CAPITULO 11

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"A sido un sueño"
"Solo a sido un sueño"
"No ha sido real"

Eso era lo que se repetía una y otra vez Zabdiel en su cabeza mientras se miraba en el espejo del baño y se echaba agua en la cara.
Solo ha sido un sueño
¿o no?
Mirando directamente su reflejo en el espejo, Zabdiel se tocó suavemente el hombro sintiendo un dolor agudo al instante.
De pronto, le vino a la mente la frase que le dijó aquella persona antes de morderle en el hombro.
"¿Crees que en un sueño se siente dolor?"

Sintiendo un nudo formarse en su garganta, Zabdiel se miró una vez mas en el espejo, donde dos grandes bolsas se asomaban bajo sus ojos, dándole un toque cansado.
Llevándose nervioso la mano hacia la tela de la camisa, comenzó a retirarla lentamente.
Cuando lo hizó, pudo ver dos grandes marcas en el hombro. Estás estaban totalmente a la vista, marcadas con dos filas de dientes las cuales aún estaban rojizas a causa de una poca sangre que se había coagulado a su alrededor.
-No a sido un sueño. Murmuró tocándose la mordida con la llema de los dedos. A sido real.

Antes de que pudiese hacer nada mas, dos fuertes golpes en la puerta hicieron que Zabdiel pegase un brinco y mirase asustado a la puerta.
-¿Zabdiel? Preguntó Joel al otro lado de la puerta. ¿Estás ahí?
-S-si! Respondió este ocultando el mordisco velozmente. Estoy aquí. ¿Ocurre algo?
-No, solo que estábamos preocupados por ti; llevas mas de media hora encerrado en el servicio.

Asegurándose de que no se le veía nada del hombro, Zabdiel caminó hacía la puerta y la abrió ligeramente, encontrándose a Joel esperando fuera.
Este, al ver a Zabdiel con cara de cansancio frunció el ceño.
-¿Estás bien?
-Si. Respondió Zabdiel mostrando una falsa sonrisa. Perfectamente.
(Joel ladeo la cabeza, a la vez que le observaba detalladamente)
-¿Estás seguro? Si prefieres les digo a los chicos que no te encuentras bien y te vas a dormir un poco.
-No! No! No! Medio gritó Zabdiel. De verdad Joel, estoy bien lo prometo.
-Está bien. Dijó Joel encogiéndose de hombros. En ese caso vayamos abajo, Erick nos está esperando para comenzar a limpiar la casa.

★★★

Tras estar dos horas metidos en el auto sin parar una sola vez, Christopher y Richard al final llegaron a su destino; la ciudad.

-¡POR FIN! Dijó Christopher saliendo arrastras del auto

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-¡POR FIN! Dijó Christopher saliendo arrastras del auto. !LIBERTAD!
(Richard le miró sonriente)
-Bien, ahora solo tenemos que encontrar una tienda en la que vendan todo lo que está en la lista. ¿Preparado?
(Christopher le miró desafiante)
-¿Preparado? Hermano soy de Ecuador, nací preparado.

Sacudiendo la cabeza con una sonrisa en el rostro, Richard echó un vistazo a su alrededor.
Todo parecía igual que como lo habían dejado un año atrás; con sus palmeras, edificios grandes, un calor sofocante... Dios, parecía mentira que sus vidas hubiesen cambiado tanto en tan sólo un año.

Mirando de reojo a Christopher, se dió cuenta de que este también estaba observando a su alrededor, con los ojos bien abiertos y la mirada perdida.
-¿Lo echabas de menos?
(Christopher se encogió de hombros, sin dejar de mirar hacía la gran línea de edificios que estaban enfrente suyo)
-No lo sé. Murmuró espirando profundamente. Este lugar me trae buenos y malos recuerdos a la vez, es como... Como si perteneciese al pasado, a una mala época.
-Te entiendo. Dijó Richard colocándose a su lado. Yo también lo siento así.

★★★

Terminando de limpiar todo el segundo piso, Erick se sacudió fuertemente las manos y se asomó por el hueco de las escaleras.
-Bueno, ya he terminado con esto. ¿Que tal va todo por ahí abajo?
-FATAL! Gritó Joel desde el piso de abajo. ESTA CASA ESTA REPLETA DE PORQUERÍA, LITERALMENTE!

Apoyándose sobre la barandilla de la escalera, Erick dejó caer la cabeza sobre sus brazos.
El limpiar durante dos horas le había dejado agotado.
-¿Ya as terminado?
Sobresaltándose, el menor pegó un fuerte brinco y miró asustado a su izquierda, donde Zabdiel había aparecido con una bolsa de basura en las manos.
-Perdón. Río Zabdiel al ver a su amigo sobresaltado. ¿Te he asustado?
(Negando con la cabeza, el menor se acercó a su amigo)
-Tan solo estaba pensando. Ya he terminado con este piso. ¿Hay algo mas que pueda hacer?
-Pues... La verdad es que si. Dijó Zabdiel rascándose la nuca. Quería hacerlo yo mismo después, pero si no te importa hacerlo a ti... Me ahorrarías bastante tiempo.

Ladeando la cabeza, Erick miró confundido a Zabdiel.
-¿De que se trata?
-Del ático. Respondió rápidamente Zabdiel. No hemos subido ahí arriba desde.. Bueno, desde hace un año y creo que sería buena idea sacar todas las cajas de ahí y limpiarlo un poco.
-Claro. Murmuró Erick mirando hacía la cuerda que colgaba del techo. Es una buena idea.
-¿Y entonces? Preguntó Zabdiel mirándole fijamente. ¿Lo haces por mi?
(Sintiendo un nudo formarse en su garganta, el menor asintió levemente)
-De acuerdo, lo haré.

★★★

Resultó que Christopher y Richard no solo habían entrado en el centro comercial mas grande de todo California, sino que también el mas caro. Todo a su alrededor superaba los 100$, por no hablar de las cosas caras, las cuales allí estaban mucho mas caras de lo habitual.

Dejando el último paquete de productos de limpieza sobre el carro, Richard miró cansado a su amigo, el cual tenía la mirada puesta en un pasillo que se encontraba a varios metros de ellos.
-Este era el último. ¿Podemos irnos ya?
(Christopher negó con la cabeza)
-No, aún queda por comprar varias cosas. ¿Oye Rich, ves a ese tipo que está comprando en la sección de desodorantes?
-Eem.. Si. Dijó Richard achicando los ojos para ver mejor. ¿El que vá de azul?
-!SI! Medio gritó Christopher asustando a su amigo. ¿No te recuerda a alguien?

Dando dos pasos al frente, Richard se quedó mirando al tipo que estaba enfrente suyo hasta que de pronto, una bombilla de encendió en su interior.
-Oh, dios mío. Murmuró por lo bajo. Christopher, ese tipo es clavadito a...
-Alonso. Terminó de decir Christopher. Ese tipo es clavadito a Alonso.

Mirando con odio a aquel hombre, Richard sintió unas enormes ganas de salir corriendo hacía él y estamparle contra las estanterías.
Pensaba que lo había superado, pero ver a aquel hombre con tanto padecido al hombre que les hizó tanto daño hizó que una enorme corriente de energía repleta de rabia recorriese sus entrañas haciéndole temblar.

No fué hasta que sintió unas manos posarse sobre sus hombros cuando se dió cuenta de que ya estaba a mitad de camino, con ambos puños cerrados y los dientes bien apretados.
-¿Richard?
(Girando levemente la cabeza, este posó su mirada en su amigo, quien le miraba con una mezcla de miedo y confusión)
-No es él. Dijó Christopher apretando aún mas el agarre en el hombro de su amigo. Recuérdalo Rich, Alonso está muerto.
-Lo sé. Murmuró Richard soltando un largo suspiro. Lo siento mucho.
-No pasa nada. Y ahora vayámonos, tenemos cosas que comprar.


Regreso [Cnco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora