ERES MI TODO [Sin Editar]

Capítulo 35

Juguete. Eso soy para él. Hace un momento se besó con su, al parecer, novia. Ahora piensa que puede decirme que hacer, como si fuera suya.

Los últimos días me a tratado de lo peor, y no soy una idiota que caerá en sus juegos, no soy una cualquiera como Jenny, que pueda besar y dejar cuando quiera.

Aparté sus brazos bruscamente y lo miré llena de rabia. Él estaba sorprendido por mi acción.

El niñato esperaba que cayeras, eres inteligente Lara, sin sarcasmo.

- ¡Alejate de mi! No soy tu tonto juguete. No me importa lo que pienses, no me gustas, ahora mismo no me importas. No quiero que vuelvas a molestarme, pesado.

Él parecía estar aún en una gran nube de confusión. Aprovechándome de eso, me fui de ese lugar, así él no me tomaría de nuevo.

Caminé entre las personas buscando la salida.

(Peter) ¿Estas bien?- tomó mi brazo con suavidad. Iba a responder pero tenía un nudo en mi garganta, las lágrimas corrieron por mis mejillas y él comprendió que ahora mismo no puedo responder. Me abrazó y susurró- te llevaré a tu habitación- a lo que acepté asintiendo.

Salimos de ese lugar y él pasó su brazo alrededor de mi brindando la calidez que necesitaba. Yo llevo mis brazos cruzados por el frío, y él parece darse cuenta de ello.

Se quitó su chaqueta y sin decir nada la puso sobre mis hombros. Quería decirle- gracias- pero si hablo ahora mismo de seguro romperé de nuevo a llorar.

El levantó mi rostro y me miró fijamente con una linda sonrisa en su rostro- ¿quieres ir por un helado?.

Sonreí débilmente- creo que no estoy de ánimos para un helado.

- Para eso son los helados- dijo extendiendo su mano. La miré y lo pensé unos segundos antes de tomarla.

- De acuerdo.

8:00 ⓟⓜ

Tomaba mi estómago debido a la risa. E hecho esto tantas veces que mi estómago no soportará una mas.

- ¡Por favor, cuentalo de nuevo!- pedí entre risas.

(Peter) Me alegra que mis miedos te suban el ánimo.

- Lo siento, pero es muy divertido.

(Peter) Descuida, me gusta verte feliz.

Mis risas cesaron poco a poco y sus palabras daban vueltas en mi cabeza.

Quizás deberías considerar a alguien como Peter y no estar llorando por alguien como Julian.

(Peter) ¿Terminaras tu cuarto helado?.

Miré el vaso que aún tenía la mitad del helado y negué con la cabeza- se lo llevaré a Tae, le encanta el helado.

(Peter) De acuerdo, ¿quieres volver?.

- Si.

Nos pusimos de pie y comenzamos a caminar hacia la escuela. Hay algo que me molesta y mucho, y es que siento que lo estoy utilizando de alguna manera.