Capítulo 17

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 La brisa fría chocó contra mi rostro, el dolor se fue, dejando una sensación extraña en mi cuerpo. Los ojos celestes de aquel chico estaban en mi cabeza, ese chico lo sabía, él sabía que estaba soñando. Pero era humano, aunque eso era imposible, un humano no haría eso. Aunque si existen criaturas, hechizos y seres extraños es posible que un humano pueda hacerlo.

 Me levante directo al baño, en dos días sería navidad, un nudo en mi estomago me puso nerviosa, una sonrisa se dibujó en mi rostro mientras me sumergía en la tina. Cerré mis ojos concentrandome en el agua tibia en mi cuerpo, era algo relajante. Suspiré.

 - ¡Celestine!.- Me sobresaltó al oír la voz de Adam.- ¿Donde éstas?.

 - ¡Espera!.- Me cubrí al ver que la puerta se habría.- ¡Me estoy bañando!..- Escuché su risa.- ¿¡Qué te sucede!?.

 - Nada.- Rodé los ojos.- Solo quería saber si estabas despierta, jane quiere salir de compras y no quiero ir. Me hará dar vueltas, y pasar por tiendas una y otra vez.

 - ¿Quieres que vaya yo?.- Tomé la bata de baño.- Bien iré, pero me debes el favor.- Escuchaba como daba brincos de felicidad.

 - Eres la mejor cielo.- Me abrazó cuando abrí la puerta, le devolví el abrazo.

 - Lo sé.- Encogi los hombros.

 Le hice señas de que saliera pero el se sentó en mi cama ignorandome, bufé. Abrí el closet y tome una camisa negra y unos jeans blancos, tome las botas negras y un abrigo del mismo color. Me hice una cola de caballo observando a Adam, tenía sus ojos cerrados, sabía que no quería verme mientras me cambiaba. Cuando se quedaba en mi casa siempre lo hacía, aunque fuera un chico muy curioso respetaba, bueno a mi sí.

 - Listo.- Él de inmediato abrió los ojos pero no se movió, me observó por unos segundos.- Terra llamando a Adam.

 - Eh,- Hiso un puchero, reí.- Faltan dos días para navidad.- Apretó sus mejillas como niño pequeño.

 - Ustedes no celebran eso.- Dije rodando los ojos mientras ataba mis botas.

 - Oye.- Se cruzó de brazos.- Somos diferentes pero tenemos corazoncito y sí la celebramos por costumbre.- Me dió un leve empujón.- Nosotros también tenemos familia, bueno en los vampiros es diferente.

 - Nunca conocí a tú familia.- El rodó los ojos, algo me dijo que odiaba a su familia.

 - Ellos...- Busco la palabra apropiada.- Estan bien.

 - Claro.- Terminé y me levanté.- Vamos, tengo hambre.

 El asintió me siguió hasta la puerta y la cerró detrás de él, bajamos en silencio ninguno dijo nada. 

 Dominic discutia por telefono, sus gritos se escuchaban por toda la casa, al llegar a la sala estaba él agarrando su cabello con brusquedad. Entré a la cocina encontrándome con con Zack tomando sangre en un vaso, cada vez que lo veo me da asco. Elevó el rostro y sonrió al verme, señalo el plato y me senté frente a él.

 - Gracias.- El encogió sus hombros. Había preparado el desayuno.

 - Sabía que Adam te levantaría para que vayas con Jane de compras.- Dejó el vaso en el fregadero.- Y deje tu desayuno listo.

 - No tenias por qué hacerlo.- Él suspiró y sentándose frente a mi.

 - Ya lo hecho, hecho está.- Respondió viendome a los ojos, sentí la sangre subir a mis mejillas.

 Baje la cabeza, un mechon cubrió mi rostro y mis mejillas a punto de explotar. No era por lo que dijo, sus ojos azules de alguna forma me ponían nerviosa. Él carraspeó llamando mi atención

 - ¿Te sientes bien?.- Me miró con preocupación, yo negué rapidamente.- ¿Es por lo que dije?.- Levantó una ceja.

 - No, yo... Ah.- Carraspeé.- Estoy bien. No eh, no fue por lo que dijiste, eh.

 - Esta bien.- Sonrió.- ¿Extrañas a tu familia?.

 - Eh.- El me miró neutro esperando mi respuesta.- Sí.

 El abrió la boca para hablar pero la cerró de golpe al escuchar pasos detrás de mí.

 - ¡Buenos días!.- Me sobresalté al oír la voz de Jane.- Vamos niña, se nos hará tarde.

 Jane me jaló con fuerza levantándome de la silla de golpe, escuché la risa de Zack. Miré hacía atras, lo fulminé con la mirada, el me guiño un ojo. Rodé los ojos, al pasar por la sala Dominic estaba sentado en el sillo con ambas manos sobre su cabeza y su teléfono en el suelo, hice una mueca al ver el teléfono destrozado al lado de la pared.

 Hoy sería un día muy largo, lo sabía porque Jane no paraba de hablar y de caminar por las tiendas buscando un vestido especial para noche buena. Yo no sabía que comprar, todo era precioso pero no encontraba algo que me llamara la atención.

 - Pasamos por cinco tiendas y aun no encuentras nada.- Dijo Jane viendo los vestidos.

 - Lo mismo te digo.- Me crucé de brazos. Mis ojos viajaron a un chico no muy alto que entró a la tienda de al lado.

 Me recordó al chico del sueño, quiza era un elemento, seguramente encontré otro elemento,sacudí la cabeza ignorando aquella teoría. Salimos de la tienda pero no conseguimos el vestido que quería Jane, mientras caminabamos hacia otra eché un vistazo a la tienda a la cual entró el chico. Me detuve en seco al ver sus ojos azules detrás de las gafas, era él.

 - ¿Qué te sucede?.- Jane me examinó.- ¿Estas bien Cel?.

 - Encontré un elemento.- Murmuré, ella abrió los ojos desconcertada. -Allá.- Señalé la tienda de música.

 Ella me jaló hasta ella, me detuve pero ella lo volvió a hacer sin soltar mi mano. No quería entrar, un nudo apareció en mi estomago y mis manos comenzaron a temblar.

 - ¿Quién es?.- Jane lo buscó con la mirada esperando mi respuesta.- ¿Quién es?.- Repitió susurrando.

 - Es.- Lo busqué encontrandolo tocando una guitarra.- Él.- señalé al chico, mis manos temblaban.

 Jane caminó hasta él dejandome en la entrada, él chico la miró mientras ella se acercaba. Empezaron a hablar, no pude escuchar nada estaban muy lejos. El chico me miró por unos segundos yo desvie la mirada, estaba nerviosa no por que sabía que era un elemento tenía miedo. No sabía por qué.

 - Cel.- Jane llamó mi atención.- ¿Puedes venir?.

 Me jalo fuera de la tienda, el chico venia detrás de nosotros con ambas manos en los bolsillos y la cabeza gacha. Llegamos a una fuente del centro comercial, Jane se detuvo y marcó el número de Adam y se alejó de nosotros mientras repicaba.

 - Hola.- Me sobresaltó al oír al chico.- Disculpa, ¿Te asuste?.- Lo miré.

 Me observaba confundido, esperando mi respuesta. Su voz era muy tierna, al igual que su rostro, le calculé 16 años pero era un poco más alto que yo, seguramente del tamaño de Jane y es que yo era un pitufo. Pero no tanto, ya que Zack y Dominic lo pasaban facilmente. Sus mejillas estaban rojas por el frio. 

 - Eh.- Me sacó de mis pensamientos.- ¿No escuchaste lo que te he preguntado?.- Tenía un extraño acento.

  - Ah sí.- Fruncí el ceño y sacudí mi cabeza.- No me asustaste. Solo...

 - Llamé a Zack.- Jane sí me asustó.- Vendra en veinte minutos, es increible que ya sepas quienes somos.- Miró sorprendida a Jane.- ¿Cómo lo sabías?.

 - Solo lo sé.- Se encogió los hombros bajando la cabeza.

 - Vaya que respuesta.- Dijo Jane rodando los ojos.- Soy Jane.

 - Kevin.- Respondió elevando su rostro para mirarme fijamente.- Kevin Dosson.

CELESTINEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora