Emir

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Esa mañana estaba ansioso, era como que tenia que hacer algo y no sabia que, caminaba en mi habitación.

No era muy grande, en ella estaba mi cama, un buró, un par de sillas y el armario para mi ropa. Pero era mi sitio preferido para pensar y andar de una esquina a otra.

Contemplaba los posters pegados en mis paredes y de pronto me sentí un niño mirando a Ben 10, Spiderman, y a Gokú posando para mi, era como si de pronto dejarán de gustarme asi que opté por sacarlos.

Saqué los posters de mi cuarto
-Jajaja ¿si?
No lo sé, talves podamos ir por unos nuevos ahora
-Ya. ¿ahora comprarás de barbie?
No Daniel, quiero algo mas serio o por último dejaré las paredes vacias.
-Jajajaja no me digas que sientes que creciste
Bueno me acompañas ¿o no?
-Nos vemos en 20 minutos en el lugar de siempre guapo.
Pendejo

Salí esa mañana, anduvimos caminando desde muy temprano hasta las 10 más o menos pero nada me agradó en el local de comics así que no compré nada y con las manos vacias regresamos a casa.

Daniel se había traído sus cuadernos y su uniforme para de mi casa salir al colegio.

Mis padres tenian un taller de mecánica, asi que la mayoria del tiempo yo me la pasaba solo en casa y preparaba mi almuerzo antes de irme a estudiar.

-Hagamos papas fritas con queso- Soltó Dani mientras lustraba sus zapatos.

-Buena idea, pelas las papas

-Oh vamos guapo, hazlo tu

-Ni sueñes, comamos atún con arroz

-Eres un maldito vago

-Si, maldito pero me amas

Normalmente esa era la relación entre el y yo, nos amabamos literalmente, no había Dani sin Emir, ni Emir sin Dani. Mi casa estaba ubicada no muy lejos del colegio así que nos quedaba fácil llegar, mi vivienda era de un piso, tenia mi cuarto, el de mis padres, una pequeña cocina decorada a la antigüa, una sala de estar bastante agradable.

En la mitad de ella se ubicaba una mesita de vidrio pequeña en la que habían un par de revistas y una fuente con caramelos para los invitados pero que frecuentemente terminaba acabandomelos yo.

Nos dispusimos para irnos, y antes de eso hablé con mi madre.

-Ya me voy
-Cuidate hijo, en la mesita deje tu dinero
-Si ya lo vi, chao
-Me escribes por cualquier cosa Emir
-:)

Cuando llegamos al colegio conversamos con todos un poco, nos acomodamos y esperamos al profesor que no tardo en llegar.

Inconsientemente otra vez estaba buscando a .. a.. a ..bueno ustedes saben, a ella.

Miré un par de veces hacía el lugar que ella había elejido para sentarse pero no la encontré.

-Lo que buscas viene corriendo en media cancha- dijo una voz muy familiar. Era Daniel que al parecer me estaba observando.

-¿Qué?- No la estaba buscando ¿o si?

-Eso, mirala

Cuando miré ella estaba parada en la puerta pidiendo permiso y disculpandose por llegar tarde, despues que entró paso justo por mi lado dejando el suave aroma de su pelo en el aire. Ese aroma que me descolocaba los sentidos.

-Si ya la ví- respondí un poco nervioso y feliz al mismo tiempo. -Ya la vi pero no la estaba buscando.

Llevaba puesto el mismo pantalón de ayer, pero esta vez con una blusa blanca de vuelos, y mangas largas, unas sandalías blancas y el mismo peinado.

Estaba hermosa ¡joder! más que eso.
P

or un momento imaginé que la tenía de la mano y le daba un beso a modo de saludo.

Se sentó y dejó su bolso en el suelo, yo la observaba con atención, era como si los ojos se me desviaran, no podia dejar de mirarla.

¿Era eso posible? ¿Así de rápido te fijas en alguien? ¿Así es como se siente?

Me pareció que la inquietud de ese día fueron nervios, pues estaba mal, queria verla, y eso me provocó de cierto modo incomodidad.

Eterna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora