Peligroso amor

Capítulo 43

Han pasado varios días...

Mónica decidió aceptar la propuesta de Camilo, pues aunque Rafael dejó por escrito en su testamento que todo lo que tenía sería para Mónica y Daniel, a Mónica no le gustaba la idea de no hacer nada y de estar viviendo de la herencia de Rafael , Mónica no era una mujer oportunista, ella siempre supo salir adelante y le gustaba trabajar, por lo que regresó a MediaLink bajo la gerencia general con un sueldo superior al de secretaria y con un horario más flexible. Se sentía bien de estar de nuevo en la empresa, sin embargo, en ocasiones sentía una vibra extraña, pues la mayoría del personal ya estaban enterados que Daniel fue el hijo que tuvieron Camilo y Mónica y que sí Camilo se había divorciado de Diana fue por ella, la veían y creían una roba maridos, pero a ella le importaba poco, pues las cosas no fueron como tal y sólo ella y Camilo sabían lo que realmente había pasado entre ellos.

-Hola , buenos días - dijo Camilo entrando a la oficina de Mónica.

-Buenos días Camilo ¿Cómo amaneciste? - preguntó.

-Muy bien, muy contento de que estes nuevamente en MediaLink , hacías mucha falta. La empresa te extrañaba , yo te extrañaba.

Un silencio incómodo y prolongado se hizo presente.

-Bueno- lo rompió al fin Mónica- ¿Qué tenemos para hoy?

-Hoy haremos una encuesta a un grupo focal sobre el amor...

-Muy interesante... Camilo, cambiando un poco de tema, necesitamos conseguirle escuela a Daniel, no puede seguir sin estudiar, he buscado algunos colegios pero no me llaman la atención y dónde iba Nico , no sé, no estoy segura , no me gustaría que se encontrara con tus demás hijos , porque, hasta ahora no lo aceptan.

-Lo tienen que aceptar , es su hermano. Nico lo adora, los demás tienen que darse la oportunidad de conocerlo y ya verás que lo amarán tanto como nosotros lo hacemos. Voy a moverme y a hablar con la directora para hacer los trámites necesarios para que la próxima semana ya esté asistiendo a la escuela ¿Te parece? - le preguntó

-Hmmm- hizo una mueca de inseguridad - de acuerdo.

-No te preocupes , todo estará con nuestro hijo y sus hermanos. Algún día entenderán.

-Eso espero- suspiró.

-Bueno, me voy , tengo que ir a una junta con Uriarte para un nuevo proyecto. - se levantó de la silla, se acercó a Mónica y le dio un beso en la mejilla- nos vemos más tarde. Cuídate.

Mónica sólo asintió.
Mónica se sentía confundida, sabía que amaba con toda su alma a Camilo y que no podía estar lejos de él, pero la muerte de Rafael era reciente y aprendió a amar a Rafael, pues le entregó todo su corazón desde el primer momento , y le dolía que muriera de esa manera , le dolía en el alma que la familia que ya había formado se destruyera y que Rafael le iba a dar un regalo incomparable y lo perdió. Mónica se culpaba cada noche de la muerte de Rafael , no había día en el que no sintiera que si él había muerto, era gracias a ella. Pero después veía a Camilo y cualquier esfuerzo que hacía por recuperarla y que al verlo todo su sistema se descontrola y le causaba una terrible confusión , al querer estar a su lado, decirle que lo ama, besarlo, pasar el resto de su vida con él, pero la imagen de Rafael aparecía en su mente cada vez que había cercanía entre ella y Camilo. Pensarse con otro hombre que no fuera Camilo no le causaba tanto conflicto como imaginarse con Camilo, porque Camilo la ama y Rafael la amó y ella de cierto modo fue la culpable de la separación entre padre e hijo, pero Camilo le dio su apoyo cuando más lo necesitó y sin imaginarlo , se enamoró, pero su amor jamás fue comparable con el que siente por Camilo, el amor hacia él es mucho más de lo que se imaginó.
Mónica se desgastaba día y noche pensando en que Camilo tarde o temprano se cansará de esperarla y cuando ella se decida será muy tarde , pues Camilo puede encontrar a alguien más.

Mientras tanto Camilo pensaba día y noche en Mónica y en la mejor estrategia para enamorarla día a día y él sabía que sería un trabajo difícil , que no sería algo que pudiera suceder de la noche a la mañana. Ver a Mónica todos los días y no poder besarla de la manera en la que quiere o tocarla de la forma en la cual la desea es un infierno para Camilo.

(...)

Mónica se hallaba revisando unas encuestas realizadas a una población específica para después utilizar un software que le ayudaría a hacer su muestreo estadístico para la investigación que estaba realizando en ese momento MediaLink. Se detuvo un momento porque le faltaba un documento y comenzó a buscarlo. Al buscarlo se percató de algo, cada una de las hojas al final tenía escrito: Mónica te amo. Pd. Camilo. Sonrió de oreja a oreja , como niño al ver un dulce. Los pequeños detalles que le brindaba Camilo lo hacían sumar puntos y Mónica se convencía cada día de que realmente lo amaba más de lo que pensaba. Probablemente se decidiría más pronto de lo que tenía previsto en darle una respuesta a Camilo, de rehacer su vida junto a él, pues Rafael sabía que ellos se amaban.

-Hola- tocaron a la puerta y Mónica salió de los pensamientos en los que se encontraba inmersa- ¿Interrumpo? - preguntó Arturo.

-Hola- dijo con notable alegría Mónica - claro que no pasa. ¿Qué haces por acá? - se levantó a saludarlo.

-Vine a saludarte y de paso invitarte a cenar - se sentó.

-¿A cenar?- preguntó Mónica nerviosa y recordó la apuesta con Ximena.

-Mmm, sí, eso dije, a cenar- sonrió.

-Sólo acepto si me invitas a cenar unos tacos...

-Tacos será lo que la reina va a cenar - dijo.

- Sólo deja termino de pasar estos datos de la encuesta al software y nos vamos ¿Va?

-Me parece perfecto.

Arturo veía a Mónica como si estuviera hecha a mano, la apreciaba como si fuese una obra de arte. Veía su fina nariz, sus bellos ojos cafés brillosos, sus labios perfectamente delineados, esas manos suaves y aterciopeladas como el resto de su piel, ese cabello negro azabache y ese copete que le lucía perfecto. Arturo no pensaba más que lo bella que era y se moría de ganas por tocarla y besarla, pero sabía que era una mujer con la que debía irse lento.

-¿Nos vamos? -preguntó Mónica sacándolo de sus pensamientos.

-Vámonos...

Arturo se levantó y esperó a Mónica, quien tomó de su perchero su bolso y al tomarlo y voltear a ver a Arturo, le sonrió y caminó hacia él.

-Ay Mónica- respiró hondo- espero no equivocarme con lo que voy a hacer pero no puedo más, te juro que ya no puedo más.

Mónica se le quedó viendo extrañada por lo que había dicho y Arturo en un rápido movimiento la tomó de la cintura y comenzó a besarla , de manera suave , con cuidado , como si tuviese miedo. Mónica no reaccionó al beso , intentaba quitarse pero Arturo estaba aferrado a su cuerpo y a sus labios.
Sus ojos se abrieron quedando casi del tamaño de un plato al ver que Camilo estaba parado al borde de la puerta con un ramo gigante de margaritas, mismo que cayó al suelo cuando Camilo se dirigió hacia ellos y tomó a Arturo del hombro para sacárselo de encima a Mónica.

-¿¡QUÉ TE PASA IMBÉCIL!? DEJA A MI MUJER...