CAPITULO 63

1.8K 130 28
                                    

Marta

No quería que se fuese así sin más.
No sin antes conseguir una forma de agradecerselo. No sé lo que habría ocurrido si no hubiese aparecido, y no quiero ni pensarlo.

-Quieres...quieres al menos entrar y te invito a algo? Me quedo con la sensación de que te debo algo- digo avergonzada y se le escapa una risa nerviosa.

-Gracias, pero acabo de llegar de viaje y me viene mejor dormir- asiento, segura de que no voy a conseguir convencerla y nos quedamos unos segundos en silencio. Un silencio que empezaba a ser incómodo, hasta que saca su móvil del bolsillo y me lo acerca.

-Ten, apuntame tu numero- dice y abro los ojos como platos, sorprendida, entonces le aparece una medio sonrisa y añade- es por si vas a denunciar, he pillado las matriculas, te vendrán bien- me explica. Noto como me pongo un poco roja, pero bajo la cabeza para apuntarle mi teléfono en el suyo y así ocultarlo.
Se da la vuelta según le devuelvo su móvil y comienza a andar calle abajo. Me hace un gesto de despedida, de espaldas, con la mano.

Me quedo mirándola mientras se aleja hasta que desaparece en un coche.

Que...raro todo. Tengo el cuerpo como si no hubiera pasado nada de esto, como si estuviera sumida en un profundo sueño y todo resultara ser eso mismo. Un sueño.

Supongo que será fruto de la borrachera, o de lo surrealista que ha sido la situación.

-Marta!- gritan detrás mío y pego un brico despertando enseguida de mi embobamiento
-Joder, que susto- me pongo la mano en el pecho y siento mi corazón revolucionado.
María se acerca hasta donde me encuentro y mira hacia la calle donde estaba mirando yo, totalmente sumida en mis pensamientos.

-Que coño haces? Llevo un rato buscándote, pensé que irías al baño- me regaña, pero con cierto tono de preocupación.
-He salido a tomar el aire. Me estaba mareando un poco- me froto la cabeza mientras tirito por el frío. María lo ve, y me abraza al instante dánome calor
-Ya nos vamos- me dice al oído y me deja un beso en la mejilla.

Creo que es la primera vez que respiro tranquila después de lo que ha pasado. Ahora que estoy con ella, sí. Me transmite toda la tranquilidad y seguridad del mundo. Sé que mientras esté a mi lado voy a estar bien.

Nos separamos un poco aunque yo sigo rodeando su cuello con los brazos.

Quiero contarselo. Quiero contarselo todo y que me abrace durante toda la noche hasta que me olvide de lo que ha pasado. Pero no me salen las palabras. Aunque creo que con ella nunca fueron necesarias.

-Estas bien?- acuna mi moflete con una mano y asiento.
-Ahora si- digo y me acerco para besarla. Tan solo sus labios bajo los mío, ya está. Justo lo que necesitaba.


Maria

-Ves? Sigues viva- me vacila Afri y le doy un codazo.
-Me la pela lo que digáis. No me gustan los aviones y punto-
De niña me solía dedicar a ver vídeos de catástrofes, sobretodo aéreas, y le pillé un miedo que flipas a volar, pero ahora me estoy hartando de viajes, así que ya me acostumbraré.

A la entrada del hotel, como siempre, pido un par de tarjetas para la puerta de mi habitación. Nunca he estado en un hotel sin perder la tarjeta, así que ya directamente pido dos por prevención.

-Va, quien me la guarda?- pregunto poniendo un pequeño puchero.
Afri se da la vuelta como si no me hubiera escuchado.
-Yo soy otro desastre chocho- dice Dave, y escucho a Marta suspirar detrás mío.
-Damela anda- sonrío y le doy un beso en la mejilla.

Nos han dado habitación a mi y a Dave en la tercera planta, y a Marta y Afri en la quinta. Ya me joderia.
No me ha apetecido discutir con la recepcionista, todavía me duele la cabeza de ayer. De echo todavía no entiendo como fui capaz de conducir hasta casa sin ningún herido...ni ninguna multa.

MARTÍA *She used to be mine*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora