Capítulo 22

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 Las calles oscuras me dieron escalofríos, no sabia donde me encontraba con exactitud. Lo único que reconocí fue la luna sobre mí, solo escuchaba mi corazón desbocado y mi respiración entre cortada.

 Me encontraba en medio de la calle, a mi lado izquierdo arboles frondoso y más allá de ellos una oscuridad perturbadora. A mi lado derecho casas con las luces apagadas, solo un faro irradiaba una tenue luz. Miré mis pies, no tenía zapatos y las calles estaban hechas de un material extraño.

 Me sobresalte al escuchar un ruido a lo lejos, corrí hasta los arboles escondiéndome detrás de uno. Después de unos minutos a o lejos pude divisar a un chico correr y detrás de él un carruaje. Fruncí el ceño, el chico cayó al suelo tropezando con el faro, vaya golpe que se dio en la cabeza.

 Solo pude observar que se encontraba vestido de negro y con una capucha, el chico intento levantarse pero del carruaje bajaron dos personas mas altas que él. Una de ellos lo tomo por el cuello haciendo que se levantar, en ese momento su capucha cayó, abrí mis ojos como platos pues lo reconocí.

 - Vaya, vaya.- Habló con ironía aquel hombre.- ¿Pero que tenemos aquí?.

 - Vete a la mierda.- Escupió Liam observándolo con enojo.

 - Esa no es forma de hablarle a un superior joven Liam.- Lo soltó y cayó al suelo de rodillas tosiendo.- Por tu falta de respeto y la manera en la que huiste deberíamos darte un castigo.

 Liam no dijo nada, permaneció con la cabeza gacha, noté que en su mano derecha y en su cuello habían tatuajes, que no vi nunca en su piel. El hombre que lo tomó anteriormente le dio una patada en el estomago haciendo que Liam gritara. Me moví con la intención de evitar que le siguieran haciendo daño pero algo no me lo permitía, mi temor.

 Eso no es real.

 - No seré uno de ustedes, ni de chiste.- Gimió en el suelo, los hombres carcajearon.

 - Por mi, te arrancaría el corazón pequeño malcriado.- Lo tomó por el cabello bruscamente haciendo que lo viera a los ojos.- Pero agradece que soy tu padre. Y no te estoy preguntando, seras como nosotros.

 - ¡No!.- Espetó, su padre cerró los ojos con clara frustración.- No seré un monstruo como ustedes, me dan asco. Y no pienso hacer lo mismo que hicieron con mi madre.- Dicho esto le escupió a su padre y este le dio una cachetada haciendo que cayera al suelo.

 - ¡Tú madre era una golfa!.- Espetó frente a él.- Da gracias que ella no quiere que te mate y yo tampoco.

 - ¿Porqué?.- Preguntó crédulo.- Por que sabes que sin mi no conseguirán nada, por que sabes de lo que soy capaz y por eso no me mataste cuando pudiste. Ahora no quiero nada, ni de ti, ni de ella. Váyanse al infierno.

 - Oh hijo mio.- Se arrodilló frente a el, Liam lo observó jadeando.- Ya estuve allí, te mandan saludos.

 Dicho esto con una especie de daga atravesó el pecho de Liam, este frunció en ceño y miro su pecho para luego cerrar los ojos. Lagrimas salieron sin permiso, quise ayudar, pero mi cuerpo se paralizó, cerré los ojos con fuerza evitando llorar.

 Estas bien.

 Celestine.

 No confíes en ellos

Vamos, salgamos a jugar.

 - Basta.- Murmuré.

 Será divertido.

CELESTINEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora