CAPITULO 28

336 29 8
                                    

A mitad de camino a casa, la lluvia comenzó a caer aún más fuerte, dividiendo la atención de Christopher entre el camino y el volante, mientras intentaba localizar el parabrisas.
Las luces de la calle comenzaron a parpadear y Joel se preguntó si se avecinaba una tormenta más fuerte.

Las luces de fuera volvieron a parpadear. Una sensación fría recorrió la nuca de Joel y la piel se le puso de gallina. Su sexto sentido gradualmente se puso en alerta máxima. Por un momento se preguntó si estaban siendo seguidos.

Por el retrovisor no se veía ninguna luz y al frente tampoco había ningún auto; estaban completamente solos. No era un pensamiento muy agradable.
Cuando al fin Christopher encontró el limpiaparabrisas, la lluvia era tan fuerte que estos no podían con el agua.
-Creo que deberíamos parar. Dijó Christopher estacionando a un lado de la carretera. Con esta lluvia es imposible conducir.
Mirando aterrado a su alrededor, Joel se aseguró de que no había nadie más alrededor.
-Oye, tranquilo vale? Le dijó Christopher mostrando una tranquilizante sonrisa. No va a pasarnos nada. En cuanto la tormenta se calme volveremos a casa.
(Joel soltó un largo suspiro)
-De acuerdo.

⭐⭐⭐

Mostrando una enorme sonrisa, Zabdiel abrazó fuertemente a Alex, quien había llegado junto a Richard.
Alex era un viejo amigo suyo y de todos los chicos de La Banda. Fué unos de los primeros en salir, pero eso no hizó que perdiera el contacto con los chicos.

Sonriendo ampliamente, Zabdiel se separó del abrazo y miró de arriba abajo a su amigo.
-¿Dios mío, que haces aquí? ¡Estás muy lejos de México!
(Este se encogió de hombros)
-Me enteré por las noticias lo que os había pasado y decidí haceros una visita. Suerte que me encontré con Richard en la calle y me trajo hasta aquí. Miami está muy cambiado desde la última vez que estuve.
-Ya bueno. Río Richard. Las cosas cambian.

Mientras los tres chicos se dirigían hacía el salón, Alex no dejó de mirar a su alrededor.
-¡Vaya! Realmente tenéis una casa muy bonita.
-Si. Dijó Zabdiel sentándose en el sofá. Nos la dejó Ricky de "herencia". Creo que fué la única cosa buena que hizó por nosotros estando en su sano juicio.
-Si.. Suspiró Alex. Aún me cuesta pensar que os hiciera tal cosa. Parecía un tipo totalmente normal.
-Ya. Dijó Richard. Eso es lo que tienen los psicópatas, que parecen personas totalmente normales.
-¡Por cierto! Dijó Alex mirando a su alrededor. ¿Donde están los demás? Creía que viviais todos juntos.
-Christopher y Joel han salido y Erick está en su dormitorio durmiendo. Aún esta un poco traumatizado por lo que pasó.
-Pobrecito. Y sobre CNCO... ¿Que va a ocurrir? Por lo que sé estáis de descanso.
-Ahora mismo no sabemos lo que vamos a hacer. Respondió fríamente Zabdiel. Lo primordial es que todos estemos bien, eso es lo único que nos importa en este momento.
-Lo entiendo, pero ahora que habéis vuelto a no tener Mánager... estaréis buscando uno, ¿no?

Un fuerte golpe en las escaleras llamó la atención de los tres chicos, quienes miraron sorprendidos.
Justo en el último escalón se encontraba Erick, con un rostro totalmente serio.
-Alejandro a muerto hace menos de un mes. Habló fríamente mientras entraba en el salón. ¿Tu crees que nos vamos a poner a buscar un mánager así como así? Como si él no nos importará nada.
(Alex miró a Zabdiel y Richard sorprendido)
-Yo...
-¿A que as venido? Preguntó Erick colocándose enfrente suyo.
-No... no entiendo la pregunta. Respondió Alex confuso. He venido a haceros una visita, para daros ánimos.
-Ya, claro. Río Erick. Y por eso no paras de hacer preguntas sobre el grupo. Mira Alex, si lo que estás buscando es unirte o ser nuestro mánager o lo que quieras que quieras sobre Cnco, la respuesta es no. Y ahora puedes volverte de vuelta a casa, gracias.

Regreso [Cnco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora