Capítulo 16

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-Camilo- dijo Diana- Necesito me prometas algo. 

-Dime. 

-Es mi última voluntad. Quiero que estés a mi lado estos meses de tratamiento. Si me salvo del cáncer, te doy la libertad de estar con quien tú quieras, pero por el bien de los niños y el mío, quiero que estés a mi lado- comenzó a sollozar. 

-Diana.. - la miró a los ojos

-Por favor Camilo- lloró con más fuerza- te suplico estés a mi lado. 

-Está bien- asintió Camilo.

-Gracias- Diana lo abrazó y sonrió victoriosa mientras se abrazaban.

-Pero te vas a recuperar ya verás, saldrás de esto Diana. - le dijo cuando se sacó del abrazo. 

-Eso espero.

-¿Cómo y cuándo le diremos a los niños?

-Déjame planear algo. Te suplico que aún no les digamos nada.

-De acuerdo.

Camilo arrancó el coche hasta su casa para llevar a Diana. Diana comenzaba a sentirse un poco culpable pues sabía que Nico lo tomaría a mal. Nico tiene tan sólo seis años y el saber que su madre tiene una enfermedad terminal le causaría un dolor terrible. Diana pensó de inmediato en no incluir a Nicolás en esta enredadera y prefirió no decirle nada sobre su supuesto cáncer. Mientras que Camilo sólo podía pensae en el daño que le estaría ocasionando a Mónica tras contarle el padecimiento de Diana y si última voluntad si es que es la última.

-Buen día- dijo Camilo al entrar a la oficina.

-Buen día- repitió Mónica. Tomó su agenda una pluma y siguió a Camilo hasta la oficina- te dejé las encuestas correspondientesa revisar el día de hoy.

-Gracias- dijo con sequedad.

-De nada- Mónica frunció el ceño y arrugó la nariz con desagrado.

-Tenemos que hablar Mónica - la miró a los ojos con suma tristeza- siéntate.

-¿Qué pasa Camilo?- preguntó nerviosa.

-Antes quiero repetirte una vez más que te amo.

-Eso ya lo sé mi amor, yo te amo más- le dijo sonriendo de manera nerviosa- ¿Pero? - preguntó, ya sabía que algo andaba mal.

-Esta mañana acompañé a Diana con su doctor de cabecera- Mónica asintió esperando más información- y Diana hace unos días se hizo unos estudios y una biopsia y... - respiró hondo- tiene cáncer de mama.

-¿Cómo? - Mónica abrió la boca sorprendida.

-Tiene cáncer y al parecer ya está algo avanzado. El punto es que- comenzó a caminar de un lado a otro- Diana como última voluntad quiere que no nos divorciemos y que le demos un final feliz a nuestra historia si ella llegase a morir y para que nuestros hijos estén bien- se paró frente a ella y la tomó de la mano- te amo y quiero proponerte que sigamos juntos pero a escondidas porque pienso ceder a la petición de Diana. No por mí, sino por ella y los niños.

-¿QUÉ?- Mónica le aventó la mano y se quitó de frente de él- Camilo, entiendo la enfermedad de Diana, lo mucho que puede aterrar la idea de morir y dejar a tus hijos solos y entiendo su última voluntad y no me molesta. Lo que me molesta es que me propongas ser tu amante. Yo no puedo hacerle eso ni a Diana ni a tus hijos. ¿Te das cuenta lo grave que es esto? Mira, muy poco me ha importado lo que la gente diga, pero en esta ocasión es peor Camilo, yo no podría con la carga de conciencia de estar contigo mientras Diana sufre una terrible enfermedad.

-Mónica, perdón- la interrumpió-es sólo que no te quiero perder.

-Yo estaba dispuesta a esperarte Camilo. Me sorprende que hayas creído que iba a aceptar. Te amo pero no.

-Mónica después de todo no sé, no quiero saber lo que es estar cerca de ti y no poder tocarte o besarte.

-Camilo, renuncio.- se acercó a la puerta.

-No Mónica- la detuvo del brazo- no renuncies por favor. 

-No podemos estar cerca por ahora Camilo- comenzó a llorar- te amo y no sabes cuánto me duele que esté pasando esto. Yo sabía que no iba a durar- lloró con más fuerza- yo sabía que era imposible que todo esto fuera tan bueno- sus sollozos comenzaban a escucharse fuera de la oficina- hasta aquí llegamos Camilo.

Mónica se soltó y entró a su oficina y tomó sus cosas más importantes, tomó su bolso y cubriéndose el rostro para que los demás no la vieran, emprendió camino hacia la salida, mientras Camilo la perseguía. 

-Moni, no te vayas- salió corriendo tras ella.

Todos en la oficina se encontraban atentos a lo que sucedía. Rafael los siguió para espiarlos, corrió para llegar antes que Camilo. Rafael veía cómo Mónica lloraba de forma desconsolada. Se iba a acercar a ella cuando Camilo por fin los alcanzó.

-Mónica perdóname por favor.

-No tengo nada qué perdonarte.- abrió la puerta de su auto y metió sus cosas- me voy a ir lejos este tiempo.  Te esperaré el tiempo que sea necesario.

-Te juro que iré por ti cuando esto termine. Diana se va a salvar y tú y yo seremos felices.

-Adiós Camilo.

Se iba a subir al coche cuando Camilo la tomó de la cintura, la atrajó a su cuerpo, pegándola demasiado a él, la abrazo como si no quisiera soltarla nunca , la miró a los ojos y no dudó en fundir sus labios en los de ella. El beso sabía a tristeza, a dolor, rabia, pero sobre todo a amor. Mónica sollozó sobre los labios de Camilo, haciendo que el beso se interrumpiera. Camilo la abrazó de nuevo lleno de impotencia, sentía la necesidad de no soltarla jamás, de protegerla.
Mónica se soltó, sabía que entre más tiempo pasara, mas difícil sería para ella decie adiós. 

Rafael espiaba con atención y sintió que el mundo conspiraba a si favor, sabía que la vulnerabilidad de Mónica le permitiría reconquistarla. No sabía el motivo de la separación, sin embargo sabía que lo que sucedía en el estacionamiento era una despedida poco común. 

Mónica subió a su coche, lo prendió y sin voltear atrás se fue. Camilo veía con atención como el auto de Mónica se alejaba y poco a poco se perdía entre la multitud. Una lágrima recorrió la mejilla de Camilo...

Peligroso amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora