CAPITULO 48

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Con un rápido movimiento, este se giró y abrió la puerta del dormitorio, encontrándose con una figura parada frente a la puerta.
-Erick. Dijó Richard, quien le miraba con el ceño fruncido. ¿Estás bien? Te he escuchado gritar.
Pero antes de que pudiera responder, el menor puso los ojos en blanco y se desplomó sobre los brazos de Richard, quien le recogió en el aire antes de que cayera al suelo.

...

A la mañana siguiente, Joel zarandeó a Erick para despertarle.
-Vamos pequeño, despierta.
Gruñendo, el menor se inclinó hacia adelante y estiró la espalda y los brazos.
-¿Que hora es? Preguntó.
-Casi es la hora de comer. Le dijó Joel, retirándole un mechón de pelo del rostro. ¿Como te encuentras?
-Cansado. Dijó Erick, mirando el rostro preocupado de Joel. ¿Pasa algo?
-Tenemos que hablar sobre lo de anoche. Dijó Joel. Me preocupaste mucho.
(Erick frunció el ceño)
-¿Anoche? No entiendo a lo que te refieres. Que yo sepa, anoche todos nos fuimos a la cama y nos quedamos dormidos.
-Epera. Dijó Joel. ¿Me estas diciendo que no recuerdas nada de lo que pasó anoche?
-No. Murmuró el menor. ¿Pasó algo importante?

Justo cuando Joel le iba a responder, Christopher apareció por la puerta, con un delantal colgando de la cintura.
-¡A comer!
-Dios del cielo. Exclamó Richard, quien acababa de salir del servicio. La temida hora está próxima.
(Joel se mostró alarmado)
-To-tome un desayuno muy sustancioso. Tartamudeó. Quiero decir almuerzo, un almuerzo que me llenó mucho. No podría comer...
-He tirado la sopa. Informó Christopher. Y he pedido comida China a aquel lugar del centro.
-Fantástico. Suspiró Richard. Estoy muerto de hambre.

Mientras comían, ni Joel ni Richard pronunciaron nada de lo que habia pasado anoche. Habian quedado en que "había sido solo un susto causado por el cansancio" y decidieron dejarlo pasar.
Esa misma tarde, cuando los chicos estaban haciendo un maratón de películas de Harry Potter, una alta melodía vino del cuarto de Joel, quien se levantó fugaz del sofá y agarró su teléfono.
-¿Quién era? Preguntó Christopher, viendo como Joel entraba pálido en el salón. ¿A ocurrido algo?
-Es mi abuela. Murmuró Joel, apenado. Me ha llamado mi madre para decirme que está muy malita, voy a tener que ir a su casa, al centro.
-¡Oh, dios mío! Exclamó Zabdiel. ¿Quieres que te acompañemos?
-No, muchas gracias chicos. Mi madre me ha dicho que prefiere que vaya solo.
-De acuerdo. Dijó Erick, dándole un beso en la mejilla. Dales recuerdos de nuestra parte, y ojalá que la señora Mari se ponga bien.
-Muchas gracias.

⭐⭐⭐

Tras pasar toda la tarde con su abuela, Joel decidió regresar a casa.
Le habían dicho que su abuela tan solo tenía una gripe y que pronto iba a estar como nueva. Eso era una buena noticia, pero había algo en el pecho de Joel que le decía que algo no iba bien.

En ese momento se encontraba atravesando un parque, el cual estaba a tan solo unas pocas cuadras de su apartamento.
La lluvia había comenzado a caer, cubriéndole el cabello de delicadas gotitas, y el barro salpicándole los pantalones, mientras atajaba por el parque cercano a casa.
De pronto, una figura apareció por detrás de un arbusto y se colocó frente a Joel.
Este de detuvo al instante, temeroso de que fuera un criminal. Pero cuando la luz de una de las farolas le alumbró el rostro, reconoció el rostro al instante.
-¿Alex?
-Joel Pimentel. Habló este, mientras se acercaba lentamente. Cuanto tiempo.
(Joel se cruzó de hombros)
-¿Que es lo que quieres? Tengo prisa.
-Vaya. Río Alex. ¿Donde ha quedado tu habitual amabilidad?
-Se quedó en Miami, cuando intentaste matarme.
-Que tiempos aquellos...
-Si. Y ahora, si no tienes nada más que decir, me voy a casa.
-¿A la de tus abuelos? Sonrió Alex. Si, la conozco. Tienes una vecina bastante agradable. ¿La Señora Sánchez, verdad?
(Los ojos de Joel se abrieron de par en par)
-Como hayas entrado...
-No te preocupes, no he entrado. Bueno, el menos yo.
-¿Que... que quieres decir con eso? Preguntó Joel, con el corazón golpeándole dolorosamente contra las costillas. ¿Quien ha entrado?
-No te lo voy a decir. Se burló Alex. Es mejor que lo averigües tú solito.

Regreso [Cnco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora