Capítulo 16.

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  Han pasado tres días, pronto será navidad, me encontraba sentada viendo por la ventana de mi habitación a Luck lanzandole bolas de nieve a Jane, Adam corría en forma lobuna, Zack y Dominic estaban teniendo una conversación, ambos estaban riendo. Ellos tienen una conexión muy profunda, al parecer Dominic no era tan seco y arrogante después de todo.

 Estaba feliz de ver a Liam, pasar la navidad con él, aunque no sea de sangre lo queria como un hermano, ademas ¿Quien dijo que para ser familia tiene que tener tu sangre?.

   - Cel.- Escuché su voz y la puerta cerrarse.- ¿Por que no bajas?.

 - No quiero.- Abracé mis brazos, a pesar de tener un gran abrigo hace mucho frío.

 - Mientes.- Se sentó frente a mi.- Has estado así todo el día Cel,- Suspiró.- Sé que algo te sucede.

 - Soy un asco.- Lo miré, frunció el ceño.- No he avanzado en nada. Mirame, Luck está aprendiendo a usar un arma. Adam su habilidad y Jane se transformó por primera vez ayer.- Sus ojos me observaban curioso.- Y yo, nada.

 - Es más dificil de lo que piensas Celestine.- Se sentó frente a mi observando por la ventana.

 - Ya veo.- Rodé los ojos fastidiada.

 - Ten.- Me dio un libro de color café, con la inicial C.- ¿Qué es?

 - El diario que tu madre escribió para ti.- Respondió sin mirarme.

 - ¿Cómo...- Suspiré.- Olvidalo, no estoy de humor.- Miré el libro.- Gracias.

 Fue el silencio mas incomodo que había sentido, sabía que Liam me estaba observando pero me negué a verlo, seria mas incomodo de lo que es ahora.

 Carraspeó llamando mi atención.- Hable con Zack, me permitió ayudarte con tu habilidad.- Sonreí.- Él al momento de entrenar es muy brusco,- Paso una mano por su nuca.- Y no me gusta verte así, lo haremos con mas tranquilidad. Seguramente no necesitas tanta agresividad.- Ambos reimos.

 - Esta bien.- Suspiré.- Esperemos que funcione. Pero, ¿Por que somos tan importantes?.

 - Hace muchos años, cuando la bruja se apoderó de cada reino, una bruja blanca; Freya, creo un hechizo. Juró que Kabash debia morir, pero no pudo sola, así que tomo cada una de sus virtudes y las puso en un libro. Al morir, escondió el libro. En ese libro se encuentran los seis elementos que derrotaran a Kabash, su reino y a los cazadores. Pero no es facil, la bruja blanca era muy vieja y había trabajado mucho para lograr controlarlos todos dentro de ella, pero para que ustedes puedan lograrlo separó cada uno. Poniéndolo en pequeñas gemas y las escondió.- Hizo una pausa.- El libro lo encontramos, pero encontrar cada uno de esos collares es su trabajo, cuando desarrollen su habilidad está los guiará a el.

 - ¿Y para qué debemos aprender a controlarlos?.- Pregunté abrazando el diario.

 - Cuando la luna sea roja como la sangre, en seis meses. Ustedes deben luchar con el ejército de kabash para destruirla, juntos seran invencibles, si uno de ustedes muere o simplemente no esta. No funcionará, es algo complicado, pero cuando llegué el momento lo entenderas.- Acarició mi mejilla.- Cuando eso suceda serás una de las más poderosas.- Sonreí quitando una lágrima de mi mejilla no sé por qué estaba llorando.


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 Me encontraba caminando por unos pasillos, habían casilleros y puertas con números escritos arriba. Estaba en un colegio, las universidades eran muchos mas grandes. El timbre sonó, busqué un lugar donde esconderme pero los chicos empezaron a salir de sus aulas, mierda. Me recoste de uno de los casilleros, me agaché al sentir una punzada fuerte en mi cabeza, me levante jadeando.

 Camine afincando de los casilleros buscando la salida, mis ojos se fijaron en un chico, le calculé unos 16 años. Los lentes cubrían sus ojos azules, su cabello negro estaba hacia atrás, es muy tierno la verdad. Unos chicos lo empezaron a seguir, el soltó sus libros y se perdió por el pasillo esquivando a los demás jovenes que pasaban por allí. Sin pensarlo dos veces corrí tras ellos, sentía la necesidad de protegerlo.

 Al llegar lo encontré en el suelo uno de los chicos lo patearon mientras otros dos estaban riendo, al ver que el pobre empezó a escupir sangre empuje al que lo estaba pateando. Me llevaba dos cabezas pero no me importó, el chico me miró asombrado y empezó a reír.

 - No te metas pulguita.- Cuando levanto la pierna, le dí un puñetazo en la cara.- Maldita zorra.

 Antes de que su puño impactara en mi rostro cayó al suelo, el joven que estaba en el suelo lo empujó. Miré con enojo al chico mientras se levantaba, al escuchar el timbre se fueron todos mirando al joven con enojo.

 - ¿Estas bien?.- Le pregunte tomando sus lentes del suelo.

 - Sí, uno se acostumbra.- Le dí sus lentes para mirarlo a los ojos. Si que era muy.- Gracias.- Sonrió.

 - No es nada.- El me sonriendo, era muy tierno.- ¿Qué?.

 - Oh nada,- Me tendió la mano.- Soy Kevin Dosson.

 - Hola,- estrechamos las manos y el empezó a reir. Fruncí el ceño.

 - Deberias despertar.- Lo miré confundida.- Debes encontrarte, ¿No?.- Metió ambas manos en sus bolsillos y sonrió.

 - Que diab...

 - No vas a encontrarme si sigues dormida.- Entrecerré ojos. El lo sabia, pero ¿Como podía hablar conmigo en un sueño. 

 - Pero ¿Como lo sabes?.- El se encogío los hombros.

 - Solo lo sé.- Me guiño un ojo y se puso los lentes.- Nos vemos pronto.

 Se alejó después de tomar su bolso, un dolor abrazó mi cuerpo, gemí cayendo al suelo. Puse ambas manos en mi estomago, todo empezó a dar vueltas, solo quería  despertar.

  Nos vemos pronto.

 Nos vemos pronto

 Salgamos a jugar

 Nos vemos pronto

  Se quien eres

 - ¡Basta!,- Grité antes de caer en la oscuridad.


CELESTINEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora