CAPITULO 14

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Este capítulo está inspirado en un episodio de una serie llamada Teen Wolf - motel California.

★★★

La noche en aquel sucio y viejo hotel pasaba lentamente; los segundos parecían minutos y los minutos horas.

Joel, quien no había conseguido conciliar el sueño se encontraba sentado en la cama, con su teléfono en las manos y mirando viejas fotografías de cuando los chicos recien habían ganado "La banda".
En ella lucían felices, con enormes sonrisas dibujadas en sus jóvenes rostros y deseando comenzar con su nueva vida.
Dios, añoraba esos tiempos. Añoraba sentirse todo el tiempo felíz, poder ver a su familia cuando quisiese y sobre todo, no estar en constante peligro todo el tiempo.
-Joel...

Saliendo de golpe en los pensamientos en los que se había sumergido, Joel giró levemente la cabeza, posando su mirada en Erick, quien le miraba con los ojos entrecerrados a la vez que bostezaba silenciosamente.
-Oh, hola. Susurró Joel dándo un tierno beso en la frente del menor. ¿Te he despertado?
-No. Murmuró el menor incorporándose lentamente. ¿Que hacías?
-Nada. Contestó Joel. Tan solo estaba viendo antiguas fotografías.
(Erick las miró con una sonrisa)
-¿Son de La Banda?
-Así es. Sonrió Joel. ¿Recuerdas lo bien que noslo pasábamos?
-Si. Dijó Erick arrebatándole el teléfono de las manos. Ese día fué cuando fuímos todos a la playa.
(Joel soltó una carcajada)
-Fué la vez que Christopher decidió meterse hasta el fondo del mar.
-Si! Río Erick. El muy tonto todavía no sabía nadar y tuvieron que ir a buscarle!

Soltando sonoras carcajadas, Joel deslizó sin querer el dedo sobre la pantalla del teléfono, mostrando una fotografía en donde salían los cinco chicos junto a sus madres. Todos parecían felices, cada uno abrazando a su respectiva madre.
Erick se tensó al instante.
(Joel abrió los ojos completamente, alertado ante el falló que había cometido)
-Erick...
-Lo siento. Murmuró este levantándose de la cama. Necesito tomar el aire.

Nada mas decir eso, el menor agarró un abrigo y caminó apresuradamente hacía la puerta.
(Joel le miró preocupado)
-Erick... Yo...
-Tranquilo. Dijó este colocándose bien el abrigo. No ha sido culpa tuya.
-¿Quieres que vaya contigo?
-No. Murmuró el menor mostrándole una falsa sonrisa. Estoy bien, tan solo necesito respirar aire fresco.

★★★

El aire frío de la noche chocó bruscamente contra la piel herizada del menor, quien tuvo que frotarse enérgicamente con los brazos para entrar en calor.
Fuera, la tormenta había amainando un poco dejando ver, por primera vez, la fachada del Motel. Esta tenía un aspecto totalmente lúgubre, con varios grafitis dibujados en las paredes dándole un toque criminal.

Soltando un largo y cansado suspiro, Erick se apoyó contra la pared y cerró suavemente los ojos.
-¿Erick?
Dando un fuerte brinco, este volvió a abrirlos asustado, encontrándose a Richard enfrente de él.
-¿Que haces aquí solo? Preguntó este último frunciendo el ceño.
(Erick se encogió de hombros)
-Pensar...
-Ya veo. Sonrió Richard. Yo he salido a buscar nuevas toallas, las de mi baño huelen todas a tabaco. ¿Vienes?

Asintiendo con la cabeza, el menor se separó de la pared y siguió a su amigo hasta la recepción del motel, donde tras la ventanilla, una anciana estaba escribiendo algo en un cuadernillo.
-Disculpe. Habló Richard llamando la atención de la anciana. La habitación que tengo es de No fumadores pero todas las toallas huelen a humo. ¿Podría darme algunas limpias?
(Mostrando una agradable sonrisa, la anciana asintió con la cabeza)
-Por supuesto, dáme unos segundos.

Mientras la anciana se daba la vuelta y buscaba dentro de un viejo armario, Erick se fijó en un cartel al fondo, donde el número 198 estaba escrito en este con letras mayúsculas.

-¿Que es eso? Preguntó haciendo que la anciana se diese de nuevo la vuelta

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-¿Que es eso? Preguntó haciendo que la anciana se diese de nuevo la vuelta.
(Esta miró al cartel con una media sonrisa dibujada en el rostro)
-Es una cosa interna del motel, mi marido insiste en dejarlo ahí.
-¿Que quiere decir?
-Es un poco morboso sinceramente. ¿Pero quieres saberlo?
(Erick asintió firme con la cabeza)
-Dígamelo.

Mirando a ambos lados para asegurarse de que nadie mas les escuchaba, la mujer se acercó aún mas a la cristalera de la ventanilla, quedando a centímetros de distancia de los dos jóvenes.
-Nunca seremos el número uno en cuanto a satisfacción de los clientes.
(Richard rodó los ojos)
-Es evidente.
-Pero somos el número uno en un pequeño e inquietante detalle; desde que abrimos y en mas que en cualquier otro motel de la ciudad tenemos el mayor número de huéspedes suicidados.
(Sintiendo un pequeño impulso, Erick miró al cartel)
-198.
-¡Y subiendo!

★★★

Una vibración despertó a Christopher del profundo sueño en el que había caído.

Abriendo poco a poco los ojos, este se incorporó en la cama y agarró el teléfono que descansaba sobre la mesita de noche.
-¿Hola?
(Un jadeo se escuchó al otro lado de la línea)
-Chris....
(Este se levantó velozmente de la cama)
-¿Mamá?
-Lo.. Lo siento. Susurró esta con la voz entrecortada. He intentado deterle pero ha entrado en casa.
-¿¡Quien?! Preguntó Christopher aterrado. Mamá, ¿Quien ha entrado en casa?
-Es él Christopher... El hombre que os hizó tanto daño... El que mató a los pares de Zabdiel y Erick.

Sintiendo como todo su mundo se desvanecía, Christopher notó como su cuerpo comenzaba a temblar.
-Mamá escúchame bien, tienes que alejarte de ese hombre.
-Ya es tarde. Susurró esta. Lo siento mi pequeño.

Justo cuando Christopher iba decir algo, un fuerte golpe se escuchó al otro lado de la línea seguido del grito desgarrador de su madre.
-¡DÉJALA MALDITO ENFERMO! Gritó Christopher con todas sus fuerzas. ¡TE MATARÉ, JURO QUE TE MATARÉ!

Sus palabras salían sin control, se sentía como un completo inútil, sin poder hacer nada para ayudar a su propia madre.
No quiso escuchar lo que venía a continuación, solo agachó su mirada y dejó que sus lágrimas salieran mientras se repetía "perdón" una y otra vez.

★★★

Ya había pasado mas de una hora desde que Erick había salido "a tomar aire fresco" y Joel se estaba comenzando a preocupar.
No debía haberle mostrado esa fotografía a Erick, y aún mas sabiendo lo unido que estaba con su madre antes de todo aquello.

Levantándose velozmente de la cama, este agarró su abrigo y salió apresuradamente a la calle.
-¡JOEL!
Girando su cabeza, este se encontró a Zabdiel corriendo en su dirección.
Este parecía estar preocupado por algo, ya que tenía el ceño fruncido y ambos puños cerrados.
-¡Tienes que ayudarme! Medio gritó este al llegar junto a su amigo. ¡Tienes que ayudarme a encontrarla!
(Joel frunció el ceño)
-¿Encontrarla? ¿A quien?
-¡A ANNABELLE! Ella sabrá como resolver todo esto.
Mirando a su amigo con auténtica confusión, Joel le agarró del brazo.
-Zabdiel....
-¡No! Suéltame! Gritó este soltándose del agarre. ¡Tengo que encontrarla!


Nada mas decir eso, este se dío la media vuelta y salió corriendo por el pasillo.
-¡ZABDIEL!
Justo cuando Joel iba a salir corriendo tras su amigo, todas las luces del motel se apagaron de golpe, dejándoles en una oscuridad total.

Regreso [Cnco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora