Capítulo 27 -Lejos de preocupaciones

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-Te advierto, no podrás aguantar mi ritmo.

-Calla, Robert, podría aguantar tu ritmo y hasta el de Cristiano Ronaldo. -Reí-

Robert se frenó en seco justo en la puerta principal del parque al que bajaba siempre a correr.

-¿Insinúas que Ronaldo es mejor que yo? -Preguntó alzando su ceja derecha y señalándome con el dedo índice-

-No lo insinúo, lo afirmo.

Continué andando dejándo atrás a Robert y su querido orgullo.

-¡Vamos, se nos va a hacer de noche! -Grité mientras andaba y alzaba mis manos-

Robert volvió a andar no muy convencido y con ganas de debatir mis últimas palabras. Me situé varios pasos alante de la puerta principal y coloqué el cronómetro de mi reloj.

-Dos horas y media, diez vueltas al parque, hay cinco fuentes en mitad del recorrido y dos a unos metros más lejos en el final. ¿Empezamos?

Robert se quedó pensativo con sus manos apoyadas en su cintura, esos ojos azules con el reflejo del sol de frente era lo más bonito que había visto nunca.

-Si no aguantas mi ritmo, te quedarás atrás y perderás. -Sonrió-

-¿Perder? ¡No hemos apostado nada! -Le recordé mientras reía-

-Solo te digo, que si te quedas atrás, PER-DE-RÁS.

Le miré con desagrado y activé mi cronómetro. Ambos comenzamos nuestro recorrido apenas a unos centímetros de separación. Pulsé el botón de ''Reproducir'' en mi móvil y empecé a seguir el ritmo de Robert.
* * * *
A medida que nos ibamos acercando a la ''meta'' Robert aumentaba su ritmo para dejarme atrás, pero no lo conseguía, ya que, por muy cansada que estuviera, hacía todo lo posible para aguantar a su lado y ver de cerca su cara de rabia al alcanzarle de nuevo.
Quedaban apenas 2 metros para llegar al otro extremo del parque por décima vez consecutiva, mi lista de reproducción se reproducía por tercera vez. A centímetros de Robert y un poco más adelantado de mi, me miró sonriente y, cuando estaba apunto de hacer un sprint, subió una vez más la intensidad y de su boca salieron unas palabras que, en estas condiciones no deseaba oír.
-¿Otra vuelta?
Miré a Robert con desagrado una vez más, no me iba a rendir, no ahora.
-Otra vuelta más. -Respondí aceptando su reto-
-... ¿O acaso no puedes seguir mi ritmo? -Volvió a preguntar-
-¡Cállate! ¿No me has oído? -Grité alterada por mi agotamiento-
Robert rió y vio como me separaba unos centímetros de él. Agarró su móvil y sacó de su bolsillo unos pequeños auriculares negros.
-¿Ahora vas a escuchar música? -Pregunté algo enfadada por su gesto-
-Me gusta correr pensando en mis cosas. -Respondió en un tono relajado, todo lo contrario al mio-
-¿Y porqué no sigues sin música? -Volví a preguntar-
-Ya lo he pensado todo, ahora quiero ganarte. -Respondió sonriente-
Volví a mirarle con desagrado y volví a poner mi auricular derecho en mi oreja, me enfadaba cuando hacía ese tipo de comentarios, aunque realmente le amara con todo mi alma, aveces le odiaba. Mucho.
Aproveché mientras desenredaba sus auriculares para sacar unos centímetros de ventaja, con mucho esfuerzo, aumenté notablemente mi ritmo dejando a Robert a mis espaldas.
* * * *
Con el corazón a punto de salir por mi boca, con Robert a mi izquierda y a pocos metros de la ''meta'' noté como mis piernas comenzaban a temblar y mi visión empezaba a desenfocarse, miré a mi izquierda, Robert concentrado mirando al frente y algo sudado, no iba a ganarme, no ahora. A menos de un minuto para curzar la meta y algo más adelantada de Robert, un rayo vestido con una camiseta sin mangascon el logotipo de Nike y unos pantalones del Bayern de Munich blancos (y seguramente unos calzoncillos de su eterno rival) me adelantó por la izquierda situándose a más de un metro de mi y a centímetros de la ''meta''.
-No puede ser, ¡Joder! -Pensé-
Intenté dar mi último aliento para adelante, pero mis piernas amenzaron con desvanecerse. Demasiado tarde, el polaco ya había cruzado la ''linea de meta'' y se encontraba bebiendo agua de la última fuente del parque. Segundos después y muy enfadada llegué yo.
-Vaya, te ha ganado Robert Lewandowski, el que corre menos que Cristiano Ronaldo. -Oí mientras me acercaba a la fuente-
Evité mirarle, hasta escucharle, pero fue imposible.
-Te felicito, Durm intentó seguirme a este ritmo en un entrenamiento y por poco tenemos que hacerle el boca a boca.
Le ignoré una vez más, necesitaba tranquilizarme. Era muy competitiva, y más con el género masculino... y más con el odiable de Robert.
-Si quieres te puedo llevar en brazos hasta tu casa. O puedo ir a por el coche.
-¡Cállate! ¡Calla de una vez! -Grité-
Puse mi mano en la salida de agua de la fuente dejando una parte destapada y apuntando a ''El odiable'' haciendo que un chorro de agua saliese directo a por él mojando su móvil.
-¡Para! ¡Lo vas a romper! -Gritó preocupado-
Mi rostro era de venganza mientras secaba la pantalla de su iPhone con gran preocupación.
Volvió a su rostro normal y se acercó a mi con una sonrisa.
-Lo has hecho muy bien. -Susurró en mi oído después de pasar su brazo por mi cuello-
Besó mi mejilla y empezamos a andar hacia la salida del parque.
-¿En qué pensabas mientras corrías sin música? -Pregunté intrigada-
-En lo que te dije antes. -Sonrió-
-¿Y qué son ''tus cosas''?
-En lo que pienso mientras corro. -Repitió-
-Joder... -Susurré aburrida-
Robert me agarró más fuerte y rió mientras alborotaba mi pelo recogido en una pequeña coleta.
-Mis cosas eres tú. -Respondió finalmente-

See you again (Robert Lewandowski)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora