La lluvia ya estaba cesando mientras seguían el camino de regreso del cual para Rubén fue de lo mas incomodo estando en un vehículo de un desconocido. Hasta a Miguel le causaba un poco de gracia lo tenso que se veía.
- ¿Te dejo en tu casa Miguel? – seguía conduciendo Ricardo del cual ya estaban en las calles de la cuidad.
- No, doblamoh en la siguiente a la derecha y yo te ubicoh, la casa de Rubén queda máh cerca –
- No es necesario ir hasta mi casa, puedo ir caminando – le susurra Rubén mas incomodo.
- No me molesta el llevarte, no soy tan mala gente de dejarlos a pie luego de que fue error mío el que la moto dejara de funcionar – contesta Ricardo habiendo escuchado sus palabras.
Rubén aun así lo miraba un poco molesto, después de todo era común esa actitud hostil en él con alguien que no conocía para nada, por más que sea amigo de Miguel prefería que éste no le hablase aunque sea amable.
- Ves, solo deja que te lleveh –
Rubén baja su mirada sin decir una palabra, pero del cual quería hacer entender que había aceptado a que lo deje en casa. Mientras tanto, Miguel seguía mirando hacia la carretera cuando de pronto siente en el borde de su remera una ligera presión haciendo que baje su mirada y vea una mano que se sujetaba fuerte de ella.
- Ah... Ricardo ¿puedeh ir mah lento? – se dirige a él muy tranquilo.
- Claro... - disminuye un poco la velocidad.
Miguel siente que la presión de las manos de Rubén en su remera disminuía y sus músculos se relajaban sintiendo mas alivio. Vaya que lo entendía bien...
Las nubes grises seguían allí pero por el momento la lluvia se había detenido, ya comenzaban a sentir más frio por sus ropas mojadas. Ricardo de vez en cuando miraba de reojo a aquellos dos sentados a su lado, Miguel tan tranquilo como siempre y aquel chico que no conocía que seguía aferrado a su remera, no quería sacar conclusiones pero los veía muy cercanos, hasta se le paso por su cabeza el preguntar si estaban saliendo o algo así, pero según las conversaciones que había tenido con Miguel, él le había dicho que no tenia pareja ni nada parecido.
- Eh aquí, donde ehtá ese auto negro estacionado – le señala rápidamente.
La camioneta se detiene y descienden los dos muchachos. De pronto la puerta de la casa se abre sorpresivamente saliendo hacia afuera su tía y acercándose a ellos rápidamente.
- Rubén, ¿Dónde estabas? Y mira como estas todo mojado, ya está casi oscureciendo. – capta la presencia de Miguel – ah! eres el chico de hoy al medio día! , me alegra que se diviertan pero con esta lluvia van a terminar enfermándose.
- Perdón, fue mi culpah, la moto que teniah había dejado de funcionah –
- Vaya... por lo menos están bien que es lo importante – Se relaja mas soltando un leve suspiro de alivio, es que ella nunca estaba en casa, pero cuando lo estaba cosas tan sencillas como que volviera tarde y encima mojado le hacían poner de mas sobreprotectora, mas sabiendo ahora que tenía un amigo que lo sacaba de sus cuatro paredes.
- Bueno, Miguel ¿te acerco a tu casa ahora? – Ricardo vuelve a poner en marcha el motor para el siguiente viaje.
- Claro! – se acerca hasta la puerta de la camioneta y se gira a ver a Rubén – nos vemoh luego, perdón poh todo lo de hoy...
Rubén como siempre solo se queda en silencio al ver como se estaba por marchar, pero estaba seguro que se volverían a ver, además él aun estaba tapándose con su abrigo por lo que tendría que devolvérselo tarde o temprano. Algo en su mente lo hacían sentir un poco extraño el hecho de verlo marchar, ¿no quería que se fuera?, pero la parte desinteresada de él era la que mas seguía abarcando.