CAPITULO 4

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Maria

No se que he dicho o hecho, pero estoy seguro que la he jodido.
Cuando Marta sale de la clase de baile, pienso en ir detrás suyo, pero se que no me iban a dejar, y aun así solo quedan 5 minutos de clase.

Al sonar el timbre todos me preguntan por ella, y digo que se encontraba un poco mal pero que no se preocupen.
Me meto en las duchas y la veo el pelo a través del plástico. Me meto en la ducha de al lado, me desnudo y me enrollo en una toalla. No parece haberse dado cuenta de que estoy, así que decido preguntarle.

-Estas mejor?- miro de reojo esperando una respuesta y la veo pegar un brinco de la hostia y un grito. Miro al lado y ha desaparecido. Intento asomarme pero no veo una puta mierda. Joder, vaya hostia, no paro de cagarla. Salgo de mi ducha rápido y, cuando voy a abrir la suya, no me lo permite.

-Marta, dejame pasar.
-Estoy bien de verdad-me intenta convencer.
-Marta, te has hostiado y estas en el suelo, abre por favor.
La oigo intentar levantarse soltando un aullido.
Espero unos segundos mas para no arrancar la cortina de mierda, y finalmente abre, muy poquito a poco. Cojo la toalla que cuelga de la barra y le cubro el cuerpo.

-Lo siento, ha sido mi culpa-me disculpo mientras la intento incorporar, y no lo consigo. Esta encogida agarrándose la rodilla con cara de espanto.

-María, la rodilla...no puedo-se queja
-Amor, intenta sentarte- de nuevo, intento tirar de sus brazos, pero mis pies descalzos y torpes se resbalan con el agua de la ducha que sigue corriendo y acabo tendida sobre ella.
Ya esta, la estoy cagando, intento ayuda pero la estoy cagando.

Por un momento, su expresión cambia, quita la cara de dolor para mirarme sin mas, con cara de Marta. Y yo, sin moverme, con las manos apoyadas a los lados de su cabeza, alargo un brazo y cierro el agua.
Me quedo parada, inmóvil, mirando su rostro mojado bajo el mio. Noto como su mirada baja de mis ojos a mis labios, y como por acto reflejo, empiezo a acercar mi cara a la suya, nuestras narices se rozan y yo ladeo mi cabeza cuando...

Marta

Cuando Maria se cae sobre mi, pienso que el mundo se esta riendo en mis narices.

Simplemente me olvido del dolor, solo la veo a ella, al agua cayendo sobre nosotras y empapandonos como si fuese una película.

Cierra el grifo del agua y, cuando vuelve a mirarme, mi mirada baja a sus labios sin que yo se lo ordene. Yo me lamo el labio inferior y siento como su cabeza se inclina hacia mi muy poco a poco. Nuestras narices chocan, y las dos ladeamos la cabeza y cuando ya puedo sentir su aliento golpeandome en la cara, la puerta de las duchas se abre y Maria pone distancia a nuestros labios, pero no se levanta.

-Que cojones?!- no veo nada, pero oigo a Natalia sorprendida, y se acerca para vernos en el suelo tendidas.

--Ayúdame a levantarme coño!- le grita Maria con mala hostia.
-Que ha pasado?- pregunta levantando a Maria.
-Marta se ha caido, la he intentado levantar y me he resbalado también, somos inútiles vale?
Natalia asiente y entre las dos me sientan en el banco de las duchas.
La toalla empapada me pesa sobre el cuerpo, y la rodilla me arde aun mas que el resto del cuerpo.

-No puedo moverla- me quejo intentando estirarla.
-Vamos a llevarla a recepcion- dice Maria mientras se pone la ropa.
-No, no, no podeis conmigo!- grito con miedo. Son capaces de tirarme otra vez.
No me hacen ni puto caso, Natalia me pone una toalla seca encima de la mojada y se colocan a mis cosatados.

-preparada? - pregunta maria y yo asiento. Cuando me elevan del banco suelto un pequeño grito y me engancho a sus cuellos como puedo.

MARTÍA *She used to be mine*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora