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 El pánico aumentó, la lluvia comenzó a caer con mas fuerza y relámpagos tronaban en el cielo. Quité las manos del rostro de la chica, todo mi cuerpo temblaba <<Vamos Cel, piensa en algo>>. Mordí mis labios mirando a ambos lados de la calle, pero no había nadie, solo una cabina telefónica.

 Vacilé.

 - Rayos.- Murmuré antes de dejar a la chica en el suelo.

 Corrí hacía la cabina, abracé mis brazos, intenté regular mi respiración. Entré, antes de tomar el teléfono voltee hacía la chica, pero todo seguía igual, quizá ya estaba muerta. Tomé el teléfono, pensé rápidamente a quien podía llamar, mordí mi labio inferior, cerré los ojos con fuerza evitando llorar.

 Marqué el número de Liam, era el único que recordé en ese momento, pasé mi mano por la frente, sentí mi cuerpo pesado. 

 - Vamos contesta.- Reprimí un sollozo.- Por favor.- Murmuré a punto de llorar.

 - ¿Hola?.- No pude hablar.- ¿Quien es?.

 Colgó, mi boca no se abrió, recordé el daño que le hice a Jane, si se llegara a enterar de lo que hice me mataría. Suspiré, cerré los ojos y volví a marcar pero esta vez al teléfono de Adam.

 - ¿Sí?.

 - Adam, soy yo.- Las lagrimas no me dejaban hablar.- No sé que fue lo que.. Lo siento.

 - ¿Celestine donde diablos andas?.- Zack tomó el teléfono.- ¿Que te ocurrió?, te dijimos que no salieras de la casa.

 - Lo sé.- Quité las lagrimas que bajaban por mis mejillas.- Por favor, necesito que vengas.- Murmuré observando a la joven en el suelo.

- ¿Donde estas?.- Se calmó.- Por favor, dime que estas bien.

 - Estoy bien.- Suspiró.- Estoy en.- Miré toda la cabina buscando alguna dirección.- No lo sé, estoy en una calle cerca de la casa, pero..

 - No te vayas a mover.- Escuché el sonido del motor.- Iremos por ti.

 Salí de la cabina mirando la calle, amarré mi cabello en una cola de caballo y quité las lagrimas de mi rostro. Crucé la calle y me arrodille frente al chico que yacía muerto en el suelo, revisé su chaqueta buscando alguna identificación pero solo encontré unos cigarros y una daga.

 - ¿Que hace un vampiro con una daga?.- La tomé y observé que tenía pequeños hilos de sangre.

Le quité la chaqueta, pensé que serviría para que a la chica no le de frío, revisé sus bolsillo y había una tarjeta de crédito y unas llaves, guarde ambas en la chaqueta y me levanté sacudiendo mi pijama. Me arrodille frente a la chica y con cuidado le puse la chaqueta, ella jadeaba y gemía, fruncí el ceño al ver como la herida en su vientre se cerraba.

 Antes de que le subiera la camisa escuché una moto, me volví hacía la calle y pude ver a Dominic bajar de la moto, al verme suspiró y sacó su teléfono.  Se acercó hasta mi y sin agacharse marco un número, esperó mientras observaba al chico en el suelo. 

 - Esta bien.- Miro arriba.- Pero tenemos otro problema, creo que agredió a dos personas más.

 Fruncí el ceño, el cree que también lastime a estos dos.

 - ¿Qué?.- Exclame.- Claro que no.- Dije mientras me levantaba.

 El levanto la ceja y colgó el teléfono, lo guardó y se agachó frente al chico. Puso dos dedos en su cuello, al darse cuenta que no estaba con vida me miró buscando explicación.

 - No fui yo.- Me crucé de brazos, aun seguía temblando.- Fue ella.- La señalé.

 El se levando y se quitó la chaqueta, se acercó a mi y me la tendió. No la tomé, el me rodeo la chaqueta y me la puso sin dejar de verme a los ojos, baje la mirada evitando sus ojos. Se agachó y tocó el cabello, después su rostro y por ultimo tomo su mano observando sus dedos.

 - ¿La conoces?.- Pregunté.

 - Sí.- Suspiró.- La he visto en las cenas de los Black's.- Pero no la he visto más.- Se levantó.- Hasta ahora.

 Un auto negro se detuvo atrás de la moto, Zack se bajo de el asiento del piloto y camino hacía a mi, me abrazó y me sobre salte. Deje caer mi cabeza en su pecho, escuché como su corazón palpitaba con rapidez.

 - Estaba preocupado.- Murmuró.- No vuelvas a hacerme eso.

 Yo simplemente me quede allí, sin decir nada, sabía que esto era mi culpa, no debí lastimar a Jane pero me siento feliz sabiendo que salvé a alguien y que Jane está bien, bueno eso es lo que yo espero.



 Antes de entrar mi piel se erizó, ya todos estaban adentro, Adam me dijo que Jane estaba bien solo fueron rasguños, pero yo no lo recuerdo así. Entré, todos estaban en la sala en silencio. Luck estaba dormido, Dominic a su lado con la mirada perdida, Kevin observaba como Adam curaba las heridas de Jane y Zack no estaba.

 - Oh, estas bien.- Jane se levanto y me abrazó.- ¿No te hicieron nada?.

 - Lo siento.- La abrace y comencé a llorar en su hombro.- No sé como pasó, perdón.

 - Tranquila.- Ella quito una lagrima de mi mejilla.- Estoy bien, y me alegra que hayas logrado relucir tu poder.

- ¿Qué?.- Fruncí el ceño.- ¿De que hablas?.

 - ¿Vez el árbol que está allá.- Kevin señaló el árbol que aun estaba en llamas.- Fuiste tú.

 - Están bromeando.- Dije acercándome a la ventana.- Es imposible.- Murmuré.

 - No, es cierto.- Dominic se recostó de la pared y me miró.- Intentamos apagadlo pero, no pudimos.

 - No es cierto.- Murmuré.- ¿Donde está Zack?.- Me volví.

 - Está con el quinto elemento.- Habló Luck.- Al sacarlo de allá salió mal herido.

 - ¿Como esta la chica?.- Pregunté rápidamente.

 - Esta bien.- Zack apareció por el pasillo.- Sana rápido.

 Baje la cabeza, sentí un gran alivio al saber que todo estaba bien. Dominic salió de la sala, Adam y Jane hicieron lo mismo. Luck se estiró y se levantó seguido de Kevin.

 - ¿A donde van?.- Pregunté al ver a ambos subir las escaleras.

 - A dormir.- Respondió Kevin y siguió subiendo.

 - Solo estábamos esperándote.- Respondió Luck entre bostezo.

 Caminé hasta las escaleras, yo también estaba cansada, necesitaba descansar un poco, todo pasó muy rápido y necesitaba descansar un poco. Al subir el primer escalos alguien haló mi mano, me volví. Al ver los ojos azules de Zack fruncí el ceño.

 - ¿Qué sucede?.- Baje el escalón y el sonrió.

 - Estoy orgulloso de ti.- Me abrazó.- Es increíble que hayas quemado un árbol entero.- Quitó un mechón de cabello de mi rostro.

 - No estoy segura de que haya...

 - Sí.- Lo miré sin entender.- Fuiste tú, estoy seguro.

- Tengo que irme.- El asintió.- Debo descansar.- El bajo la cabeza.

 - Bien.- Beso mi frente y me miró a los ojos.- Descansa, quiero mostrarte algo mañana, pero será nuestro secreto.




CELESTINEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora