Emir

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Lo hice Dani, lo hice
-¿que? ¿estas en platino en el fri?
No, adivina de donde vengo
-¿del baño?
No pendejo, Lia acepto comer conmigo hoy
-Habla serio, estoy muy feliz por ti
Es más bella de lo que creí
-Tranquilo, esta bien guapo, mañana hablaremos
¿En serio crees que lo soy?
-Jajaja no seas marica Emir, descansa mañana hablamos

Fueron los mejores veinte minutos de mi vida, hablamos de trivialidades, era una mujer sumamente interesante.

Y asi fueron pasando los días, ella ya me miraba, el día que comimos le dije mi nombre, aunque ella ya lo sabía. Dijo que me había oído responder las lista y sabía hasta mi apellido.

Lia era mayor a mi por dos años, que pronto serían tres, ya que en esos días cumplía 19 años, claro solo eran tres años pero agregando que era mamá, a su lado yo era un niño, un tonto niño enamorado.

A la siguiente semana, en la clase de deportes la vi enojarse por primera vez, si amigos, la dulce y encantadora Lia se tranformó en una prepotente mujer además de arrogante y cortante.

La profesora armó equipos para dar un partido de basqueth, y en su contra quedó Hande, no se llevaban para nada Hande vivía lanzandole indirectas y provocandola pero Lia nunca le hacía caso, solo sonreía amablemente, era muy tranquila.

-Emir, tenme esto porfa- me dijo ella, entregandome sus aretes.

Diría que ya eramos amigos, es decir logré meterme en su vida, me hacía muy feliz estar a su lado, me hacía muy feliz tener su amistad aunque cada beso en la mejilla me rasge la piel.

-Suerte guapa, quiero dos aros- conteste besando su mejilla.

Ella me miró enojada, odiaba que haga eso, es más no le gustaba que la toque y eso me desesperaba.

Siempe me dejaba claro que eramos amigos y si no queria tener su indiferencia como la tenía Ián, debía comportarme, y que no iba hacer yo por que esos ojos cafés me miren.

-Quitate Emir, no me gusta eso.

Otros pensaran que se hacía la dura o la dificil, pero no amigos Lia no era así, no decía malas palabras ni cosas con doble sentido, todos la respetaban y se comportaba con su simple precensia.

-De acuerdo, lo siento, anda rápido.

La profesora se había ido en busca de unos papeles y dejo los dos equipos jugando. Cuando de pronto vi a Hande empujar a propósito a Lia, ella reacciono de prisa y se sostuvo en Luna que estaba cerca.

-¿Tienes algún problema conmigo Hande?- Dijo Lia muy tranquila. Solo debes decirmelo Hande, lo arreglaremos, no me trates mal porfavor- prosigió Lia amablemente

-Loca, que problema voy a tener contigo, enferma aprende a jugar- respondió Hande muy molesta y acercandose hacía Lia

Todos nos pusimos de pie para visualizar la esena más de cerca, Hande ya estaba casi besandola, por lo que yo me acerque dispuesto para separarlas si fuese necesario.

-Calmate guapa, sigamos jugando, vamos- repuso Lia

-A mi no me llames así estúpida, quien te crees mi madre o que deberías largarte de aqui nadie te soporta- gritó Hande, la loca parecia ella

Los ojos de Lia se inundaron de lágrimas pero nos las dejo caer si no que dio dos paso atrás y sonrió.

-Mira niña, vuelves a gritar histérica y..

-¿Y que perra? Me vas a pegar o que

-No, Hande haré algo peor

-Pobre estúpida, no sabes lo que dices

Lía se veía muy tranquila mientras que Hande explotaba de la rabia, Lia se acerco y le dijo en voz muy baja pero firme:

-Mirate, mirate rídicula, ¿acaso ya viste el show que estas montando?
No has parado de insultarme, pero es obvio que no tienes nada en la cabeza.

-Callate porque te voy a partir la cara- dijo Hande acercandose.

Pero Lia se acerco más y la cojió por las muñecas y seguramente se las apretó porque la cara de Hande cambió rotundamente.

-¿que harás que? Vamos Hande callate de una vez y retirate con dignidad antes que pueda lastimarte y no habló de golpes

-Sueltame maldita perra desde que llegaste te odio y te debes largar de aquí

Lia parecía querer romperle las manos, y Hande poco a poco se fue arrodillando de dolor, Lia no la soltó hasta que estuvo totalmente en el piso sobandose sus muñecas. Y desde arriba Lia la miró y le dijo:

-No quiero tener que repetirtelo, alejate de mi Hande, yo no soy una vulgar insolente como tú, inmadura, yo no tengo que gritar para llamar la atención, calma tus hormonas y relajate, te lo digo en serio, tú no me conoces, deja de provocarme.

La mirada de Lia era la misma muy dulce y tranquila, no se había alterado, sus palabras eran firmes, la voz no le tembló en ningun momento, pero la manera en la que acabó con la loca de Hande nos dejo a todos impresionados.

Mientras tanto la otra chica no dejaba de llorar y maldecir a Lia, a unos metros de ella diciendo que la próxima vez si la iba a matar.

Lia se fue pero no muy lejos, se sentó y dejó que los otros dos equipos jugaran.

Fue increíble, núnca pensé ver a ese angel de mujer sujetando las muñecas de Hande, siempre me dije a mi mismo: Jamás va a discutir con Hande, solo va a sonreir y no le va a responder y vaya.. si que me equivoqué.

Eterna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora