Llevábamos una hora de vuelo y aún quedaban otras dos horas para llegar a España. Robert veía una película a punto de quedarse dormido y yo me limité a escuchar música y actualizar mis redes sociales.
No teníamos noticias de Marco y Anna, estaban unos asientos más atrás que nosotros. Después de que pasaran por nuestro lado para sentarse no volvimos a verles.
No me creí capaz de aguantar tanto tiempo sentada en el avión sin moverme o aburrirme, no estaba acostumbrada. Me levanté de mi asiento tras hacerle un gesto a Robert y empecé a caminar hacia la parte trasera del avión. Me acercaba a los asientos de Marco y Anna donde solo se encontraba Marco. Marco se encontraba, al parecer, viendo una película al igual que Robert. Levantó la vista de su portatil para saludarme con un levantamiento de cejas, a lo que yo respondí con un leve golpe en su cabeza.
Seguí caminando en busca del servicio, hasta que visualicé dos puertas en un pequeño pasillo de lo que pensaba que era el final del avión.
Entré y me encontré un lavabo y un espejo. La puerta donde se encontraría el WC estaba cerrada, así que esperé a que se abriera mientras arreglaba mi pelo frente al espejo.
Pasaron unos minutos hasta que la chica que se encontraba detrás de la puerta apareció.
Rostro cansado, ojos rojos y cabello despeinado. Estaba claro que algo ocurría con Anna.
Estuvo a punto de volver a cerrar la puerta cuando me vió pero se resistió y se acercó al lavabo haciendo caso omiso a mi presencia.
La miré de arriba a abajo, había dejado de llorar no hace mucho y no tardaría en volver a hacerlo.
Mientras se miraba al espejo y lavaba su cara desesperadamente yo la observaba desde la puerta de donde salió ella hace unos segundos.
-Anna... ¿Pasa algo?
Levantó sus manos de su rostro y se giró lentamente hacia mi.
Tenía miedo. En su estado, no sabía si iba a optar por agarrar mi cabello y meter mi cabeza en el WC o iba a ponerse a llorar mientras me abrazaba desconsolada.
Me miró fijamente durante unos segundos mientras yo esperaba impaciente a que dijera algo.
-Ha sido la peor decisión que he tomado nunca. Carol, necesito hablar contigo.
Suspiré aliviada. Al parecer, Anna solo quería desahogarse conmigo.
Veía que de un momento a otro iba a caer desplomada al suelo así que la invité a sentarse en la tapa del WC mientras yo me posicionaba para mirarla atentamente apoyada en la pared.
-Vale Carol, tranquila, solo quiere hablar. -Pensé-
Cerré la puerta y Anna se sentó en la la tapa de WC, yo me apoyé en la pared de frente a ella y acomodé mi pelo nerviosa. Anna comenzó a llorar.
-No llores, Anna. ¿Qué ha pasado? -Pregunté haciendo que me mirase-
-Marco. No veo futuro a nuestra pareja, discusiones, gritos... Viajamos a España para pasar unos días solos y arreglar lo nuestro y os encontramos a vosotros aquí, luego la gorra de Marco, volver a ver a Robert y darme cuenta...
Escuchaba atenta a Anna hasta sus últimas palabras.
-¿¡Darse cuenta de qué!? ¡Joder, sigue hablando! -Pensé-
Anna se calló por completo y me miró secando sus lágrimas.
-Yo solo puedo decirte que tampoco ha sido agradable el encontraros a vosotros aquí. -Confesé- Y sobre la gorra... -Me pausé unos segundos-
