Capitulo 46

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El grupo de familia y amigos finalizaron su trayecto por el mar con un chico mareado y el otro disgustado por tener que limpiar aquel desastre que se había llevado, son cosas que pasan, lo que cuenta es que había sido algo fuera de la rutina de todos y pudieron apreciar la brisa y aquellas profundas aguas más de cerca. Para ser sinceros, de lejos la impresión no es tan emocionante como estar uno mismo adentrado al mar, rodeado de agua mientras que de un lado observas la línea del horizonte y del otro la costa es llevarse un paisaje muy diferente. Rubén hacía mucho tiempo que no experimentaba algo como esto, ya se había olvidado como lucía aunque aún conservaba algunos simples recuerdos como que su madre no le dejase acercar mucho al borde del bote, como siempre, esa persona era quien lo protegía. No quería decir que su padre no se preocupase de igual manera pero la mayoría de las ocasiones las madres suelen ser las más sobreprotectoras, seguramente, ante cualquier peligro los dos se habrían arriesgado sin pensarlo para salvar a su hijo.

Fue un relajante paseo, pero no sabía si esto era para su bien o para llevarle más nostalgia que le perjudicaba, bueno, si se ponía a pensar con determinación claramente cualquier situación y lugar le podrían llevar a escavar en recuerdos, esa sensación dolorosa la sentía más seguido cuando le daba más importancia como aquellas visitas al acantilado. Si ya no le iba afectando tanto es porque su mente, de a poco, estaba siendo llenada de otros recuerdos y a la vez se distraía con la rutina que había cambiado. Cuando empiezas a darle importancia a otras cosas es cuando vas dejando a otras de lado porque eliges las que te hacen sentir bien. En este caso, con esos pensamientos que volvieron enfocándose en sus padres y la despedida de Mangel era casi imposible que Rubén no volviera a caer en esa melancolía que le caracterizaba. Se iba acostumbrando a una nueva vida y ahora parecía que estaba de pie en una torre inestable ¿pero que se supone que debía hacer?

Mientras, ya mejor, Alex ayudaba a Ricardo a limpiar la superficie del velero, los padres de Mangel aprovecharon a sentarse un momento en la arena y seguir apreciando el soleado día, Julián había ido a comprar unas bebidas y Melanie y Rubén a otro costado se hallaban de pie observando a aquellos dos que no se sabía si limpiaban, discutían o se reían, creo que era todo junto.

- Has hecho muy buenos amigos – Melanie, con sus lentes de sol, sonreía alagando a esas personas.

- Bueno, son más amigos de Miguel que míos – trata de rebajar su posición.

- No, son tus amigos también, no creas que ellos están aquí solo porque Mangel les pidió ayuda. Ricardo nos invitó a un paseo como éste, Alex vino de muy lejos y si sólo fuese amigo de Mangel entonces se hubiese molestado de haberse ido apenas él llegase y cómo ves, eso no le molestó, hasta se apropió del sillón de tu casa – se ríe – le importas.

- No creo ser tan importante como para que hagan esto-

- Pero lo eres, quieras o no ¿no es agradable que personas te aprecien de esta forma? – respira hondo disfrutando de la brisa marina- personas, un día tranquilo, un paisaje, son cosas que hay que apreciar en cada momento, algo tan simple como observar el mar o charlar con alguien que tú quieras. Hubo veces donde me costaba disfrutar realmente de estas cosas, siempre estaba pendiente de mi trabajo o pensando si no te faltaba nada, me estaba perdiendo de algo tan simple como esto – mira hacia atrás donde a lo lejos venía acercándose su pareja – sé que todavía no le conoces lo suficiente a Julián, es alguien nuevo para todos y ¿sabes? Mi bebida favorita es la de limón -

- ¿A qué viene eso? – le mira confundido.

- Que no había para traer y Julián sabe que yo disfruto más de las comidas cuando bebo de esa, no era necesario que vaya a comprarla pero él quiso ir a conseguirla de todas maneras. Él ha sido un compañero de trabajo por mucho tiempo pero nunca le di importancia en la forma en que se preocupaba por mí, mi mente estaba pendiente en trabajar no en ligar con compañeros. Pero de a poco yo me iba dando cuenta de esos detalles y me fui relajando ante su presencia, por más que no le viera como mi pareja en ese momento, yo me sentía bien hablando con él o fuera del trabajo compartiendo alguna comida. Y me di cuenta que no podía perder toda mi vida en tener mi mente atrapada en el trabajo, te dejé solo por mucho tiempo pero también me estaba dejando sola a mí misma. Tú encontraste un buen chico y yo encontré un buen chico para mí ¿no te gusta experimentar eso que se llama "amor? Es algo digno de vivirlo por mucho tiempo –

Fanfic / Rubelangel : El acantiladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora