Una vez acabada la tarde, me acordé que aún tenía el papel de Robert en el bolsillo, pensaba romperlo una vez saliera de allí.
-Esperadme fuera, voy un momento al servicio.
Anna entró al baño y salí a la calle mientras Robert pagaba la cuenta de lo que tomamos. Ya en la calle, saqué mi móvil para comprobar si tenía algún mensaje importante.
-¿No leíste la letra pequeña? A partir de las 0:00, ahora tengo cosas que hacer.
Robert apareció detrás de mi con una sonrisa. Saqué el papel de mi bolsillo y lo rompí. Me miró desafiante mientras los restos de papel caían al suelo.
-Deja de mirarme de una vez, te has pasado la tarde así, ¿No te cansas? -Dije enfadada-
-Ay, Carol... Qué bueno volver a verte.
Robert se acordaba de mí. Se me acercó con sus manos en los bolsillos de sus vaqueros azules.
-No puedo decir lo mismo, te recordaba más agradable. Has cambiado mucho, Robert, pero para mal.
Me separé de él mientras continuaba acercándose a mi.
-La verdad, tú también has cambiado, antes eras más guapa.
Robert rió y se paró delante de mi para continuar mirándome.
-Me vas a poner difícil el conseguir tu número, ¿Verdad?
-¿Difícil? Yo diría imposible. -Contesté evitando mirarle-
Anna salió por la puerta de la cafetería y se acercó a nosotros.
-¿De qué habláis? -Preguntó ella mientras se colocaba sus guantes-
-Ehh... Le comentaba a Robert lo mucho que me encantaría visitar el Allianz Arena algún día. -Improvisé nerviosa-
Escuchaba las risas de Robert por mi rápida respuesta evitando que respondiese él primero.
-Robert tiene que venir mañana al estadio de nuevo, ¿Quieres venir? -Preguntó Anna entusiasmada-
-Me encantaría. -Respondí al instante-
Respondí tan rápido que no me dio tiempo a pensar en lo que realmente dijo. Anna no concretó si ella también iría. Vi cómo los ojos azules de Robert se abrían como platos.
-Yo tendré que ir a Dortmund a terminar de recoger unas cosas allí, os acompañaré hasta el estadio, luego Robert se encargará de guiarte por allí. -Dijo ella con una sonrisa-
Anna terminó de hablar y Robert comenzó a reir en silencio detrás de ella mientras frotaba sus manos. Ya era tarde para echarme atrás, me esperaba una tarde sola junto a él.