Capítulo 33

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-Mónica, mi amor ¿todo bien?- preguntó Rafael.

- Sí amor. En un momento salgo.

Mónica estaba segura de lo que sentía por Rafael, pero Camilo aún le importaba y más de lo que ella quería. Se miró al espejo, limpió un poco su  rostro para borrar las lágrimas, rompió la carta y la tiró a la basura. No podía permitirse ponerse mal por Camilo, no ahora que después de tanto tiempo es feliz.
Mónica salió del baño directo al comedor.

-¿Amor estás bien?- preguntó Rafael al verle los ojos un poco llorosos.

-Sí amor- sonrió- van a decir que soy una ridícula, pero me dieron ganas de llorar porque se manchó mi pantalón favorito.

-Lo siento Mónica- dijo Almudena hipócritamente.- ven, vamos a la habitación te prestaré algo para que te pongas.

-No así está bien, gracias- le sonrió de manera hipócrita.

-Ay ándale- la tomó de la mano obligándole a levantarse de su asiento.

Almudena tenía planeado prestarle algo que la hiciera ver mal, pues esa noche, aunque le costara aceptarlo, a Mónica se le veía increíble lo que llevaba puesto.

-Ven, pasa.

-Gracias- le respondió. 

-Vamos a ver- dijo Almudena pasando prenda tras prenda- esto.

Almudema le dio a Mónica una falda corta un tanto pequeña, para que pasara la pena de que no le quedara. Mónica la miró con rareza, la midió mentalmente.

-Dudo que esto me entre.

-Anda, mídetela- se dio la vuelta y sonrió de manera maliciosa.

Mónica asintió pero esperaba a que Almudena se saliera de la habitación. 

-Ay cariño no te preocupes, somos mujeres, cámbiate.

A Mónica no le quedó otra que hacerlo. Se puso la falda y aunque parecía muy corta y pequeña, le quedo a la perfección. El corto le llegaba alrededor de cuatro dedos debajo del trasero, le quedaba corta sin embargo le hacía lucir un cuerpo fenomenal, cosa que le molestó a Almudena de inmediato.
Mónica sabía que esto no lo hacía Almudena de buena gana, podía oler su malicia a la distancia y decidió jugar igual que ella.

-Oye- dijo Mónica- me quedó espectacular- sonrió y Almudena sólo asintió. 

Mónica salió de la habitación directo al comedor. Camilo y Rafael se quedaron estuoefactos al verla con la falda.

-Qué hermosa mi mujer- dijo Rafael.

Camilo no le quitaba la mirada a Mónica y al escuchar la voz de Almudena negó y volteó hacia otro lado.

(...)

-Amor iré a la tienda de la esquina a comprar unas cosas ¿Quieres algo?

-No amor gracias.

-Ya vengo- le dio un beso en los labios. -¿Vamos mamá? Necesito hablar contigo.

-Ya que regreses...

-No, ahora- le ordenó Rafael. 

-Está bien- renegó como una niña pequeña.

Mónica tomó su móvil y llamó a Ximena.

-¿Todo bien amiguita? - dijo Mónica al teléfono. 

-Todo excelente Mónica ¿Me crees incapaz de cuidar a un niño?

-Te diré- dijo riendo.

-Vas a ver mendiga... ¿Cómo les está yendo?

-No te imaginas todo lo que ha pasado en tan solo dos horas... ya me quiero ir a casa- susurró.

-¿Por qué? ¿Qué pasa? - preguntó Ximena .

-¿Quieres más vino Moni?- preguntó  Camilo

-Ximena mejor te dejo, hablamos más tarde.

-Va- dijo Ximena.- colgó el teléfono. 

-Por favor- le dijo Mónica a Camilo.

Camilo comenzó a servirle vino mientras la veía a los ojos.

-Se te ve increíble la falda que te prestó Almudena...

-Gracias. - dijo fría.

-¿Leíste mi carta?-Mónica casi lo asesina con la mirada.

-¿Cómo te atreves a poner una carta así en mi bolsa? - le preguntó enojada.

-Mónica, yo... necesitaba desahogarme de alguna manera, decirte que te sigo amando y que fui un idiota al mandar a la mierda lo que teníamos. 

-Camilo ya es muy tarde- dijo Mónica.

-¿Para qué es tarde Mónica?

Mónica le dio la espalda y él la siguió hasta ponerse frente a ella.

-PARA TODO CAMILO, PARA TODO ES TARDE YA- alzó la voz.

Camilo se acercó a ella tanto como pudo, la tomó de ambos brazos pegándola más a él.

-MÍRAME A LOS OJOS Y DIME QUE YA NO ME AMAS. -Mónica volteó la cara y él la tomó de la barbilla y le volteó el rostro de nuevo para quedar frente a frente- HABLA MÓNICA Y NIEGA QUE ME AMAS.

-YA NO TE AMO- Dijo Mónica gritando pero bajó la mirada.

-NO- alzó un poco más la voz- DIME QUE NO ME AMAS VIÉNDOME A LOS OJOS- exigió. Mónica lo miró a los ojos- Anda, niega que me amas Mónica, dime que nunca me amaste y que toso fue un plan para sacarme dinero- Mónica abrió la boca sorprendida.

-¿QUÉ DEMONIOS TE PASA?- Dijo Mónica indignada- yo te amé como a nadie Camilo. Estuve 20 años enamorada de ti, 20 años amándote en silencio... - Mónica lo empujó del pecho y se soltó de su agarre.

-No te creo. En la primera oportunidad te fuiste y te casaste con otro... -Se calmó un poco.

-ESE OTRO ES TU HIJO. ESE OTRO SÍ ME AMA. ESE OTRO SÍ LUCHÓ POR MÍ. - soltó enfurecida.- ESE OTRO SÍ ES UN HOMBRE Y ESE OTRO LO AMO CON TODAS MIS FUERZAS.

-¿Lo amas tanto como me amaste a mí?

Mónica abrió los ojos tan grandes como pudo, su respiración se agitó y comenzó a temblar un poco. Se alejó de Camilo y se sentó en el sofá sintiéndose un poco mareada.

-Responde Mónica. Te he hecho varias preguntas esta noche y no me has contestado ninguna. ¿Lo amas tanto como me amaste a mí? - repitió.

-Mónica ¿Qué pasa amor? - preguntó Rafael cuando la vio sentada en el sofá. 

Mónica no respondió, se desvaneció en el sofá. 

-Mamá trae alcohol por favor.

-No sé dónde  está- se miró las uñas.

-Ya voy yo- dijo Camilo mientras se alejaba por el pasillo.

Camilo le dio un pedazo de tela con alcohol a Rafael para dárselo a oler a Mónica y ella reaccionó un poco después de pasar varias veces la tela con alcohol.

Rafael sin decir nada tomó a Mónica entre sus brazos y bajó corriendo con ella. Camilo y Almudena lo siguieron. 

-¿A dónde vas hijo? -preguntó Almudena. 

-Al doctor, no pienso dejar que esto se pase así solamente...

(...)

Camilo y Almudena estaban sentados frente a frente sin hablarse.
Él estaba muy preocupado por Mónica y a ella le daba igual la situación.
De pronto sonó el móvil de Camilo, le extrañó que el número fuera desconocido y a tales horas de la madrugada, por lo que decidió tomar la llamada.

-¿Hola?- preguntó. 

-¿Es usted padre del señor Rafael de la Maza? -preguntaron.

-Sí- respondió él. 

-El señor de la Maza y su esposa la señora Rojas acaban de tener un accidente...

A Camilo se le cayó el móvil de las manos.

Peligroso amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora