-Robert, ¿No es ese Marco? -Dije nada más entrar al hotel-
Robert miró disimuladamente a su izquierda y observó durante unos segundos a los tres chicos que había sentados en la recepción.
-¡Robert! -Gritó uno de ellos-
-¿Quienes son? -Pregunté en voz baja-
-Marco y sus amigos -Respondió breve-
Robert soltó mi mano y me indicó que caminaramos hacia ellos.
Yo los miraba detenidamente, mientras que Robert comenzó a andar.
Le seguí despacio mientras los miraba de izquierda a derecha.
Un chico rubio con tatuajes, gorra y gafas de sol parecido a Marco me miraba al igual que yo a él.
A su izquierda, otro chico con un peinado parecido al de Marco, el único que no llevaba gorra de los tres, miraba su móvil concentrado sin, al parecer, importarle nuestra presencia.
El último de los tres, Marco, nos miraba sonrientes tras susurrarle algo al chico de su derecha, que no le hizo mucho caso.
Robert comenzó a saludarlos y yo comencé dirigiéndome a Marco.
Di un leve golpe en la gorra de Marco llamando su atención y le saludé con un choque de manos. Nuestra relación era cada vez mejor, y estaba muy contenta de eso.
-¿Y Anna? -Pregunté a Marco con mi mano enganchada a la suya-
-Se ha quedado en el hotel.
Asentí tras oír su respuesta y me moví unos centímetros para saludar al chico de mi izquierda.
-Soy Carol, encantada. -Saludé brevemente-
-Robin. -Respondió aún más breve-
Robert estaba delante del otro chico y me situé entre ellos para saludarle.
-Soy Carol, encantada. -Repetí esta vez con el otro chico-
-Hola, yo me llamo Marcel. -Respondió contento-
Sonreí por el buen humor que desprendía. Marcel era muy parecido a Marco en ese aspecto. De hecho, los dos chicos eran muy parecidos a Marco.
Me situé a la derecha de Robert. Él hablaba con Marcel mientras Marco los atendía y... ¿Robin? seguía concentrado en su móvil.
-¿Os alojáis en este hotel? -Preguntó Marcel mirándome-
Yo asentí mirándole al igual que él.
-Nosotros también. -Sonrió-
Yo aparté la mirada y saqué mi móvil de mi bolsillo.
-¿En qué habitación? -Preguntó Robert llamando la atención de Marcel-
-En la diez. -Respondió breve-
Robert asintió y Marco se levantó del asiento.
-Bueno, me voy. -Dijo colocando su gorra- Nos vemos esta noche. -Dijo mirando a sus amigos-
Ellos asintieron y Marco se giró y chocó su mano con Robert de una forma característica.
-¿Vienes? -Preguntó Marco-
-¿A dónde? -Preguntó Robert-
-Esta noche, de fiesta. -Rió-
Robert negó no muy convencido tras la propuesta de Marco y vi como Marcel hizo una mueca de desagrado.
-¿Y Carol? -Preguntó Marcel- ¿Se viene Carol?
Levanté la vista de mi móvil y rechacé la oferta de Marcel. ¿Dónde iba yo con esos tres de fiesta por Ibiza?
-Gracias, pero no. -Reí mirando a Marco-
Agotadas las ofertas de llevarnos a mi y a Robert de fiesta con los tres amigos, Marco se despidió de mi y salió del hotel.
Marcel y Robin se levantaron del asiento y se dirigieron junto a nosotros al ascensor del hotel.
-¿A qué habitación vais? -Preguntó, como no, Marcel-
-Diecinueve. -Respondió Robert-
Entramos al ascensor y varias preguntas asaltaron mi cabeza.
Si Marco salía esta noche, ¿Anna se iba a quedar sola? ¿Por qué no estaba con Marco ahora y estaba sola en su habitación? ¿Le caían mal los amigos de Marco?
-Entonces nos vemos mañana en la comida, Lewy. -Se despidió Marcel-
-¿Lewy? -Pregunté riendo-
-Sí, Lewy. -Rió-
Robert me miró y pasó su brazo por mi cuello.
-Adiós, chicos. -Se despidió Robert-
-Adiós, parejita. -Respondió Marcel sonriente-
-¿Por qué está tan contento? -Susurré extrañada-
-Siempre ha sido así, feliz y sonriente.
Asentí tras su respuesta y entramos a nuestra habitación.
-Eran los chicos del hospital, ¿Verdad? -Pregunté enchufando mi móvil al cargador-
-Chica lista. -Sonrió Robert-
-¿Cuánto hace que les conoces?
-Cuando conocí a Marco. Si eres amigo de Marco, es obligatorio que conozcas a esos dos. -Rió-
Miré la hora mientras bostezaba, las once de la noche. Froté mis ojos y miré a Robert.
-¿Cansada? -Preguntó-
-Mucho. -Respondí breve-
-Entonces, a dormir.
Robert se acercó a mi y agarró mis piernas haciendome volar por los aires. Estaba tan cansada que no me molesté en rechistar.
