CAPITULO 2

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Aporreando fuertemente la puerta de la habitación de hotel donde Christopher y Zabdiel se hospedaban, Joel gritó una y otra vez el nombre de sus amigos.
-Ya, ya. Se escuchó decir a Christopher desde el otro lado de la puerta. Ya voy, no llames mas.

Al abrir la puerta, este se encontró cara a cara con Joel, quien sin pedir permiso entró rápidamente en la habitación.
-Oh, si claro. Dijó Christopher mirando al lugar vacio entre la puerta y el descansillo. Puedes entrar, gracias por preguntar.
Haciendo caso omiso a las tonterías de su amigo, Joel entró en el dormitorio, donde Zabdiel se estaba poniendo la parte superior del pijama.
Este, al ver a Joel enfrente de él se llevó un buen susto.
-Joel. Dijó este sorprendido. ¿Que haces aquí?
-Tenemos que hablar.
-¿Hablar de que? Preguntó Christopher entrando en el dormitorio. ¿Ya te as vuelto a pelear con Erick?

Negando con la cabeza, Joel recorrió con la mirada toda la habitación, posando su vista en dos pequeños sobres que descansaban sobre la mesilla de noche.
Estos eran iguales a los de Erick y él; con su color ceniza y el nombre de cada uno puesto justo en el centro.

Apartándose rápidamente de sus dos amigos, Joel caminó a paso ligero hacia la mesilla y agarró uno de los sobres.
-¿Que es eso? Preguntó Zabdiel confundido. ¿Christopher, lo as dejado tu ahí?
-Para nada. Dijó este último caminando hacia Joel. ¿Joel, que es eso?
(Mirando atentamente el sobre que estaba sobre sus manos, Joel soltó un largo suspiro)
-Erick y yo hemos recibido unos iguales esta noche.
-Espera, que?
Arrebatando el sobre de las manos de Joel, Christopher lo abrió de un solo movimiento, encontrándose con dos palabras escritas en el centro.
-He vuelto. ¿Que mierdas significa esto?
(Encogiéndose de hombros, Joel miró a Zabdiel)
-Como he dicho antes, Erick y yo hemos recibido unos iguales. Y chicos, tengo miedo de que sea...
-NO LO DIGAS! Habló Zabdiel casi gritando. No.. No lo digas.

Con el rostro serio, Christopher caminó hacia donde su pareja y le dió un tierno beso en la mejilla.
-No te preocupes, seguro que es alguna broma de mal gusto.
-Eso espero. Dijó Joel mirando la carta que Zabdiel mantenía en las manos. Pero por si acaso, por favor no le digáis nada de esto a Erick. No quiero que se ponga nervioso por nada.

Asintiendo con la cabeza, Christopher acompañó a Joel hasta la puerta.
-Voy a hablar con Richard, seguramente él sepa que hacer con todo esto.
-De acuerdo. Dijó Joel chocando los cinco con su amigo. Muchas gracias Chris.
-De nada. Dijó este amablemente. Para eso estamos.

☆☆☆

La mañana siguiente amaneció de lo mas calurosa para los cinco chicos que se encontraban en el hole del hotel.

Desde que sabían lo de las famosas cartas, Richard pidió a los de seguridad que estuviesen todo el tiempo a alerta.
No querían tener el mismo fallo dos veces seguidas.

Cuando llegó la noche y la hora de hacer su show, los chicos se pusieron caminó al escenario seguidos de tres grandes guardias.
-No entiendo. Dijó Erick frunciendo el ceño. ¿Porque hay guardias acompañándonos todo el tiempo? Antes no lo hacían.
(Mirándose unos a otros, los demás apartaron rápidamente la mirada)
-Por nada. Contestó Richard indiferente. Simplemente quieren hacer bien su trabajo, solo eso.
-De acuerdo.
Recogiendo micrófono de la mesa donde estaban colocados, Erick miró seriamente a todos sus amigos.
-Si no queréis decirme la verdad haya vosotros, pero os pido por favor que no me mintais. La confianza es fácil de perderse.

Nada mas decir eso, se dió la media vuelta y se colocó en su trampilla.
-Erick...
Justo cuando Joel iba a decir algo, Alejandro apareció de la nada con su ya famoso teléfono en las manos.
-Vamos chicos! Subir a las trampillas, el show está a punto de comenzar.
Asintiendo con la cabeza, los cuatro chicos recogieron sus micrófonos y se colocaron en sus trampillas.

Regreso [Cnco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora