-Mónica mi amor- la tomó de la mano de nuevo- ella es mi mamá Almudena.
-Mucho gusto- dijo Mónica sonriendo.
-Hola querida- dijo con hipocresía.
-¿Y nuestro nieto?- Camilo preguntó y abrazó a Almudena.
-Se quedó con Ximena, quería venir pero, no está acostumbrado a dormir tarde y este cambio de horario le afectó un poco. Pensó que estaría Nicolás aquí- dijo Mónica.
-Sí, mejor se lo dejamos a Ximena.
-Está precioso. -dijo Camilo sonriendo.
-Mira má- dijo Rafael y sacó el móvil.
Mientras buscaba en su teléfono celular la foto de Daniel, un silencio incómodo los acompañaba en ese momento. Mónica bajó la mirada, luego la subió y recorrió cada espacio del lugar, analizando cada rincón. Mientras sentía cómo Almudena no la dejaba de ver.
Almudena estaba sorprendida, sabía que Mónica era una mujer bonita, pero nunca se imaginó que sería tan guapa. La observaba buscándole algún defecto, no encontró ninguno. Mónica la miró y le sonrió y Almudena le regresó el gesto; Almudena comenzaba a sentir un poco de envidia por Mónica, no sabía porqué si ella también se sabe una mujer guapa, pero había algo en Mónica que sabía que a ella le faltaba.-Aquí está - dijo Rafael interrumpiendo aquel silencio incómodo.
Rafael le mostró el teléfono a Almudena con una foto de Daniel y Mónica; Daniel se parecía un poco a Mónica, sin embargo, era idéntico a Rafael y a Camilo de chicos.
-Dios mío- dijo asombrada- está idéntico a ti de pequeño Rafa y a ti Camilo...
-¿A mí?- preguntó Camilo y Mónica carraspeó.
-Sí, a ustedes dos- reafirmó Almudena.
Mónica abrió los ojos como plato y carraspeó una vez más, Rafael de inmediato entendió lo que estaba pasando.
-Pues sí má ¿cómo no se va a parecer a nosotros? Es su abuelo y yo su papá...
-Claro- dijo Almudena.
-Hemos traído un vino- dijo Mónica interrumpiendo la plática sobre Daniel.
Mónica abrió su bolso y sacó la caja con el vino y también notó que había un sobre que no estaba ahí cuando arregló su bolso, frunció el ceño, la sacó un poco para verla y decía su nombre, pero esa letra la conocía perfecto. Era la letra de Camilo; metió la carta en otro compartimento de su bolso.
-Aquí está- dijo.
-Uy este vino es buenísimo- dijo Almudena- ¿De seguro lo elegiste tú verdad mi niño ?- se acercó a Rafael.
-Emm... no- se acercó a Mónica y la abrazó- lo eligió Mónica. Una excelente catadora de vinos.
-Exageras mi amor- se rió.
-Bueno, pasemos al comedor a cenar.
Camilo no estaba entendiendo lo que le pasaba, era una mezcla de celos, rabia y tristeza y sabía manejarlos bien, no dejó que influyera en su trato hacia ellos. Rafael no se despegaba de Mónica y ella estaba bien a su lado, eso era notorio para Camilo.
-¿Papá, dónde está el baño?
-Al fondo a la derecha del pasillo Rafa.
-Va- le dio un beso en los labios a Mónica- ya vengo.
Mónica asintió. Se hizo presente ese silencio incómodo que estaba de visita esa noche. Camilo tomó un sorbo del vino y sólo la miraba.
-Iré a ayudarle a Almudena- dijo Mónica al fin.
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Peligroso amor
Fiksi PenggemarLa historia de un triángulo amoroso, en el cual Rafael y su padre Camilo Sarmiento se disputan el amor de Mónica Rojas, sin saber que todo ocasionará un... peligroso amor.