Rubén sin quitar aquella penetrante y seria mirada decide comenzar a caminar para marcharse de allí mientras que el rostro de miedo en Miguel seguía presente.
- No! – su mano le agarra del brazo en el mismo lugar donde anteriormente le había sostenido Alex.
Una expresión de dolor por unos segundos se hizo presente en el rostro de Rubén.
- Déjame! – saca su mano mientras sostenía ahora con la suya donde le había tomado. Se notaba que le había hecho doler por el apretón que la había hecho Alex anteriormente – Deja ya esto!
Miguel no sabía qué hacer, no podía encontrar las palabras correctas en su mente, tenía que calmarse y pensar bien con detenimiento todo. ¿Por qué la actitud ésta de repente? ¿Las cosas no estaban yendo bien? ¿Rubén no estaba por fin a comenzarle a verle como un amigo? ¿Entonces por qué?.
- ¿Poh qué? – pregunta ahora tomando aire y tomándolo todo con más calma.
- Ya sabes la razón… - aparta su mirada buscando fijarla a algún punto del suelo.
- Pensé que todoh iba bien entre nosotroh, que hahta ya me considerabas tu amigoh. ¿poh que ahora tan de repenteh no quiereh verme mah? –
- Eso es lo que tu pensabas, yo nunca… - hace una pausa – te considere un amigo…
- ¿Pero entonceh pohque me permitihte estar a tu lado?, te lo dije anteh y te lo vuelvo a decir, si enserioh me quisierah fuera de tu vida me hubieses ignoradoh por completo lah primeras veces que traté de acercarme a ti, no me hubieses contestado ni dirigidoh la palabra, pero aun así me dejaste estar y no me digas que eres el mihmo que antes, ¿tu mundo no cambió un poco? ¿No has empezadoh a ver las cosas diferentes? – decía con mucha impotencia.
- ¿Cómo esperas que te aparte si fuiste tú el que te metiste en mi vida por si solo?, pensé que te había dejado claro que quería estar solo, tú me invadiste y seguro si te hubiese ignorado por completo de todas maneras te hubieses seguido metiendo ¿o no?, y no me vengas a decir si mi mundo cambió solo por tu maldita existencia, ¿Qué aires te estás dando?, solo porque hayas mandado mi patética rutina al demonio no significa que las cosas sean diferentes! – le grita.
- ¿Pero no querías cambiar las cosah?!, ¿no querías empezar a disfrutar de esos momentos que ya habías olvidado? –
- No te necesito a ti para cambiar eso! ¿no lo entiendes?, puedo hacer las cosas por mi cuenta, tú no eres nada para mí, la vida la seguiré viendo como yo quiera. Quiero que dejes de asfixiarme y molestarme! – se da vuelta para marcharse definitivamente.
- Pero… ¿Cómo sé si ehtarás bien solo? ¿Cómo se yo que no volverás a ese mundo de sufrimientoh? – se acerca para caminar a su lado.
Rubén se vuelve a detener ahora haciéndose ver más molesto.
- ¿o sea que tienes que estar allí vigilándome?, ¿entonces todo este tiempo has estado conmigo para que yo no este triste? – a “triste” lo nombra haciendo las comillas con sus dedos. – ¿eso era tu plan? ¿Detener al chico depresivo a que no se siga hundiendo más? ¿Ser el héroe que le daría color a su vida? – su mirada se vuelve más intimidante.
- Claro que no! Yo solo quería ser una persona que signifique algo para ti… - se entristece ahora poniendo en su voz un tono más afligido – quería ser tu amigo… y los amigos están allí para cuando el otro le necesita.
Rubén se sorprende por unos segundos y traga saliva muy tenso.
- Yo no te necesito, no eres mi amigo y nunca lo serás. Si sigues molestándome serás tú el que consiga hundirme más – sigue caminando rápidamente.
