MARTÍA *She used to be mine*

FINAL

María

-Por qué no me lo habías contado?- pregunto mirando como sus labios dibujan una sonrisa.

-Mari, lo último en lo que pensaba cuando me llamabas era hablarte de mí- dice apartando la vista de la carretera para mirarme a mí. Dios, esos ojos...no he entendido cuanto la he echado de menos hasta que la he visto. Hasta que ha besado mis labios. Hasta que me he sentido entre sus brazos.

-Joder Marta...- me muerdo el labio mientras la observo- vale, pero mira para delante que no me fío un pelo- su excusa no me convence. Hablamos todos los días, podía haberme dicho que se estaba sacando el carnet de conducir en cualquier momento.
Me molesta que siempre esté intentando mirar por los demás y dedique tan poco tiempo en ella.

-Ya estamos- dice aparcando en frente de su edificio.

<< (20:15) Mari: estoy en media hora.

(20:15) Afri: tía estoy con Damion en casa de mi madre, llama a la Marta.

Me cago en la puta. La avisé de la hora a la que llegaba, no era tan puto difícil, no?

(20:17) Mari: Afri no jodas, que Marta no conduce, como me va a recoger? A caballito?

(20:17) Afri: Cariño, te has perdido muchas cosas en dos meses, y entre ellas que tu chica se ha sacado el carnet.

¿Qué? ¿Por qué no me lo ha dicho? Hemos hablado todos los putos días por teléfono y nos hemos dejado una pasta en llamadas para que no me cuente las cosas?
<Relájate María, acabas de llegar>

Ya me duele la cabeza, el jet lag estaba empezando a afectarme pero ni de coña iba a malgastar una sola hora en dormir ahora.
No ahora que por fin estoy con ella.
Al verla me ha costado no tirarme encima suyo y revolcarla por el suelo. Su olor me ha recordado a tantas cosas que he tenido que hacer un esfuerzo por soltarla cuando ya llevábamos cinco minutos dando vueltas sobre nosotras mismas sin separarnos un solo centímetro. Dios, la quiero tanto...

-Joder, Marta...- digo pegando su frente a la mía- estás preciosa.-

-Anda calla- antes de que pudiera discutírselo, me calla pegando sus labios a los míos. Suspiro contra su boca dejando caer la maleta y mis bolsas al suelo para enmarcar sus mejillas entre mis manos. Llevo soñando con el momento en el que volvía a sus besos desde hace dos meses, así que no necesito ninguna excusa para asaltar sus labios.

Recorro sus labios carnosos con mi lengua antes de que ella abra la boca para darme paso.
Su suavidad y su ritmo son deliciosos, y me quedaría aquí a vivir toda la vida, pero estar morreándose en medio de un aeropuerto no podía ser muy duradero.

Salimos hasta el aparcamiento entre abrazos y caricias, no podíamos estar separadas pensando en la cantidad de tiempo que nos habíamos pensado y soñado pero lo más cerca que nos habíamos tenido era en esa eterna conversación telefónica prácticamente diaria.

-Qué quieres que te cuente?- me quejo entrando en el coche- te contaba todas las novedades cada día...eres tú la que no me ha dicho nada de lo que ha pasado por aquí-

-Todo sigue igual de aburrido que siempre- se ríe.

Fue la primera a la que le mandé las maquetas, las letras y las canciones completas cuando las íbamos acabando, bueno, además de a mis padres. Pero en ese sentido no tengo ninguna queja, pues ella también me iba mandando todos los trabajos que hacían aquí. Y no puedo estar más feliz.