-Hola, Anna, qué tal?
Decidí no preguntar directamente por Marco, porque si pasaba algo, no me lo contaría a la primera.
Levanté la vista de mi móvil para ver qué hacian Marcel y Robin.
-¿Contesta?
Giré rápidamente para mirar a Robert.
-Se lo acabo de mandar. -Contesté-
Robert asintió y se acomodó en la silla.
Salí de la conversación con Anna para ver la última conexión de Marco.
''Última vez hoy a las 6:22''¿Fue a esa hora a la que llegó de fiesta o fue después de venir de fiesta cuando se conectó?
Volví a la conversación con Anna. Sin razón, empezaba a preocuarme.
-Hola, Carol
-Que tal? Estas en tu hotel?-¿Contesta? -Volvió a preguntar Robert-
Escuché a alguien acercarse a nosotros y levanté la mirada de la pantalla de mi móvil.
-Chicos, creo que Marco no está en su hotel.
Robert se levantó de un salto tras oír las palabras de Robin.
-¿¡Dónde está!? -Preguntó captando la atención de todo el salón-
Mi móvil vibró y volví la vista a él con rapidez.
-Bien, estoy fuera, pasa algo?Me levanté de mi asiento y atendí a la conversación entre Marcel, Robin y Robert.
-Carol, ¿Qué dice Anna? -Preguntó Robert-
-No está en su hotel.
Robert chasqueó su lengua con enfado y dio un golpe en la mesa.
-Ha salido a buscarle. -Afirmó- Ella sola.
Ahora sí, todo el salón nos miraba.
-Vamos donde estuvisteis anoche. -Ordenó Robert a Marcel-
Robin y Marcel asientieron y salimos del hotel.
Opté por llamar a Anna para encontrarnos.
-¿Dónde estás? -Dije cuando descolgó-
Marcel, Robin y Robert me miraron asustados, con un gesto les hice saber que hablaba con Anna.
-No le encuentro, Carol.
Esas palabras me hicieron derrumbarme por dentro. Otra vez Marco, otra vez le pasaba algo.
-¿Dónde estás? -Volví a preguntar-
-No lo sé, no muy lejos del hotel.
-Deja de andar. Para. Estoy con Robert, Marcel y Robin, vamos a buscarle. -Dije siguiendo a Robert-
-¡Anna! -Gritó Robin-
Una silueta se giró de inmediato y yo colgué la llamada. Robin y Robert comenzaron a correr y yo les imité.
Robert frenó en seco cuando llegó a ella, Robin y yo le seguíamos aún corriendo desde atrás.
-¡¿Cómo se te ocurre salir sola?! -Gritó Robert enfadado-
Anna comenzó a llorar y se abrazó a Robert sin recibir respuesta del polaco, que la miraba desconcertado.
-¿Qué coño hace? -Pensé-
Pocos segundos después llegué hasta ellos y miré a Anna con gran enfado. Inmediatamente se separó de Robert y secó sus lágrimas con rapidez.
Robert, sorprendido miraba a Anna.