Ruborizada
Caminábamos en silencio y yo le miraba de reojo, la verdad es que este chico me atrae mas de lo que me gusta admitir. Hay algo en él que me hace sentir que de alguna manera estamos destinados a conocernos. Es como si de alguna manera la vida nos unió y ahora hace lo posible para que estemos juntos.
¿Saben porqué pienso eso?. Jack me obligó a ir a una fiesta, y lo hice apesar de que lo odio. Entonces lo vi y me hipnotizó por completo. Cuando creí que no lo vería de nuevo, mis padres dicen que deben hacer un viaje y yo me veo obligada a dejar mi vida en Wordinson y asistir a esta escuela. En donde no solo lo encuentro, sino que también, por casualidad dormimos en la misma habitación.
Acá lo único que no cuadra es que él esté enamorado de otra chica, y que además no me trate de maravilla, aunque creo que eso es algo que en algún sentido me obliga a buscar un trato diferente.
Le vi mirar de reojo mi blusa y ocultar una risa mordiendo su labio inferior. Le miré molesta con mis ojos entrecerrados, esto no quedará así Julian. No soy de la clase de persona que permite que se burlen de mi.
Me pregunto en donde habrá caído el helado de Julian cuando el corría, porque cuando estaba a mi lado ya no estaba en su mano.
(Julian) ¿No quieres cambiarte eso?- preguntó con cierto humor.
- Claro que si, pero no puedo- respondí con obviedad.
Él pareció pareció incomodarse por algo al quedarse pensativo, como si alguna idea hubiera pasado por su cabeza.
Llegamos al puesto y pedí de nuevo mi helado de chocolate y Julian uno de limón.
- Gracias- tomé el helado mientras que con mi mano libre guardaba el cambio en mi bolsillo trasero. La chica miró mi blusa e hizo un gesto de desagrado- ¿que pasa, nunca a visto ropa sucia?- pregunté irritada.
Ella pareció sorprenderse por mis palabras y Julian también, admito que hasta yo misma lo hice. Es solo que éste no es mi día, manche mi blusa favorita y dudo que esto vaya a quitarse.
Me di la vuelta y comencé a caminar, escuché que Julian le dijo algo a la chica antes de llegar a mi lado, me dio curiosidad por saber que le dijo.
Pero ahora mismo no haré preguntas sino algo mucho mejor, una venganza. Julian pareció caminar distraído y sin dudarlo estorbé mi pie en su camino. Cuando él cayó estallé a carcajadas, primero porque él así hizo conmigo y segundo porque también manchó su camisa.
Me puse a su altura mientras él miraba su camisa algo molesto por la mancha- ¿Ahora no te parece divertido?- pregunté con burla.
(Julian) Mas te vale correr por tu vida- dijo entre dientes.
- Ya no huiré de ti, quiero comer mi helado- dije con indiferencia volviendo a mi posición anterior, ya que estaba a su altura. Tomen en cuenta que él estaba en el suelo, estaba porque ahora se encuentra de pie mirándome como si tuviera a su peor enemigo enfrente.
(Julian) Te lo advertí- dijo tomando la mano en donde estaba mi helado y llevándola a mi cara. Él es mas fuerte que yo así que, aunque lo intenté él logró llenar mi cara de helado.
Abrí mi boca para protestar pero él lo hizo de nuevo- ¡tarado!- grité molesta con helado en mi boca, o lo que quedaba de el.
Él rió a carcajadas y yo sin poder evitarlo me contagie y comencé a reír también. Levanté un poco mi blusa con cuidado de no descubrir mi abdomen y limpié mi rostro-. Por tu culpa terminé de arruinar mi blusa- me quejé.
Él me miró de manera triunfante y yo negué con la cabeza mientras sonreía por su absurda actitud.
(Julian) Me tienes que devolver el abrigo- dijo luego de unos segundos.
Le miré sin entender- pero yo no tengo tu...
Mis palabras quedaron colgando de mi lengua al sentir cómo colocaba su abrigo sobre mis hombros. Mi corazón latió a mil y mis ojos estaban muy abiertos por la sorpresa.
Él comenzó a caminar como si nada hacia la heladería por tercera vez mientras yo aún intentaba comprender lo que sucedió. ¿A sido gentil conmigo? ¿porque?.
¿Y porque me a gustado tanto que lo sea?.
Él volvió al rato con otro par de helados y yo aún estaba en mi lugar, no me había movido ni un centímetro, me esforce por actuar tranquilamente, lo que es difícil tomando en cuenta que tu corazón desea salir de tu pecho.
- Gracias- dije sonrojada tomando el helado.
(Julian) Esta vez sin venganzas- me dio un guiño y comenzó a caminar. Me a puesto nerviosa.
Comencé a caminar a su lado y entonces quise hacerle una pregunta.
- Oye, ¿que le dijiste a la chica de la heladería cuando me fui?.
Él lo pensó por unos segundos y luego me miró como si hubiera hecho una travesura y estuviera muy orgulloso de eso.
(Julian) Que te disculpara ya que haber caído sobre popó te puso de malas.
Le golpeé en el hombro- que tonto eres- rodé mis ojos.
(Julian) Un tonto que te hace sonrojar- abrí mis ojos como platos al escucharlo y tal como él dijo, me sonroje.
- Eso no es verdad- negué con una débil firmeza.
Él rió al comprobar que estaba en lo cierto y yo aparté cubrí mi rostro nerviosa tratando de esconder el rubor en mis mejillas.
(Julian) No importa cuánto las cubras, de igual manera sé que te has sonrojado.
Suspire rendida y bajé mis manos. Comencé a comer mi helado para evitar decir alguna estupidez.
Cuando llegamos al parque tomamos asiento junto a los chicos. Estuvimos ahí conversando sobre las clases y lo que haríamos en vacaciones. Al parecer ellos son los amigos que irían con Blue al hotel en la playa. Pero aunque quisiera no puedo acompañarlos, me comprometí con mi tía para visitarla en vacaciones.
Luego de un rato volvimos a la escuela para descansar, aún no termino de acostumbrarme a esto de dormir en la escuela, menos mal que solo mis amigos me ven en mis ridículas pijamas que consisten en un pantalón de pijama negro y una blusa blanca holgada, a veces uso una gris. En fin, estoy en problemas porque me e encariñado con ellos y tendré que volver a Wordinson.
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ERES MI TODO [Sin Editar]
RandomLara Robinson. Una chica que asiste a la escuela Woldster y lleva una vida normal. Hasta que sus padres deciden irse de viaje. Conoce la alocada y romántica vida de ésta chica.