Rafael la besó feliz y ella le correspondió, se alejaron y Rafael la abrazó. Sin embargo sus pensamientos la atacaron. Tenía horas de haber aceptado ser novia de Rafael y ahora ya se casarían. Pero pensó en el ser que ahora crece dentro de ella y lo buen padre que sería Rafael. Aunque no amara a Rafael, aprendería a hacerlo, es un hombre lleno de virtudes, el hombre con el que toda mujer sueña. Después Mónica pensó en Camilo. Él nunca sabrá que ese bebé es de él; no la ha buscado más, no sabe de él y él no sabrá nunca que Mónica está esperando un hijo de él.

(...)
Mónica y Rafael iban en el coche camino a su casa cuando a Rafael se le ocurrió que Mónica le hablara a Ximena. Rafael le prestó su teléfono y Mónica marcó el número.

-Hola- contestó Ximena al otro lado del teléfono. 

-Amiga...

-¿Mónica?-preguntó- ¿Moni qué pasó?- preguntó feliz de haberla escuchado.

-¿Estás sentada Ximena? Porque te voy a contar algo con lo que te puedes caer de la impresión.

-Ay Alberta, habla ya, me tienes con el Jesús en la boca- se puso la mano en la boca.

-Me voy casar...-sonrió Mónica mientras le tomaba la mano a Rafael y él sonreía.

-¿¡QUÉ!? ¿CON QUIÉN? ¿POR QUÉ?

-Con Rafa amiga y hay otra cosa... - hizo una pausa- estoy embarazada.

-¿¡QUÉ!? - Ximena comenzó a saltar en el sofá- ¿Voy a ser tía? - se rió feliz.

-Sí amiga- Mónica se tocó el vientre.

-Oye tú- su tono se tornó serio- ¿Quién es el papá? ¿Cuántas semanas tienes?

-Tengo seis semanas... - dijo.

-A ver, me imagino que estás con Rafa- sólo responde con sí y no ¿Ok?

-Ok- respondió Mónica.

-¿Tu bebé es de Rafael?

-No- respondió seria.

-Dios mío ¿ES DE CAMILO? - Preguntó exaltada.

-Sí - se encogió de hombros- Xime - le cambió el tema- prepara una maleta con tus cosas, quiero que vengas lo antes posible a Miami.

-Todo corre por mi cuenta- gritó Rafael.

-Me parece perfecto- dijo Ximena aplaudiendo- mañana mismo investigo todo para irme de viaje lo antes posible.

-Te amo amiguita- dijo Mónica y colgaron la llamada.

(...)

Camilo del aeropuerto tomó un taxi que lo llevara hasta su hotel. Ahora más que nunca se pasaba el día entero pensando en Mónica. Para él era imposible olvidar su aroma, sus besos, la suavidad de su piel.

Camilo saliendo de sus pensamientos, comenzó a ver hacia el exterior por la ventana, todo se paralizó para él cuando vio en una camioneta a una pareja, en la cual no alcanzó a ver al hombre pero la mujer tenía el perfil de Mónica, sin embargo negó al instante, sabía que era producto de su imaginación por pensarla tanto...

Peligroso amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora