CAPITULO 1

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MARTA:

Nos besabamos apasionadamente, el calor que recorría mi cuerpo tumbado bajo el suyo no podía medirse. Ella chupaba y besaba mi  cuello, con una mano en mi cintura y la otra tiraba de la sabana para no descubrirnos con nuestros movimientos bruscos.

Normalmente me daría mucha vergüenza la idea de que cualquiera de nuestros compañeros nos pillase en esta situación, pero ahora solo podía pensar en ella, María, la chica que me hacia perder la razón.

Cuando acabó su ataque de besos a mi cuello, se separó un poco de mi y me miró, ambas con la respiración algo agitada. Sus ojos estaban clavados en los mios como mil flechas, hasta que sonrió y yo, con valentía, intenté tomar el control.
Agarre sus caderas y la empujé hacia un lado de manera que quede tumbada encima suyo. Nos besamos de nuevo, y su lengua se hizo paso entre mis labios para jugar con la mía. Noté como su mano intentaba colarse entre nuestros cuerpos pegados para meterla por debajo del pantalón de mi pijama.

-Marta, Marta!- al notar como alguien agita mi hombro, me despierto agobiada. Me cuesta unos segundos darme cuenta de donde estoy y de lo que estaba pasando. Joder, estaba soñando con María, que coño me pasa? Miro hacia el lado, donde aún su mano reposa en mi hombro y me mira con preocupación.

-Marta, estas bien? Estabas...jadeando?- me pregunta en un susurro y noto como empiezo a ponerme roja, suerte que no se ve en la oscuridad.

-Era una pesadilla- miento intentando recuperar la respiración normal.
-Estas sudando, cariño- dice pasando su mano por mi cara. Al notar su tacto, me entra un escalofrío y me aparto rápidamente. Bajo de la litera y la esquivo.
-Voy a lavarme la cara un poco.
-Te acompaño?- se ofrece, pero niego con la cabeza y corro hasta la puerta.

Me refresco un poco y me miro al espejo, pensando y pensando. Que se me pasa por la cabeza? Tengo novio joder. Y ella también. Es cierto que María me ha atraído desde el principio, pero nunca había llegado a este extremo.

Al volver a la habitación rezo por que no me esté esperando, y tengo suerte al verla tumbada en su cama, frente a la mía.
Intento dormirme de nuevo, dándole vueltas al coco, sin parar de pensar en Paco, en la canción tan bonita que tengo esta semana con Alba, en el pase de micros de mañana, y como no, en María.

MARÍA:

Me desvelo con un sonido que no consigo descifrar. Abro los ojos y miro hacia mi móvil. Las putas cuatro de la mañana. Joder, y mañana a primera hora tenemos urban, con ojeras, de puta madre todo.
Me pongo de rodillas sobre mi cama y miro por la ventana, pero me doy cuenta de que el sonido viene de la propia habitación. Miro al frente, la litera de Marilia, que duerme como un bebé en su cuna, y encima suyo Marta. Era ella. Esta con los labios entreabiertos y soltando sonido extraños, aferrada a las sábanas y respirando con dificultad.
Me acerco a su litera y la llamo varias veces, con cuidado de no despertar a nadie. Como no responde, agarro su hombro y la agito fuerte. Me asusta cuando se despierta, sentándose bruscamente y con los ojos como platos.
Me enternece lo asustada que parece, como una niña cuando tiene una pesadilla, está preciosa siempre, la verdad.

Me asegura que se encuentra bien y se marcha al lavabo. Yo me meto de nuevo en mi cama e intento coger el sueño. Aun que escucho cuando vuleve a la habitación y se sube a su litera, suspirando.

MARTÍA *She used to be mine*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora