Regreso [Cnco]

CAPITULO 7

Maldita sea

Ya habían pasado mas de cinco horas desde que Richard había llamado a Zabdiel por teléfono y le había pedido que fuesen a buscarle.
Cinco horas en las que no había echo otra cosa que esperar sentado en un banco de la calle mientras comía sándwiches de todas clases, viendo como la gente pasaba a su alrededor y hacían sus vidas con total normalidad.
Habeces añora eso; ser "normal". Añoraba poder salir a la calle sin que decenas de fans le rodeasen en cuestión de segundos. Añoraba ir a tomar helados, salir al cine con sus amigos...
Pero después lo recordaba, recordaba todo lo bueno que había pasado en su vida desde que se había formado CNCO. Ahora tenía mucho mas que cuatro nuevos amigos y un grupo de personas extraordinarias que se preocupaban por ellos... Ahora tenía una familia.

-¡RICHARD!
Saliendo de golpe de los pensamientos en los que se había sumergido, este posó su mirada en un auto negro que había aparcado justamente enfrente de él.
Al principio se asustó y pensó en salir corriendo, pero en cuanto cuatro conocidas cabezas se asomaron por las ventanas, todo su miedo se esfumó de golpe.
-¡Richard!
Saliendo de un salto del auto, Erick corrió hacia donde su amigo y se abalanzó sobre él dándole un fuete abrazo.
-Oh, vaya. Río Richard al sentir los brazitos de Erick rodear sus hombros. Veo que me as echado de menos.
-Mucho. Murmuró este despegandose del abrazo y mirándole a los ojos. Pensaba que te había pasado algo malo.

Negando con la cabeza, Christopher salió del auto y dió unas cuantas palmadas a Richard en la espalda.
-Menuda primera cita la tuya, eh?
-Y que lo digas. Río Richard. Recordarme no salir nunca mas con una niña del exorcista.
-Dalo por echo.
-Bien. Dijó de pronto Joel dando una suave palmada. Ya tenemos a Richard, ahora volvamos a Nueva york.
(Frunciendo el ceño, Zabdiel miró a su amigo y le dió un pequeño empujón)
-Oh, vamos Joel! Desde cuando eres tan aguafiestas?
-Desde que prometí a Alejandro que no nos moveríamos de Nueva york. Además, nosotros ya no pintamos nada en California.
-Eso no es del todo cierto. Dijó Christopher mostrando una amplia sonrisa. Aún tenemos una casa a las fueras con nuestro nombre.

Tras decir eso, un incómodo silencio se hizó presente entre los chicos.
Y era normal, ninguno de ellos había vuelto a pensar en aquella casa... Hasta ahora.
-Yo no pienso volver allí. Dijó Erick a la defensiva. En esa casa han ocurrido cosas horribles de las que aún estoy intentando olvidarme, así que muchas gracias pero yo paso.
-Estoy con Erick. Dijó Joel agarrando al nombrado de la mano. Si vosotros queréis ir por mi bien, pero nosotros nos volvemos a Nueva york.
(Mirando a sus amigos con los ojos bien abiertos, Richard miró a Zabdiel)
-¿Tu que vas a hacer?
-No lo sé. Respondió este encogiéndose de hombros. Tal vez sea una buena idea volver allí a pesar de todo. Al fin y al cabo, ya no hay nada malo en esa casa que pueda hacernos daño.

Con una sonrisa de haber ganado dibujada en su rostro, Christopher dió una sonora palmada y agarró a Zabdiel del hombro.
-¡Pues ya está todo hablado! Nosotros nos iremos a "nuestra casa" mientras que Joel y Erick vuelven a Nueva york como unos niños buenos.
-¡OYE! Bufó Erick enfadado. ¡NO HAGAS ESO!
(Christopher ladeó la cabeza)
-¿Hacer el que?
-¡Atacarme psicolgicamente! Piensas que si me dices cosas como "nunca haces nada divertido" o "eres un niño bueno" voy a hacer lo que tu quieras. ¡Pues estás muy confundido!
-Tienes razón. Dijó Christopher apoyando su brazo sobre el hombro de Joel. Tu no eres el aburrido, el aburrido es tu querido noviecito; siempre haciendo las cosas a su manera... Aburridas.
-Christopher...
-Es verdad. Dijó este a la defensiva. No hemos echo nada interesante desde... ¿Hace un año?
-Eso no es cierto. Dijó Joel apartando el brazo de Christopher de su hombro. Ayer mismo salimos de fiesta sin el consentimiento de Alejandro.
-Ya, y tanto tu como Erick volvisteis a casa dos horas después.
-Eso fué porque...
-¡YA BASTA! Gritó de pronto Erick asustando a todos sus amigos. Esta bien, iremos.