Regreso [Cnco]

CAPITULO 3

¡JOEL!
¡JOEL DESPIERTA!
¡JOEL POR FAVOR DESPIERTA!

Abriendo completamente los ojos e inspirando profundamente, Joel se incorporó rápidamente y se chocó contra algo duro.
-¡AUCH!
Llevándose ambas manos a la frente, este miró asustado a su alrededor, encontrándose con cuatro rostros mirándole fijamente. Sus amigos.
Estos estaban sentados en la misma cama que la que estaba él, con muecas de preocupación dibujadas en sus rostros.
-¿Joel?

Levantando lentamente la mano, Erick tocó a Joel la mejilla y se mordió fuertemente el labio, aguantando las lágrimas.
-¿Estás bien?
(Joel negó con la cabeza repetidas veces)
-No.. No lo sé. Dijó mirando confundido a sus amigos. No lo sé...
-Tranquilo. Dijó esta vez Richard amablemente. As sufrido una conmoción, es normal que estés desorientado.

Mirando con nerviosismo a sus amigos, Joel dejó escapar un largo suspiro y se tapó la cara con las manos.
-¿Que ha pasado?
(Christopher frunció el ceño)
-¿No lo recuerdas?
-No mucho. Contestó sinceramente Joel. Recuerdo vagamente algunas imágenes como una explosión, gente corriendo por todos lados, un hombre con gafas, mi madre... ¡ESPERA, OH DIOS MI MADRE!
(Christopher ladeó la cabeza)
-¿Que pasa con tu madre?
-¡ESTABA ALLÍ! Gritó Joel asustando a sus amigos. ¡ESTABA EN EL CONCIERTO!

Levantándose rápidamente de la cama, este agarró su teléfono y se lo colocó velozmente en el oído.
-Tengo que llamarla.
-Joel.
Levantándose también de la cama, Zabdiel se colocó al lado de su amigo y le apartó el teléfono de la oreja.
-Tu madre esta bien, de acuerdo? A estado aquí hace una hora.
-¿¡Que!? Preguntó sorprendido. ¿Y donde está ahora?
-Se ha tenido que ir. Contestó Richard. Dijó que tenía que trabajar, pero que te llamaría en cuanto pueda.

Asintiendo con la cabeza, Joel se apoyó contra la pared y soltó un largo y cansado suspiro.
-¿Que hora es?
-Las nueve de la mañana. Contestó Christopher mirando hacia la ventana. Tenemos un vuelo dentro de tres horas.
(Erick rodó los ojos)
-Aún no entiendo como pueden hacernos volar con todo lo que nos ha pasado.
-Por eso mismo lo hacen. Defendió Richard. Quieren sacarnos de México lo antes posible.
-¿¡Espera, que?! Casí grito Joel. ¿Porque quieren sacarmos de México?
-Por lo de ayer. Contestó Zabdiel abriendo de golpe las cortinas, dejando que abrasadores rayos de sol entrasen por los cristales de las ventanas. Piensan que fué un atentado.

Abriendo de par en par los ojos, Joel miró aterrado a sus amigos.
-¿Un... Atentado?
-Si. Suspiró Christopher. Algunos creen que la explosión de ayer fué ocasionado por el móvil defectuoso de una fan, pero he escuchado a Alejandro decir que él no piensa lo mismo, que tal vez lo que querían es hacernos daño.
(Mordiéndose el interior de la mejilla, Erick miró por la ventana, posando su mirada en un grupo de amigos que corrían y reían tranquilamente por la calle)
-¿Habéis oído alguna vez de la regresión a la media?
-No. Contestó Christopher extrañado. Creo que no.
-Básicamente es su forma de decir que la vida no puede ser del todo mala ni del todo buena, con el tiempo las cosas vuelven siempre al centro. Así que pensad en los últimos meses, las cosas han sido buenas, pero no increíbles.
-Si, pero... Nadie ha intentado matarnos en los últimos meses.
-Eso es. Hemos estado en medio durante mucho tiempo. Lo que significa que en algún momento la escala tiene que inclinarse hacía algún lado. Las cosas van a ir muy bien otra vez.
-O muy mal.

☆☆☆

El aeropuerto de México resultó estar de lo mas lleno; no solo porque era hora punta y estaban en pleno verano, sino porque el rumor de que Cnco iba a estar en el aeropuerto a esa hora hizo que miles de fans ocuparán gran parte de las instalaciones.

Caminando entre las fans que gritaban y gritaban una y otra vez los nombres de sus ídolos, los chicos se dirigieron rápidamente hacia la facturación, donde dejaron sus maletas y sus cinturones para que pasasen por el control de melates.

Cuando ya no quedaba nada mas que la maleta de Christopher por pasar, un fuerte pitido resonó por todo el lugar y las luces de la maquinaria se pusieron rojas, atrayendo a diez hombres de seguridad.
-¡TÚ! Gritó uno de seguridad señalando a Christopher desde la distancia. ¡NO TE MUEVAS!
(Sintiendo su corazón paralizarse, este miró aterrado a su manager)
-No te preocupes. Dijó Alejandro pasando una mano por su hombro. Seguro que no es nada.

Una vez al lado de Christopher, dos guardias de seguridad le agarraron bruscamente y le lanzaron de un solo movimiento al suelo.
-¡EHHH! Gritó Zabdiel enfadado. ¡¿QUE DIABLOS ESTÁIS HACIENDO?!
Al ver que Zabdiel estaba caminando rápidamente hacía los hombres que habían lanzado a Christopher al suelo, Alejandro le agarró fuertemente del brazo, deteniéndole.
-Estate quiero. Le dijó seriamente. No empeoremos mas las cosas.
(Dando un fuerte tirón, Zabdiel se soltó del agarre de su manager y miró enfadado a su alrededor)
Cientas de personas estaban mirandoles, mientras que susurraban entre ellos y sacan fotos sin escrúpulos ni vergüenza.

Levantando de golpe a Christopher del suelo, los dos hombres se seguridad le llevaron hacia una habitación donde en la puerta "Privado" estaba escrito en letras mayores.
Una vez allí, los guardias le sentaron en una silla frente a una mesa y le ataron las manos a ella.

Mirando con miedo a los hombres, Christopher se miró las manos, las cuales habían sido esposadas minutos antes y ahora estaban atadas a la mesa.
-Por favor. Dijó con voz temblorosa. ¿Podrían decirme porque estoy aquí?
(Levantando una ceja, uno de los guardias cogió un bastoncillo y se lo metió a Christopher en la boca sin aviso previo)
-Hemos encontrado estupefacientes en tu maleta.
-¿¡Espera, que?!
Echándose hacia atrás, Christopher consiguió sacarse el bastoncillo de la boca y miró confundido a los guardias.
-¡Eso es imposible! Yo no me drogo!

Sin decir una sola palabra, el hombre que le había metido el bastoncillo en la boca se levantó de la silla y salió por la puerta, dejando a Christopher con una gran confusión.

Trás unos largos minutos de espera, un hombre desconocido entró seriamente en la habitación, posando su mirada en Christopher, quien le miraba aterrado desde su silla.
-¿Eres Christopher Vélez?
-S-si. Respondió este con miedo en su voz. ¿Por favor, podrían sacarme ya de aquí? Necesito ir al servicio.
Haciendo caso omiso a sus palabras, el hombre caminó hacia la silla y se sentó entente de él.
-Hemos encontrado estupefacientes en tu maleta. ¿Pero eso tu ya lo sabías, verdad?
(Negando con la cabeza, Christopher se mordió fuertemente el labio, haciendo que una pequeña herida se formase en la comisura)
-Yo.. No.. No sabía... Eso no es mío.
-Ya, claro. Se burló el hombre. Eso decís todos.

Metiendo la mano en una bolsa negra que traía consigo, el hombre sacó una pequeña bolsita llena de un extraño polvo blanco.
-¿Sabes lo que es esto?
(Christopher negó con la cabeza)
-Me lo suponía. Sonrió. Esto es heroína, una droga muy tóxica y adictiva. Tú la llevabas en tu maleta, escondida entre las dos ruedas delanteras.
-¿¡QUE?! Gritó Christopher aterrado. ¡ESO ES IMPOSIBLE!
-No, no lo es. Contestó seriamente el hombre. ¡Ya me estoy cansando de este jueguecito que te traes! ¿Porque no admites de una vez que querías llevar droga a Miami?
-¡PORQUE ES MENTIRA! Gritó Christopher a punto de llorar. ¡YO JAMÁS HARÍA ESO!
(Dando un fuerte golpe a la mesa, el hombre se puso de pie y se encaró a Christopher)
-¡DÍME LA VERDAD!
-¡LO ESTOY HACIENDO!

Justo cuando el hombre iba a arremeter contra Christopher, la puerta de la habitación fué abierta y dos hombres entraron rápidamente con Alejandro siguiéndoles de cerca.
Este, al ver al hombre agarrar a Christopher de la camisa se enfadó bastante.
-¡Suelta al chico! Gritó caminando velozmente hacia el hombre. ¡Suéltale si no quieres que te denuncié ahora mismo!
Soltando de golpe la camisa de Christopher, el hombre miró con rabia a Alejandro, quien ya estaba al lado de Christopher.
-¿Estás bien?
-S-si. Respondió Christopher mirándole a los ojos. Creo que si.
(Asintiendo con la cabeza, Alejandro pasó la mano por sus hombros)
-No te preocupes, enseguida soluciono todo eso. Pronto estarás de vuelta con los chicos.