CAPITULO 68

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Marta

Le ayudo a retirar la gasa despacito para no hacerle daño.
Me hace mucha ilusion ser la primera que vea uno de sus tatuajes, bueno, la primera sin contar la amiga que se lo hizo.
Siempre me han llamado mucho la atención, al principio creía que eran dibujos desordenados y sin mucho sentido, pero poco a poco me fue explicando el significado de cada uno de ellos y ahora me muero por ver el siguiente.

Me cuesta reaccionar cuando lo destapo: en el antebrazo, justo encima de la muñeca derecha, es pequeño y con una caligrafía simple "Ella"

-Ella?- consigo decir bajo su intensa mirada comprobando cada una de mis reacciones.

-Tú- dice. Aparto lamirada por primera vez, ahora de mi tatuaje favorito, y conecto con sus ojos- o sea, nosotras...nuestra canción- se corrije a si misma y sonrío dulcemente.
Nunca lo habría imaginado, que se haga un tatuaje pensando en mí me hace tan especial...

-Te gusta?- interrumpe mis pensamientos y asiento rapidamente.
-No dejas de sorprenderme- me inclino para acariciarle la cara y dibujo el contorno de sus labios con las yemas de mis dedos- eres de lo mejor- cierra los ojos ante mis caricias y yo sigo recorriendo sus pligues- de verdad- insisto.
Le cojo entonces la cara entre las manos y ella abre los ojos para mirarme. No me cansaría nunca de reperirle lo mucho que me gusta todo de ella.

Le sujeto firmemente la espalda hasta hacer tocarse nuestros torsos.
Me acerco a sus labios lentamente, pero antes de que pueda hacer lo que estaba deseando, unos golpes en la puerta nos interrumpen y se levanta de encima mío frustrada.

-Que pasa illo?- me acerco cuando la escucho hablar con Marilia y Miki en la puerta y hago lo que puedo por enterarme de algo.

-Que nos vamos a cenar y de party!- grita Marilia alargando mucho la i- que hacen sin vestir todavía malditas?

-Uy Marilia yo me encuentro fatal eh-
-Pero que dices? Anda cambiaros y salir que nos vamos ya. Pero ya de ya- insiste Miki damdo palmas para despertarme.
María nos mira apoyada en el marco de la puerta sin decir ni una palabra, como si no fuera con ella el tema.

-De verdad que me duele pechá la garganta, si salgo, en la gala de mañana y en la fiesta voy a morir- ambos ponen un puchero y suspirando dirigen su mirada a la rubia.
-María?
-Me quedo con ella chavales

A pesar de las muchas veces que le insistí que no era necesario, se termina quedando. Me sabe mal que estén todos por ahí de fiesta y ella me esté mirando desfallecer en la cama, pero es que de verdad que me va a explotar la garganta en cualquier momento.

-Matarte de hambre no te va a servir de nada, ya no te lo digo más- dice María sentándose a los pies de mi cama.
-No quiero salir Mari- respondo con tono de niña pequeña.
-No digo nada de salir coño. Solo bajar al restaurante del hotel, cenamos y luego te preparo un baño relajante y te acuestas, vale?- me da un beso en la mejilla antes de tirar de mis brazos sin darme elección a elegir.

Solo me apetece meterme en la cama y tenerla al lado, pero su plan tampoco suena nada mal.

Al bajar al restaurante, encontramos un cartel con el horario del Bufet, cerrado.
María consigue soltar todo tipo de insultos por la boca haciéndome reír a pesar de mi estado de mierda.

-Por que tienen esta puta mierda de horario? A Que hora cena la gente aquí tío?- se apoya de golpe en la puerta y esta se abre de repente, haciendo que la rubia caiga hacia dentro del restaurante y yo me descojone.

Cuando consigo recuperar el aliento la ayudo a levantarse del suelo y me gano un golpe en el en brazo. Me lo merecía.

-Hostia un piano!- grita cuando termina de echarme la bronca por mofarme de ella.
-Maria! Ven, no podemos estar aquí!- me ignora completamente y esquiva las mesas para llegar al piano de ambiente que tienen en el restaurante.
-Eso no lo pone en ningún sitio
-Pone que está cerrado.
-Pero no pone que esté prohibido pasar, ven que tocamos algo- suspiro derrotada y me termino sentando junto a ella en la banqueta.

MARTÍA *She used to be mine*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora