CELESTINE

Eres mía

 Los gritos de Jane interrumpieron mi sueño, me levanté de golpe casi caigo de la cama, abrí la puerta confundida, me encontré en el pasillo a Kevin, estaba mirando las escaleras, fruncí el ceño y me volví hacía ellas. Jane se encontraba allí llorando, baje rápidamente y me senté junto a ella. 

Afuera escuché a Liam gritar y a Zack lo pude ver en la entrada hablando por teléfono, mientra observaba con el ceño fruncido fuera de la casa, allí supe lo que pasaba. Miré con tristeza a Jane, ella sollozaba en silencio, abrazando sus piernas, su respiración entrecortada, no pregunté como Adam se enteró, no quería escuchar su voz quebrada.

 Zack se volvió y me miró, su semblante era duro, él sabía, quizá me odiaba por ocultarlo también, pero el secreto no era mío, yo no era quien debía decir la verdad. Él negó y salió de la casa en silencio, suspiré, baje la mirada.

 - Debes hablar con él.- Escuché su voz lenta y pausada.- Yo estaré bien.

 - ¿De que hablas?.- Ella sonrió, pero aun estaba triste.- Ayer en la noche, estaba extraño, dijo algo sobre Dominic y..- Hizo una pausa.- No lo sé, no recuerdo.

 Me levanté, ella asintió y yo salí de la casa, a lo lejos observé a Liam dando vueltas en el mismo sitio, estaba enojado, sus ojos rojos y su respiración agitada. Giré mi cabeza y allí estaba él, hablando por teléfono, suspiraba aliviado por alguna razón. Me acerqué, mis manos comenzaron a temblar, quizá por lo que paso anoche, él se volví y me miró.

 - ¿Tienes algo que decirme?.- Pregunté. El negó sin mirarme.- ¿Qué te ocurre?, es decir, de un momento a otro te comportas tan extraño.

 - Tu deberías saber por qué.- Lo miré sin entender.- No diré nada,- bajó la mirada.

 - ¿Es sobre dominic?.- El gruñó.- ¿Esta bien le pasó algo?.

 - ¿Y por que debería de importarte?.- Preguntó mirándome, por primera vez vi como sus ojos me miraban con enojo.

 - No lo sé.- Desvié la mirada.

 - Ah ahora no lo sabes.- Volvió su vista al teléfono.- Y para que sepas, si te importa tanto, Dominic está bien.

 - ¿Es por eso?.- Levanté una ceja.- Por que pregunto por él, ¡pues no veo que tiene de malo!.

 - ¡Pues sí lo es!.- Me miró serio.

 - ¡Entonces no sé por qué!.- El debió la mirada irritado.

 - Por qué eres mía.- Me miró, tragué fuerte.- Y me molesta el hecho de que él haga eso.

 - ¿Hacer qué?.- Pregunté ignorando lo que acababa de decir.

 Se acercó hasta estar frente a mi,- Eso,.- Miro mis labios.- Intimidarte, puedo leer mentes y las cosas que piensa de ti no son de odio, coquetear contigo, incluso enseñarte cosas.

 - El no me enseñó nada.- Dije viéndolo a los ojos.

  -¿Segura?.- Vio mis labios y luego se alejó.- Entonces deberías alejar tus pensamientos la próxima vez que te bese, si es que vuelve a pasar.

 Y se fue, me quedé allí sin entender, él volvió a leer mi mente, seguro vio el día en el que me mostró el lobo. Bajé la cabeza, ahora entendía por qué Zackary no esta contento con su hermano, quizá ni le importe que esté vivo. Metí ambas manos en mis bolsillos, aun Liam seguía allí, parado, pero esta vez me observaba, creo que escucho todo.

 Él me hizo señas, de que me acercara. Lo hice, el bajo la mirada hasta que estuve frente a él, me abrazo y se quedo allí, apoyó su cabeza en mi hombro. Acaricié su cabello y lo escuché reír.