Se me habían metido ideas en la cabeza, estaba tan mal, tan descolocada.
No sabía que hacer, cada día que pasaba iba a volverme loca, encerrada en casa, totalmente en función de empleada doméstica de mi madre.Aveces las personas creemos que entre más dolor nos causan, más fuerte nos volvemos, pero no es así. Eso desgasta, y termina por acabarnos.
Eso me pasaba a mi, estaba sumida en amargura, dolor, rabia, frustración y llegue a tener pensamientos suicidas. Después de que mi madre me obligó a dejar mi trabajo, mi vida de volvió aburrida en un porcentaje considerable.
No se que en que momento desvié mi camino pero lo que me quedó claro, fue que tenía que tomarlo y encaminarlo para bien, porque esta situación me estaba matando.
-Quizá podamos resolverlo- dijo mi madre. Un poco confundida. Ella sabía que era imposible pero aún así me dio aliento.
-Ni hablar, ya han pasado meses y esto será una perdída de tiempo.
-Vamos, es hora de darle fin a todo tu llanto, estás aburrida, eres joven y ahora tengo la posibilidad de hacerlo, más adelante no podré darte el estudio.
-¡No! Por Dios, no soy una niña mamá, lo que yo quiero es volver a trabajar y ya, luego habrá tiempo para eso mamá, he esperado mucho y nada me cuesta esperar un poco más.
Y así peleas parecidas constantemente que parecían que no acabarían jamás.
Cada día era una lucha constante por esta situación, pero con el paso de cada uno de ellos, fui asimilando que talvés mi madre si tenía razón.
Asi que decidí hablar con ella sobre el tema.-He estado pensando en lo que hemos hablado y creo que tienes razón, has lo que tengas que hacer y veamos si hay alguna alternativa- le dije.
Ella asintió sin decir nada.
Como diciendo: Sabía que te iba a convencer, asi era ella, siempre con aires de superioridad.
A la mañana siguiente me acompaño al colegio en donde se suponía que tenía que entrar. Ya habían pasado 5 meses desde que se inició el año escolar y era imposible que me acepten, pero ahi estabamos, buscando a la secretaria de la institución para hacer las averiguaciones.
-Buenos dias, estoy buscando a la secretaria.
-Acaba de salir almorzar, regresa a las dos de la tarde. Me respondió la encargada, en un tono no muy amigable.
Mi madre y yo acordamos en ir almorzar en lo que esperabamos a la mujer.
Cuando volvimos, cerca de las 3 de la tarde, la mujer ya estaba ahí.
Baje una graditas no muy extensas, en los laterales se encontraban jardínes muy bien cuidados y con letreros que rezaban los nombres de cada una de las plantas allí sembradas.
-Buenas tardes, ¿sabe donde esta la secretaria?- Le dije a una mujer que se encontraba de espaldas mirando un espectáculo que brindaban un grupo de alumnos ya que al parecer estaban festejando algo.
-Soy yo, digame- Contesto la mujer, para mi sospresa, en un tono más amable que la primera que me había atendido.
-Quería saber si puedo ingresar a estudiar, estoy matriculada aquí, pero me he complicado un poco en estos meses. Digame que no es tarde porfavor- Le solté sin rodeos, era eso o ponerme a tontear con ella y darle vueltas a la situación.
-¿Te complicaste medio año? Me dijo mientras sonreía.
-Si lo que pasa es que..- Y antes que pudiera terminar de hablar me tomo por la mano y me contestó:
-El día de ayer mandé la nómina de los alumnos que no estaban asistiendo, posiblemente ya les hayan dado de baja, en cosas de sistemas es muy complicado, no te puedo asegurar nada.
La miré con los ojos ya casi humedecidos, no podía creerlo. Por un momento me ilusione al creer que habría manera, pero con eso la amable señora estaba matandome y enterrandome de una vez.
Si lo pensaba bien, ya tenía mucha edad para estar ahi, había pasado mucho tiempo y sería muy dificil, sin embargo lo había intentado.
-Esta bien, muchas gra..- Y me volvió a interrumpir:
-Ven el lúnes, vamos hablar con quien sea necesario y veremos que podemos hacer.
Yo alzé la mirada y ella pudo ver mis ojos tristes, lo sé, se fijó en ellos porque sonrió y volvio a decir:
-Te espero el lúnes, a partir de las ocho de la mañana.
Me despedí con una sonrisa, y subí las graditas, no sin darle un vistazo más a aquel hermoso pedazo de tierra con coloridas flores.
Llegó el día lúnes, me movilizé sola en dos oficinas distintas, hablé con varias personas, mis ojos estuvierón a punto de derramar lágrimas. No se porqué pero de pronto en mi interior surgió un inmenso deseo por estudiar y terminar el colegio de una vez.
Ese mismo día me dierón una esperanza, dijerón que tenía un mes para comprobar si el sistema me mantenia o ya no. Tenía que jugarmelas, era eso o dejar abandonado todo y seguir tranquila esperando hasta el siguiente año. Pero lo hablé con mi mamá y juntas decidimos hacerlo, decidimos correr con los riesgos.
Si el sistema educativo me rechazaba por la cantidad de faltas yo tenía que retirarme sin más, pero si en ese mes todo salía bien, podía seguir estudiando y en menos de seis meses saldría.Todo fue muy rápido, tanto que el mismo día lúnes, por la tarde estuve frente a un grupo de chicos, lista para iniciar esta nueva etapa de mi vida por así decirlo.
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Eterna.
Short StoryVa más allá de cualquier cosa, si la vida me pedía, mi vida misma se la daba. Con solo ver sus ojos, decidí entregarle mi vida. Si, era la nueva del salón, pero ¡joder! La estaba esperando. Fue la primera mujer ajena a mi madre, que tras sonreir pro...