-¿Enserio aun estando de vacaciones quieres ir a correr? Estás loca...
-¡Robert! -Interrumpí- Levanta de la cama y ponte el chándal.
Eran las seis de la tarde y hacía dos horas desde que habíamos venido de la playa. Después de aprovechar la mañana bañandonos y tomando el sol, aprovechamos nuestra estancia en España para dormir una siesta.
Ahora, a petición mia, iríamos a correr.
Robert se sentó en el borde de la cama y frotó sus ojos varias veces.
Agarré sus pantalones de chándal del cajón y los lancé contra él.
Robert levantó la cabeza molesto y me miró. Volví a al cajón y agarré una camiseta blanca Nike que le había visto varias veces puesta y la lancé sobre su cara. No me dio tiempo a salir corriendo cuando Robert se levantó con la almohada en la mano y la chocó contra mia cabeza repetidas veces.
Tras una oleada de gritos y risas mias, Robert comenzó a vestirse para salir a correr por Ibiza.
* * * *
-Otra vez hemos salido tarde por tu culpa.
-¡Son las seis y media! No he tardado tanto.
-La próxima vez te despierto tirándote un vaso de agua fría.
Robert giró la cabeza rápidamente y levantó su dedo índice en señal de advertencia.
-Ni se te ocurra.
Yo le miré y sonreí con malicia.
-Bastante que me has levantado a gritos. ''Robert, Robert, vámonos a correr''
Reí por su pésima imitación y abrí la puerta del ascensor.
-Si quieres te despierto a besos y con pétalos de rosa, no te jode. -Dije saliendo del ascensor y cubriendo mis ojos con las gafas de sol-
-Y trayendo el desayuno a la cama, ya que te pones. -Rió saliendo del ascensor-
-Claro, ¿Algo más? -Reí-
Rodeé la cintura de Robert con mi brazo y él, tras besar mi frente, pasó su brazo por mi cuello como de costumbre.
-Qué raro que no esté Marco por aquí. -Dije mirando a mi alrededor-
-Lo raro es que esté. -Contestó Robert- Después de la fiesta de anoche seguro que aún estará en la cama.
-O tirado en un banco desde anoche. -Añadí-
Ambos reímos y salimos por la puerta del hotel.
* * * *
-¿Ahora quién es la que tarda? ¡Venga! -Gritaba Robert a pocos metros del hotel-
Se cumplían tres horas y media desde que salímos del hotel. En toda la tarde andamos más que corrimos, las diferentes cosas que nos encontramos por Ibiza nos fascinaban, y teníamos que parar cada momento para mirarlo, según Robert, éramos fáciles de sorprender. Sin contar con los pocos chicos que reconocieron a Robert y le pidieron fotos, por lo que también tuvimos que parar.
El diferente ambiente o la falta de ejercicio me hicieron cansarme antes de lo normal, por lo que Robert delante de mi me metía prisa a modo de venganza.
-¿A qué hora es la cena del hotel?
-A las diez. -Respondí- Nos da tiempo para duchamos y bajar a cenar.
* * * *
-Por una vez vamos a llegar puntuales a algún sitio. -Dije mirando mi reloj-
-Habla por ti, yo siempre soy puntual.
Miré a Robert sorprendida y él comenzó a reír.
Abrí la puerta de ascensor y recorrimos la recepción hasta llegar al restaurante del hotel. No era la primera vez que bajábamos, ni tampoco la última, ya que los restaurantes que había por las calles de Ibiza eran bastante caros y el salir del hotel sin que reconocieran a Robert era misión imposible.
Entramos al restaurante y mientras caminabamos, vimos a los amigos de Marco sentados en una de las mesas. Marcel se encontraba con la cabeza apoyada en sus manos y a segundos de quedarse dormido mientras que Robin miraba su móvil concentrado. con sus platos en la mesa.
-Vaya fiesta la de anoche, ¿Eh? -Dijo Robert golpeando en la visera de la gorra de Marcel-
-Coño Robert, qué susto. -Dijo acomodando su gorra-
Robin levantó la mirada de su móvil y miró a Robert.
-Se ha despertado hace menos de una hora, no quería bajar a cenar.
-¿Y Marco? -Preguntó Robert-
Marcel miró a Robin y ambos se encogieron de hombros.
-Cuando llegamos él fue a su hotel y nosotros al nuestro, no me ha hablado en todo el día. -Dijo Marcel-
-¡Pero si te acabas de despertar! -Insistió Robin-
-Seguirá durmiendo. -Rió Robert-
Chocaron sus manos despidiendose y fuimos a coger nuestra cena al buffet libre.
Robert sacó su móvil, tocó un par de veces su pantalla tras, al parecer, escribir unas palabras y volvió a guardarlo.
* * * *
-Marco no me responde. -Dijo tras mirar su móvil unos segundos-
Yo me bebí el último trago de Coca-cola y le miré extrañada.
-Pregúntale a Anna. -Dijo Robert dejando su móvil en la mesa-
Asentí y saqué mi móvil para preguntar a Anna sobre Marco.
-Está en línea. -Dije a Robert-
Él me miró indiferente a lo que yo comencé a escribir.
