Capitulo 9

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Ya era un nuevo día, Rubén se despierta más temprano de lo normal, bueno, era lógico, no se desveló en su ordenador esta vez. Eran las 9 am y decide levantarse para desayunar, lo cual no estaba acostumbrado hacer. Decide prepararse un café y sentarse en uno de los grandes sillones de su sala. Todo era demasiado silencioso, ¿desde cuándo le molestaba así el silencio?, nunca se había detenido antes a pensar lo bien que podía oler una taza de café recién hecho, como alguien diría “pequeños y sencillos placeres de la vida”, no se sentía él mismo para nada. ¿Hoy lo vería de nuevo?, seguía con dudas en su cabeza, ¿Qué era lo mejor?¿está bien tener un amigo?.

Mientras tanto Miguel estaba trabajando tan entusiasmado como siempre, esperando a que llegase la hora de que termine su turno e ir a encontrarse con Rubén, aunque aun no quiera acostumbrarse a su presencia, se había propuesto a que estaría a su lado, lo que más deseaba era verle feliz.

Rubén deja la taza vacía sobre  la pequeña mesita de vidrio que estaba delante del sillón y decide salir.

Miguel estaba terminando ya su turno y agarra sus cosas para marcharse.

- Hey! Miguel! – grita un chico que salía de una casa de al lado de la panadería.

- Hey, Ricardo, ¿Qué te cuentah tío? – se acerca a saludarle.

- Aquí ando –se secaba su frente sudada – eh estado arreglando algunas motocicletas en mi garaje, ¿puedo pedirte un favor?

- Claro, ¿Qué cosah? –

- Aun tengo trabajo que hacer y acabo de terminar de arreglar mi motoneta, pero no he tenido tiempo de probarla, si te interesa ¿te la quieres llevar por hoy? Luego me la devuelves más tarde –

- he? Pero, ¿estah seguro? –

La verdad es que Miguel aun no conocía por completo la ciudad y una oportunidad así le vendría muy bien, además ya se le estaba ocurriendo otra idea.

-  Me haría de mucha ayuda – le arroja las llaves – pero me la cuidas bien.

- Claro! No te preocupeh –

Luego de sacarla afuera, Miguel se coloca el casco y gira las llaves para que arranque.

- Espero que no se llegue a parar, cualquier cosa me llamas al móvil e iré a recogerla –

Miguel hace una señal con la mano de “okey” y comienza a acelerar.

Frente a la casa de Rubén llega un lujoso auto que se detiene frente al garaje y desciende por la puerta una elegante dama con varias bolsas, abre la cartera sacando unas llaves y sube los escalones para abrir la puerta e ingresar.

Al poco tiempo Miguel llegaba a la misma casa deteniéndose para ver aquel coche del cual le llama mucho la atención, que el sepa, Rubén vivía solo con su tía que viajaba seguido, ¿estaría de paso?. Deja la moto aparcada a un lado y decide ir a golpear la puerta.

Esperó unos minutos hasta que se escuchan unos pasos de adentro y luego la puerta se abre con la presencia de una joven mujer.

- ¿sí?¿puedo ayudarte en algo? – se asoma por la puerta aquella dama.

- emm… si, bueno busco a… - hace una pausa dándose cuenta que él aun no había tenido oportunidad de saber el nombre de ese solitario chico, no sabía que responder.

- ¿eres amigo de Rubén? – decide preguntarle al joven sin haber sospechado nada de que no sabía aun su nombre.

- Si, soy amigo de Rubén – contesta un poco nervioso – así que así se llamah – murmura para sí mismo y sonriendo un poco.

Fanfic / Rubelangel : El acantiladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora