Peligroso amor

Capítulo 36

-Rafaeeeeel, mi amor, noooooooooooo, doctor haga algo, sálvelo doctor- lloró.

-Lo siento Mónica, hicimos lo que pudimos, pero no logramos salvarlo.

Mónica lanzó un grito desgarrador.

-Doctor, por favor, haga algo para salvarlo- imploró entre sollozos.

-Mónica, no puedo hacer nada ya, el corazón de Rafael dejó de funcionar, su corazón no soportó.

-No me haga esto por favor doctor...

-Lo siento Mónica, te dejaré con él a solas un momento.

Los enfermeros acercaron a Mónica junto a Rafael a la camilla y una vez dejándola a su lado, se fueron.
Mónica le tomó la mano y comenzó a hablar.

-Nunca pensé que me fuera a enamorar así de ti- sollozó una vez más- ¿Por qué no te amé desde un principio? ¿Por qué te vas ahora que te amo más? ¿Por qué nos vas a dejar solos a mí y a tu hijo? Rafael regresa mi amor, yo te amo. -Se levantó de la silla de ruedas con dificultad pero lo logró- perdóname Rafa, perdón por haberte hecho sufrir, perdón por mo haberte querido desde que te conocí, perdón por amar a tu padre antes que a ti, perdón por todo simplemente... Sé que ya es tarde para decirte todo esto- se limpió las lágrimas con el torso de la mano- nunca pensé que te perdería tan pronto ¿Qué será de nosotros sin ti mi amor? Te necesitamos, te necesito en todos los sentidos, no sé si voy a poder sobrevivir sin ti. - se abrazó del cuello de Rafael que ya comenzaba a ponerse frío- te amo mi amor- le besó los labios- te amo, te amo, te amo.

Mónica se dejó caer sobre la silla y su llanto se intensificó de una manera en la que todo el hospital la escuchaba. Sentía el alma desgarrada, el nudo en su garganta cada vez se hacía más grande y sentía que el aire le faltaba, no podía respirar. Le tomó la mano de nuevo a Rafael , se la puso en la mejilla y una vez más lloró, lloró como nunca antes lo había hecho. Recién se daba cuenta de lo mucho que amaba a Rafael y lo mucho que le dolía perderlo.

-Mónica, necesito avisarle a sus familiares la muerte de Rafael para que podamos proceder con el papeleo necesario para que puedam cubrir los eventos funerarios.

-No doctor, él, él tiene que vivir, por mí y por Daniel, nuestro hijo.

-Mónica  por favor, no lo hagas más difícil. 

-NO, NO, NO- Comenzó a gritar de forma desenfrenada.

-Por favor Mónica.

-NOOOOO- Gritó. 

El doctor sacó una especie de celular y tocó un botón y en cuestión de segundos llegó un enfermero con una inyección. Era un tranquilizante para Mónica , pues estaba demasiado exaltada por la muerte de Rafael.
El enfermero se acercó a ella y Mónica negó con la cabeza repetidamente hasta que de un momento a otro no supo más sobre ella.

(...)

-Doctor ¿Cómo están Mónica y Rafael?- preguntó Camilo.

-Mónica está bien- suspiró- la acabamos de sedar.

-¿Por qué? - preguntó Ximena preocupada- ¿Qué pasa doctor?- preguntó cuando vio el rostro del doctor.

-Hable doctor por favor- dijo Almudena.

-Hicimos lo que pudimos, pero, Rafael ha muerto.

-¿¡QUÉ!? - Gritó Almudena y el doctor asintió. 

Almudena se tapó la boca incrédula y abrazó a Camilo de inmediato, pero ese abrazo no duró mucho, pues enseguida se dejó caer al suelo, llorando como nunca antes.