Capitulo 27

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 Pov. Luckian:


 - ¿Qué haces?.- Gritó desde la puerta.- Debemos salir de aquí.

 - No seas idiota.- Abrió la puerta.- Tenemos que buscar los collares, antes de que sea tarde.

 - Yo iré por Celestine.- Kevin corrió por las escaleras.

 Escuché como bajaba, mi sentidos estaban más agudos y podía escuchar sonidos a metros. Mi vista mejoró notablemente al igual que mi fuerza. Dí una patada a la puerta y esta cayó al suelo dejando ver la oficina principal de la mansión, era amplia. Un gran ventanal y delante de él un gran sillón. Zack se movió rápidamente buscando en las paredes y bajo la alfombra.

 Mientras que yo revisaba por el escritorio, abrí los cajones pero solo habían papeles, mis ojos se posaron en una carpeta negra que tenía por nombre elemento X. Fruncí el ceño, di un vistazo rápido a la puerta y a Zack que buscaba en los estantes. Tomé la carpeta, dentro tenía información personal de una persona anónima, no había foto y tampoco nombre.

 Una explosión hizo que soltara la carpeta y esta cayó al suelo, todos los papeles se regaron por el suelo. Zack me miró rápidamente y salió dejándome en la oficina. Me agaché y tomé una hoja que estaba tachada de rojo, la metí en mi bolsillo.

 Al salir de la oficina no encontré rastro de Zack, me asomé por una ventana. Todos los invitados salían corriendo de lugar, fruncí el ceño al ver a Celestine discutiendo con Kevin. No pude ver más ya que sentí un fuerte golpe en mi espalda haciendo que cayera al suelo, me giré rápidamente pero algo me golpeó en la cien, mi vista se nublo.

 Toqué mi cien, gemí al sentir la sangre bajando por mi nariz. Escuché una risa aguda, era una chica. Sentí mi cuerpo pesado, intente levantarme pero fue en vano, una aguja penetró mi cuello. No podía ver lo que hacía pero dolía, me moví bruscamente haciendo que la aguja se rompiera, pero quedo dentro de mi cuello.

 Sentí una fuerza ajena en mi cuerpo obligándome a abrir los ojos, pude ver a la chica frente a mi con una jeringa en la mano. Me levanté, ya no sentí ningún dolor solo quería acabar con ella. La joven retrocedió con temor en sus ojos, soltó la jeringa e intento correr pero cayó al suelo.

 Sonreí al verla de esa manera, por mi mene pasaron varías maneras de matarla. De mis manos emergió fuego, observé como danzaba atravesar de mis manos sin pensarlo dos veces puse ambas manos en Dirección a ella. Escuché como sollozaba, sonreí para luego quemarla viva.

 Un golpe en mi cabeza hizo que despertara, maldecía en mis adentros, me caí de la cama. 

 - Que mier...- Me levante rápidamente al ver la alfombra envuelta en llamas.- No no no no.

 Entré rápidamente al baño, mientras salía con un poco de agua tropecé cayendo al suelo, cerré con fuerza los ojos para evitar enojarme más. Al ver que la llamas llegaban a la puerta arrastré la alfombra y en un segundo las llamas se apagaron y mi pecho comenzó a arder. Me quedé como un idiota viendo el humo salir de la alfombra, recordé como había provocado al explosión y la muerte de la chica.

 Baje el rostro, observé mis manos, sabía de lo que era capaz pero el miedo de saber que podría hacer daño me asqueaba. Regulé mi respiración, me levanté como pude y tome la alfombra llevándola afuera. Mientras bajaba las escaleras recordé la vez que asesine a una señora para quitarle el auto, cuando entré encontré a su hijo llorando, pues el vio como asesine a su madre.

 Al ver sus ojos, aquellos ojos que me observaban con temor, los mismos con los que me miró aquella chica. Sentí como mi corazón se hacia pequeño, lagrimas bajaron por mis mejillas sin permiso. Me prometí no volver a matar y ahora es lo que haré.

 - ¿Que rayos le pasó a tu alfombra?.- Kevin salió de la cocina.

 - La deje afuera secar con el sol y lo olvidé.- El frunció el ceño y yo salí de la casa.

 Caminé hasta los contenedores y la deje allí, metí ambas manos en mis bolsillos, suspiré. Observé el bosque, entrecerré los ojos para ver de cerca a Dominic, salió del bosque limpiando su pantalón y sin mirarme entró a la casa. Pasó por mi lado, percibí un olor extraño, ajeno al de él. Pero no dije nada, no era mi problema.

 Entré a la casa, Zack se encontraba llamando por teléfono, Dominic subió las escaleras, Kevin desayunaba en un sillon viendo caricaturas. Me senté a su lado y le quite un sandiwch.

 - ¡Oye!.- Chilló como niño pequeño, bueno realmente lo era.- La próxima vez te haces unos.

 - Ajá.

 - ¿Estas mejor?.- Zack me preguntó al colgar. Yo asentí.- Bien, ¿Sentiste algo Distinto?.

 Negué, evité su mirada ya que sabía que podía leer la mente.

 - ¿Como ésta Celestine?.- Cambié de tema.

 - Aun no despierta.- Se recostó de la pared y cruzó sus brazos.- Eso me preocupa.

 - ¿Y Jane?.

 - ¿Por qué enano?.- Lo miré curioso.- ¿Te gusta?.- El me miró mal y negó.- Si claro.

 - Y no me digas enano.- Yo rodé los ojos y el gruñó.

 - Zack.- El me miró.- Creo que tengo algo que puede gustarte.

 El frunció el ceño, me levanté y le indique que me siguiera. Antes de irnos golpee la cabeza de Kevin y este se ahogó con el sandwich, aguanté la risa. Mientras nos alejábamos escuché las quejas de kevin e insultos hacia mi. 

 Entramos a mi habitación, él se sentó en mi cama y arrugó la nariz.

 - ¿Tú consumes drogas?.- Preguntó oliendo la habitación. Yo negué riendo.

 - Consumía.- Respondí abriendo un cajón y tomando la hoja.

 - ¿Entonces?.- Preguntó curioso, observó la hoja.- ¿Por que huele a algo quemado?.

 - Pues.- Le entregué la nota y rasqué mi nuca.- La alfombra se quemó, la deje mucho tiempo en el...- Paré ya que me dí cuenta que el podía leer la mente y sabría que estoy mintiendo.

 - ¿Me estas ocultando algo?.- Levantó una ceja y yo negué sentándome a su lado.

 - Es algo que encontré el día de.- Hice una pausa y observe como leía la hoja.- Explosión.

 Vi como fruncía el ceño a medida que miraba las la carta, arrugó la nariz y pellico su nariz.

 - Maldición.- Murmuró entre dientes.-  Están planeando una emboscada.

 - Pero ya no sería.- El me miró confundido.- Ya lo sabemos.

 - No es para nosotros.- Suspiró.- Es para el sexto elemento.



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